Como cualquier otra cultura, la cubana cuenta con fechas significativas que son recordadas de una u otra forma. Las festivas, por ejemplo, son motivo para la reunión familiar, entre amigos o con desconocidos que también desean pasarlas de un modo diferente.
Un año por concluir y el advenimiento de otro nuevo es de las celebraciones más esperadas. Si está de paso por la mayor isla antillana y no sabe qué hacer o adónde ir, entonces le comento sobre la peculiar manera de celebrar el fin de año a la cubana.
Los hoteles y sus ofertas
Es una de las más gustadas. Por supuesto que los huéspedes son privilegiados, aunque deberá reservar con antelación un sitio para el disfrute. Como también debe hacerlo si no está hospedado en alguno de ellos y prefiere esperar allí el simbólico momento. Basta con hacer la reserva, vía telefónica o personalmente, para estar incluido en los invitados a la celebración.
Los precios oscilan en dependencia del hotel y de la agrupación musical contratada para la ocasión. Varios hoteles del oeste de La Habana, por ejemplo el Copacabana o el Comodoro, ofertan una cena en sus mesas bufet. Muy reconocidas por su variedad de platos y bebidas estos espacios adicionan, a la noche escogida, espectáculos musicales con afamados artistas nacionales exponentes de la trova, el jazz o la música popular bailable. Será una noche repleta de juegos de participación amenizados con populares DJ y humoristas que deleitarán la noche entre risas y bailes. Basta con tomar el teléfono y confirmar el artista invitado para que comience a planificar el espacio a escoger.
Como cada año el Hotel Meliá Habana, también al oeste de la ciudad, brinda excelentes oportunidades para tener en cuenta. Primero, la posibilidad de escoger uno de sus reconocidos restaurantes para cenar y acto seguido subir hasta el último piso para completar la noche en un bar con encantadoras vistas de esa parte de la ciudad. Es una magnífica oportunidad porque sus restaurantes son muy bien evaluados en las principales páginas dedicadas a la gastronomía cubana.
Pero si se hospeda en el centro de La Habana, un hotel con nombre similar, el Habana Libre, le satisface con una cena cubana en el restaurante Sierra Maestra y a continuación tendrá la ciudad a sus pies en el cabaret Turquino, hermoso mirador ubicado en el piso 30 que le arrebatarán más de una exclamación.
Esperar el Año Nuevo en familia
Es la opción más practicada por los cubanos quienes suelen ser muy alegres y unidos. El cubano gusta de reunirse y a estas celebraciones se suman también amigos y vecinos.
Congregados en una casa de familia pasan todo el 31 de diciembre y esperan con alegría el 1ro de enero. Este último está reconocido en la historia cubana como el momento en que Fidel Castro y sus tropas rebeldes ahuyentaron del poder a Fulgencio Batista y su ejército. Es considerado un día de júbilo y está dentro de los feriados del año.
En un hogar cubano se baila, se canta, se bebe y se come. En medio de todo ese jolgorio hay juegos de mesa como el dominó, preferido por la inmensa mayoría de los isleños a lo largo y ancho de toda Cuba. Siempre habrá alguna “discusión amistosa” sobre pelota o futbol, sobre músicos o artistas o quizás quienes debatan sobre contexto internacional, porque el cubano presume de conocer sobre cualquier tema.
Lo cierto es que no faltará la oportunidad de conocer de cerca sus tradiciones. Como aquella de tirar hacia la calle un cubo lleno de agua, en señal de expulsión de todo lo malo en el año que termina y limpiar la entrada para atraer las buenas influencias en el que comienza.
¿Y qué se come en el fin de año cubano?
Los platos son diversos, como diversos son los gustos. Sin embargo, en una tradicional despedida de año no debe faltar el puerco o cerdo asado. Esta redundante manera de ratificar la cubanía en la gastronomía de la isla ha devenido en símbolo de identidad culinaria. Ya sea una pierna o el cerdo entero, esta receta perdura en los siglos y en el gusto transmitido de generación en generación.
Si quiere agradar a un cubano, disfrute de su puerco asado acompañado de arroz congrí, yuca con mojo, alguna vianda frita y una cerveza bien fría. El resto de los platos pueden ser opcionales, en dependencia de la tradición de cada familia.
No faltarán los postres, de preferencia hechos en casa. Los más tradicionales: dulce de coco rallado, cascos de toronja o naranja agria y fruta bomba; hasta los más refinados como el flan, las torrejas en almíbar o los turrones. Lo cierto es que siempre acompañan sus banquetes para dar ese toque dulce que los caracteriza y no solo en su gastronomía.
Para beber, a gusto del consumidor. No sabría decirle si la cerveza o el ron es la bebida indispensable en las fiestas cubanas de fin de año, o cualquier otra. Hay quien las prefiere a ambas, siempre para brindarle al que pasa por la casa a saludar y desear lo mejor para el próximo año. Pero no se sorprenda si encuentra también sus botellas de vino, refresco y hasta jugos naturales. Porque en estas reuniones hay para todos los gustos y de todos los sabores.
Entonces a pasar en grande el fin de año en Cuba
Elegir no es difícil. Ya sea en el restaurante de un hotel, desde lo alto de un bar-mirador o en la cálida compañía de una familia cubana, quizás esa misma que lo hospeda en su casa, puede abrazar las primeras horas de un año que está por comenzar con alegría y motivación. Disfrute en Cuba de los primeros instantes de un nuevo año, con nuevas experiencias y eternos recuerdos para no olvidar jamás.
