Cuba es un archipiélago de bellos, variados y coloridos paisajes. El azul del mar contrasta con el verdor de los campos y montañas, creando verdaderos espectáculos que deleitan la vista y el espíritu, a la vez que invitan a develar sus interioridades. Tal es el caso de la propuesta que motiva este nuevo encuentro: el parque natural El Cubano en Trinidad, un sitio ideal para estar en contacto con la naturaleza, realizar senderismo y regalarle a nuestro cuerpo una buena dosis de aire sano y puro.
El macizo montañoso
El parque natural El Cubano, en la provincia Sancti Spíritus, es uno de esos lugares mágicos que esperan al visitante en el centro de la Mayor de Las Antillas. Se encuentra a unos 15 minutos de la ciudad de Trinidad, en el Macizo de Guamuhaya, el segundo sistema montañoso más importante del país, sólo superado por la oriental Sierra Maestra.
Las elevaciones de Guamuhaya se orientan de norte a sur por cerca de 80 kilómetros. Son conocidas por todos los cubanos con el nombre de Escambray y destacan por su vigoroso relieve y altitud, con algunas cumbres elevadas por encima de los mil metros de altura.
Entre este complejo de naturaleza y diversidad, donde predomina el bosque típico de la premontaña, El Cubano abarca unos dos kilómetros junto a las márgenes del río Guaurabo, lo que propicia que al recorrerlo nos encontremos en un mundo encantado de constante vegetación, frescor y vida.
El parque natural
Generalmente, la mayoría de los viajeros nacionales y foráneos que están de visita en Sancti Spíritus llega hasta El Cubano, pues constituye una de las atracciones naturales más bellas de esa provincia. Además, se localiza a sólo cinco kilómetros de la ciudad turística por excelencia en la región: Trinidad.
En el parque, junto a los sorprendentes paisajes, los amantes del ecoturismo y la historia pueden encontrar variados senderos interpretativos, puentes colgantes, pozos, riachuelos, cascadas y, entre tantas maravillas, realizar caminatas, paseos a caballo, observación de aves, acampadas organizadas, degustar platos de la gastronomía criolla o bañarse en pozas naturales formadas por accidentes geográficos. Los servicios son variados y pueden solicitarse a través de los programas turísticos, especializados u opcionales, disponibles en los diferentes buros y sitios de reservación de las agencias receptivas donde se comercializa el producto local.
El parque cuenta, además, con facilidades de aparcamiento, con un mirador y área de descanso. Todo en esas montañas conspira para hacer inolvidable la estancia del visitante.
Senderos en El Cubano
De paso por El Cubano seguro se adentrará en uno de sus senderos, típicos por permitir el contacto con el ambiente natural y el pasado colonial de esa isla. Entre ellos, se destacan «Huellas de la Historia» y «Cimarrones de Javira». En todos, los recorridos se hallan bien señalizados y tienen un grado de dificultad bajo, por lo que transitarlos es bastante sencillo.
Estas rutas intramontanas regalan la posibilidad de conocer de primera mano cómo era la vida de los esclavos durante la época colonial en el central azucarero El Ingenito, uno de los primeros que fueran construidos en esa provincia. También brindan la oportunidad de entrar en contacto con campesinos del lomerío, visitar una de sus viviendas representativas, conocer sus hábitos y tradiciones. Por otro lado, está el ranchón Los Almendros para saborear una buena comida típica del lugar.
La estancia es ideal para tomar abundantes fotos. La flora se luce en una bella gama de ejemplares, mientras las aves alegran con sus trinos y sus coloridos plumajes. Los matices del entorno natural son espectaculares para atrapar en una buena instantánea para el recuerdo.
Unos 30 minutos después de haber iniciado el viaje, se llega al Salto de Javira. En este punto, para completar el disfrute y asegurar un deleite completo y espectacular, un estanque aparece ante nosotros y nos recibe con aguas frescas y transparentes, que descienden en espléndida cascada. Al sumergirnos, la piel reacciona inmediatamente a la agradable temperatura. A esa altura la vegetación circundante toma un matiz más intenso. El paraje adquiere una hermosura particular, mientras nos relajamos en uno de los tantos fragmentos de paraíso natural que resguardan las montañas de Trinidad, uno de los regalos de Cuba.
Para continuar en El Cubano
Para prolongar nuestra estancia en este pedazo de la geografía cubana, o sencillamente pasar la noche en nuestro recorrido, podemos alojarnos en alguna de las instalaciones turísticas del entorno, sin alejarnos mucho. Entre ellas se encuentran los hoteles Horizontes Finca Ma Dolores, Las Cuevas, Hotel La Ronda y el Hostal Lagunilla, en un radio menor a los cinco kilómetros de distancia. Y a poco más de tres kilómetros, podemos hacer un alto para comer o tomar un refrigerio en el Bistro Trinidad, el Café Don Pepe, El Dorado o el Restaurante Museo 1514.
Cercanas también se ubican otras opciones de especial atractivo, que completarán una digna exploración de esta zona del centro del país. Entre ellas figuran el Reloj Solar del Escambray y la propia ciudad de Trinidad, con su Valle de los Ingenios, su Plaza Mayor, su sugerente historia y múltiples espacios coloniales que le han hecho merecer las categorías de Patrimonio Cultural de la Humanidad y Ciudad Artesanal del Mundo.
En la cima del centro de Cuba
En el Macizo de Guamuhaya también se encuentra el punto más alto del centro de la isla de Cuba, el Pico San Juan, con una altura de mil 140 metros sobre el nivel del mar. Se ubica en la zona montañosa del municipio de Cumanayagua, en la vecina provincia de Cienfuegos, y su ascenso puede convertirse en una verdadera tentación para los amantes de la escalada.
