Rumbo al Malecón por la Calle 12 del Vedado

Rumbo al Malecón por la Calle 12 del Vedado

Donde solo queda el recuerdo

La Calle 12 del Vedado comienza donde normalmente termina la vida, la Necrópolis de Cristóbal Colón. Este es uno de los cementerios más hermosos de Latinoamérica, lleno de historias y recuerdos, donde la belleza arquitectónica se mezcla con un aire de tristeza y tranquilidad que atrae a cualquiera con un mínimo de espiritualidad.

Detalle del Panteon de los Bomberos en el Cementerio Colon de La Habana

Desde el siglo XIX este cementerio se ha convertido en una suerte de galería del recuerdo, repleto de estatuas y esculturas en mármol de carrara. Es el único cementerio en Latinoamérica dedicado al Almirante Cristóbal Colón y considerado el segundo más importante del mundo después del de Staglieno en Génova, Italia. En Cuba es considerado Monumento Nacional y centro de atracción turística, la visita es imprescindible si quieres comprender esta parte de la espiritualidad cubana.

En la calle principal del cementerio se apilan los mausoleos y capillas, prácticamente a la entrada está el panteón que dedicara el Ayuntamiento de La Habana a los bomberos que perdieron su vida en la noche del 17 de mayo de 1890. Templada en mármol blanco esta obra de arte es de las más espectaculares del lugar.

Tumba de la Milagrosa, lugar de peregrinacion del Cementerio Colon

El cementerio se ha vuelto un sitio de veneración para los religiosos, espacios como la tumba de Amelia Goiry, conocida en Cuba como «la milagrosa» son de los más visitados y populares. La leyenda popular cuenta la historia de esta mujer que después de quedar embarazada falleció junto a su hijo, siendo sepultada ella con el niño a sus pies. Años después durante la exhumación descubrirían que el niño estaba en sus brazos, lo cual se propagó instantáneamente por toda la isla, convirtiéndose Amelia en «la milagrosa» protectora de todas las madres y futuros hijos.

Mi recomendación es no hacer el viaje solo, buscar una compañía o un guía en el propio cementerio que conozca todos sus mitos, leyendas e historias conmovedoras. Como la también popular tumba del perro que jamás se alejó del lugar donde había sido enterrado su dueño, y al fallecer fue enterrado junto a él.

La esquina de 23 y 12

Vista de la esquina de 23 y 12, al fondo el Cementerio de Colon

Al salir del cementerio de Colón queda ese rezago de haber estado en un lugar rodeado de belleza y muerte, y caminar es uno de los mejores remedios. La esquina de 23 y 12 es una de las más populares en La Habana y hacia allí me dirijo.

Esquina de 23 y 12, la fondo La Pelota

Me recibe un enorme cartel frente a la cafetería «La Pelota», es alusivo al día en que Fidel Castro se declaró el carácter socialista de la Revolución Cubana y a los hechos de Playa Girón, en 1961. La propaganda política en Cuba es muy visible, y por doquier abundan los carteles referentes a fechas históricas relacionadas a la revolución. En frente queda el antes famoso restaurante Cinecittá, especializado en comida italiana y a pocos metros el Cine Chaplin, sede del Festival de Cine Latinoamericano y uno de los más populares de La Habana. Dentro del mismo abundan las exposiciones de carteles de cine cubano.

Cafeteria 23 y 12 en la esquina del mimos nombre en el Vedado Habanero

Justo enfrente, como previa bohemia o sobremesa para aquellos que terminan de ver una película en el cine, está el Fresa y Chocolate, alusivo a la controvertida película de Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío donde se tocó por primera vez en el cine cubano el tema de la homosexualidad.

¿Sushi a lo cubano?

Bajando hacia el mar por la Calle 12, esquina a 17

No quiero mentirles, la comida cubana me encanta, pero la verdad es que muy variada no es. Quizá por eso la mayoría de los restaurantes privados, «paladares», en Cuba han optado por la confección de menús extranjeros buscando así exclusividad o algo que los diferencie del resto. Justo en 21 y 12 hay un restaurant de comida japonesa, de nombre «Noreste» el lugar está lleno de luces y la comida es genial, no voy a adelantarles más nada, solo les paso la invitación.

Chaplin de nuevo

Trafico en la esquina de Linea y 12 en el Vedado, Habana

Ya cerca del malecón se me acerca un mimo, es la mejor imitación cubana que he visto de Charles Chaplin. El hombre sonríe mientras mueve su bastón y pies al estilo chaplinesco, lo miro a los ojos y veo nobleza, carga con flores de papel que regala sin pedir nada a cambio. Me alegra el día y mientras busco una propina con mi mano izquierda le estrecho la mano:

«Que tenga buen día.»

Coche antiguo delante del antiguo Club de Tenis de la Habana

Le digo y el me devuelve el saludo con una sonrisa. El aire comienza a cambiar, ya estoy cerca del mar y mi nariz alérgica lo sabe, en estos días ha hecho un poco de frío, la brisa del malecón se enfurece y se vuelve viento. El sol parece que me vio llegar y comienza a esconderse.

Y es que, por cursi que suene, en La Habana siempre se termina en el Malecón. Aquí vienen los pescadores, los novios que comienzan a salir y hasta aquellos que saben que una discusión siempre terminará bien frente al mar, tampoco faltan los que vienen «a pico de botella» a pasar la noche con los amigos ni los músicos callejeros. De cualquier modo la experiencia es curadora, eso es lo que tiene el mar.

La calle, la gente, La Habana

Vista de 12 y Malecon desde el Torreon de la Chorrera

La Calle 12 es esa otra parte de La Habana de la cual no hablan generalmente las guías turísticas, como ocurre con La Habana Vieja pero igual llena de vida y gente. Desde el Cementerio de Colón hasta el mar la calle es un río de personas, historias y lugares para pasar el rato, disponte a caminarla y conocer un poco más de la vida cotidiana, donde el folklor y las tradiciones tienen su estado más puro.

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