Trinidad, meca de la artesanía en el Caribe

Trinidad, meca de la artesanía en el Caribe

Ubicada en el centro sur de Cuba y distante casi 400 kilómetros de La Habana, Trinidad encabeza la lista de ciudades que en el país preservan con esplendor su centenario patrimonio arquitectónico. Lo reconoció en 1988 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (UNESCO), cuando inscribió el Centro Histórico de este poblado de más de 500 años en la Lista del Patrimonio de la Humanidad.

Pero en esta, una de las primeras siete villas fundadas en la isla cubana por los colonos españoles a principios de 1514, los tesoros no solo han sido construidos de piedra, metales y maderas preciosas. Cada día surgen cientos de pequeñas joyas de la cultura popular, expresadas en distintas artesanías que inundan las calles del mágico pueblo. Así lo apreció otra institución internacional que en julio de 2018 declaró a Trinidad como «Ciudad Artesanal del Mundo».

Una organización para los tesoros menudos

Pinturas en la meca de la artesanía en el Caribe

En la década de 1960, Aileen Osborn Webb fundó en Estados Unidos el Consejo Mundial de Artesanía (WCC por sus siglas en inglés). La organización no gubernamental, afiliada a la UNESCO, se afana en rescatar, conservar y promover a nivel global esta práctica del patrimonio intangible.

La entidad está presente en Asia-Pacífico, Europa, África, América del Norte y América Latina. Desde el año 2014 el WCC lleva adelante una red de Ciudades Artesanales para fortalecer las innovaciones en las comunidades, promover el turismo creativo y crear vínculos entre las personas que trabajan estos tesoros de la cultura popular.

Piezas de hilo en exposicion y venta en las inmediaciones de la Hacienda Manaca-Izanaga del Valle de los Ingenios en Trinidad

Una treintena de urbes en todo el planeta han merecido la condición de Ciudad Artesanal. Entre las cuatro latinoamericanas se incluye, desde 2018, Trinidad por sus prácticas con deshilados, cestos, cerámica y bordados.

El examen a la Trinidad artesanal

Vista de la Iglesia Parroquial Mayor en la Plaza Mayor de Trinidad

En junio de 2018 aterrizó en Cuba una comisión del WCC para escrutar minuciosamente la ciudad de Trinidad y sus alrededores, y decidir si reconocían o no a la llamada «Ciudad Museo», como meca de la artesanía en el Caribe.

El uruguayo Alberto de Betolaza, presidente del WCC para América Latina, ante la prensa catalogó como muy valiosa la herencia y rescate de estas manualidades en Trinidad. Él y sus colegas de una decena de naciones como Chile, Colombia, Guatemala, México enrtet otras, visitaron el taller de la familia Santander, de larga herencia en la alfarería, así como la galería de la pintora Yudit Vidal, quien trabaja con artesanas bordadoras.

La artista y artesana Yudit Vidal prepara una de sus piezas

Los expertos también visitaron plazas de venta como la ubicada en los alrededores de la Hacienda Manaca-Iznaga, otra de la calle Peña, y el taller de la artista Mery Viciedo. Luego del periplo, Alberto de Betolaza aseguró:

«Estoy sorprendido porque todo lo que nos han contado tiene un gran valor, sobre todo porque es una tradición que se fue desvaneciendo y ahora se retoma. Me parece que es lindísimo que la gente se preocupe por investigar, ir a los museos, mirar técnicas, puntos y hacer de esto una parte del futuro de Trinidad.»

Evidencias de una tradición de generaciones

Souvenirs y artesanias en venta en la Hacienda Manaca-Izanaga del Valle de los Ingenios en Trinidad

Las prácticas que sedujeron a los especialistas del Consejo Mundial de Artesanías, son cotidianas e intrínsecas a la identidad de los pobladores de la comunidad. El bordado, la artesanía de mayor desarrollo e historia de cuantas se trabajan aquí, tiene su origen en los ancestros españoles y su conocimiento se preservó en cada generación de féminas locales.

Hoy decenas de miles de viajeros adquieren algún mantel, sábana, servilletas o ropas confeccionadas usando singulares técnicas de la aguja como el crochet de horquilla, deshilado, el frivolité, el encaje de bolillos, o la trinitaria, puntada típica cuyo entramado reproduce el de las rejas coloniales.

Cuadros en venta en la Casa y Galeria Calleyro en Trinidad

Esas expresiones ayudan al sustento económico de numerosas familias, un elemento tomado muy en cuenta por el WCC para otorgar la condición. Por ejemplo, solo en el bordado se estima que haya mil artesanos.

El elogio y la estima a los artesanos de Trinidad no son cosa de ahora. Muchas de las creaciones son aplaudidas más allá del pequeño y hermoso poblado. Se comercializan en importantes eventos nacionales como las ferias habaneras Arte para Mamá y Arte en la Rampa que cada año se celebran en el Pabellón Cuba, del Vedado, así como en la Feria Internacional de Artesanía, principal evento organizado por el Fondo Cubano de Bienes Culturales.

Artesanos proponen sus productos a los turistas que visitan el Valle de los Ingenios

En 2005 esa institución entregó premios a la «Maestría Artesanal» a varias bordadoras de la localidad, así como el «Premio a la Excelencia Artesanal» otorgado por la UNESCO a la fallecida Teresa Toscano.

Conocer la meca de la artesanía en el Caribe

Turistas recorren la Plaza Mayor de Trinidad

Trinidad siempre ha resultado atractiva para miles de viajeros que se aventuran en los senderos del Valle de los Ingenios, o se sumergen en la fascinante historia arquitectónica de la tercera villa más antigua de Cuba. También es sitio para conocer los auténticos ritmos locales en la Casa de la Música, o degustar bebidas tradicionales y curiosas como la Canchánchara.

Turistas y artesanos se mezclan en la Hacienda Manacas-Iznaga

Su reciente declaración como Ciudad Artesanal del Mundo, le da una visibilidad semejante a la de otras urbes incluidas en la selecta lista, algunas de países como China, India, Irán, Chile y Dinamarca. Otro motivo para llegarse a este lugar que pareciera estar detenido en el tiempo.

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