La Quinta de los Molinos, ciudad y jardín natural

La Quinta de los Molinos, ciudad y jardín natural

En medio de La Habana, capital de Cuba, hay un espacio natural en el que es posible estar en contacto directo con la naturaleza y admirar muchos de sus encantos. Nos referimos a La Quinta de los Molinos, Monumento Nacional desde el año 1987. Es un sitio mágico de 4.8 hectáreas, que establece los límites entre los municipios Plaza, Cerro y Centro Habana. Se convierte, como algunos suelen decir, en uno de los pequeños pulmones de la ciudad.

La Quinta y su historia

El primer nombre con que se conoció al lugar antes de 1850, fue Jardín de Tacón. Durante los siglos XVIII y XIX, sin embargo, existían en él dos molinos de tabaco empleados para obtener rapé, de gran demanda en esa época por toda Europa. La Zanja Real, el sistema corriente de acueductos que abastecía a la ciudad de entonces proporcionaba la energía para las trituradoras. Por ese motivo, comenzaron a llamarle La Quinta de los Molinos, tal como se conoce hoy y su extensión superaba con creces el espacio actual.

Estatuas de estilo griego en uno de los jardines de la Quinta de los Molinos

Cuando los molinos desaparecieron, se instaló allí el jardín botánico de la ciudad y la casa de descanso de los capitanes generales de la Isla, colonia de España. Como es sabido, estas personalidades residían oficialmente en el Palacio de los Capitanes Generales, ubicado aún frente a la Plaza de Armas de La Habana Vieja. La Quinta fue construida por el Capitán General Miguel Tacón y la obra estuvo a cargo de los ingenieros Francisco Lemaur y Manuel Pastor, aunque con los años al proyecto inicial se le incorporaron modificaciones. Lo céntrico y estratégico del espacio, la gran variedad de flora y fauna existente, el aislamiento, la tranquilidad y el clima fresco, fueron los elementos decisivos para su elección.

Pequena rotonda que agrupa diferentes senderos para recorrer la Quinta de los Molinos

Entre muchos elementos llamativos en su devenir, trasciende que haya servido de residencia al Generalísimo Máximo Gómez durante sus últimos años de vida, uno de los principales jefes militares en las Guerras de Independencia. Tiempo después, La Quinta pasó a ser propiedad de la Universidad de La Habana y se establecieron en ella las escuelas de Botánica y de Segunda Enseñanza. En 1986 se creó el Museo Máximo Gómez, con recuerdos personales del prócer dominicano-cubano.

Museo de la flora y la fauna

Mariposa retozando en las flores de la Quinta de los Molinos

La Quinta de los Molinos podría pensarse como un pequeño gran museo de la flora y la fauna en medio de la ciudad. En sus áreas viven unas 170 especies vegetales, entre las que resaltan 14 endémicas de la flora cubana y más de 76 especies de animales: ocho de reptiles, cinco de mamíferos, dos de anfibios, 19 de moluscos (incluyendo un endémico local) y 32 de aves, de las cuales 14 son migratorias.

Nenufares en los estanques de la Quinta de los Molinos

Esta variedad fue una de las razones por las que importantes científicos criollos como Felipe Poey Aloy y Álvaro Reinoso desarrollaron parte de sus investigaciones en sus predios. En este lugar, además, fue declarada oficialmente la Mariposa como Flor Nacional de Cuba en el año 1936.

Promoción de la cultura científica

En la actualidad, La Quinta exhibe su esplendor gracias a un reciente proceso de rehabilitación al que fue sometida de la mano de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana y la Sociedad Patrimonio, Comunidad y Medio Ambiente. En ella radica el Instituto Superior de Ciencias y Tecnologías Nucleares (ISCTN) de la Universidad de La Habana donde se estudian, entre otras, las carreras de Física Nuclear y Radioquímica.

Aula Verde en la Quinta de los Molinos

El Jardín Quinta de los Molinos ha sido concebido como un parque cultural para la educación, al servicio de las comunidades aledañas. Por ello, este hermoso espacio natural con frecuencia funciona como sede de acciones a favor del medio ambiente que involucran a niños, jóvenes y a toda la familia. A través de juegos, competencias, concursos y experimentos, se incentiva el amor a la naturaleza, la necesidad de afrontarla desde la sensibilidad y el desarrollo del conocimiento científico, mostrando hasta los más recónditos beneficios de los ecosistemas para la vida humana.

Detalle de maquinaria abandonada en la Quinta de los Molinos

En sus instalaciones, hoy funciona un círculo de colombófilos y de aves de fantasía, un Centro Comunitario de Información Ambiental, un aula ecológica y un área de peceras.

Secretos recientes

Mariposa en las flores de la Quinta de los Molinos

Otro de los muchos secretos que atesora la Quinta de los Molinos y que llama poderosamente la atención, es el primer Mariposario de Cuba, recientemente inaugurado. El visitante puede admirar diversas especies de los bellos insectos, conocer las etapas de su evolución, verlos en su fase de oruga, conocer las crisálidas o incluso, si la suerte lo acompaña en su recorrido, asistir al mágico momento en el que emerge una bella mariposa.

Pareja de blancas palomas en la Quinta de los Molinos

También, como parte de las colecciones del Jardín, se conserva una muestra muy completa de polimitas para su estudio y reproducción, en calidad de especie amenazada de caracol terrestre, exclusiva de Cuba, que sobresale por sus intensos colores y caprichosas combinaciones de estos.

¿Cómo llegar?

Centro de Informacion de la Quinta de los Molinos

Los jardines de la Quinta de los Molinos se hallan en un entorno muy conocido y accesible de la capital cubana. Si se encuentra en el Vedado puede llegar caminando por la Avenida de los Presidentes, conocida por todos como calle G, o atravesando la colina de la Universidad de La Habana y su estadio deportivo. Si está en Centro Habana, lo mejor será tomar por la calle Infanta. Sin embargo, la entrada principal está abocada a la Avenida Salvador Allende o Carlos III, nombre antiguo con el que aún todo lugareño la conoce.

Papagayo en la Quinta de los Molinos

Además de las excursiones individuales, los talleres y encuentros especiales que diseña la institución, en el periodo veraniego La Quinta se incluye en el programa Rutas y Andares que organiza la Oficina del Historiador de la Ciudad.

Curiosidades de un Jardín

Quien se interese en la historia de la Quinta de los Molinos, puede hallar otra curiosidad: antes de convertirse por un tiempo en el Jardín Botánico de La Habana, este se hallaba en el espacio actualmente ocupado por el Parque de la Fraternidad Americana y el Capitolio Nacional, en la parte antigua de la ciudad.

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