Empedrado, como su nombre lo indica, fue la primera calle de piedra en la antigua Villa de San Cristóbal de La Habana. Surgió, por supuesto, en la época colonial, en la entonces ciudad de intramuros y se distingue, además, por ser la vía que acogió a la célebre Catedral. A nadie sorprende entonces que encierre infinidad de historias y secretos.
Con los años ha sido denominada como «De lo Empedrado», «Del Empedrado» y «General Riva». Su corto recorrido, de este a oeste, tiene aproximadamente un kilómetro. Nace en la calle Tacón, concluye en Monserrate y es interceptada, en ese orden, por las calles San Ignacio, Cuba, Aguiar, Habana, Compostela, Aguacate y Villegas.
Cuenta la historia
Las memorias de la villa apuntan que para el año 1770, cuando por lo general las calles estaban en muy malas condiciones, Empedrado ya poseía las llamadas «chinas pelonas», piedras lisas que servían para recubrir el suelo usualmente enlodado, pero que provocaban un gran estrépito con el paso de los carruajes. Es famoso e históricamente recurrente el informe del Ayuntamiento en 1821 que reflejaba una “atmósfera ardiente e insalubre” en las casas alrededor de las estrechas calles, saturadas de un ruido ensordecedor.
Los relatos señalan también que la decisión de iniciar el empedrado de la ciudad por esta vía se debe a que a través de ella circulaba una fuerte corriente de agua en temporada de lluvias, lo que nos hace pensar que se volvía prácticamente intransitable. Ya para 1838, las chinas pelonas se levantan y se sustituyen por el sistema de adoquines.
En el punto de la muralla donde iniciaba la calle, según se cuenta, existía una abertura que era llamada «Boquete de los Pimienta», por ser el nombre de una de las familias que vivía en las inmediaciones. Cerca de este mismo lugar, próximo a las márgenes de la bahía, radicó durante algún tiempo del siglo XVIII la carnicería de los militares y existió algo después una de las primeras pescaderías de La Habana, cuya edificación, para 1836, fue erigida bajo el mando del Capitán General de la Isla Miguel de Tacón, ferviente urbanizador de la villa.
Los entendidos aseguran que en Empedrado también radicó el primer sitio para ofrecer peleas de boxeo abiertas al público en todo ese país. Esto ocurrió durante la segunda década del siglo XX en el «Ring Cuba», al interior del patio del periódico Cuba.
Personalidades de Empedrado
En su devenir, Empedrado ha acogido a familias distinguidas de la nación y a algunos de sus hijos ilustres. En una de sus edificaciones nació el médico Tomás Romay, considerado el primer higienista e iniciador de las ciencias médicas en Cuba, a quien se le atribuye el haber introducido las vacunaciones. En su misma casa, años más tarde, el famoso pintor de los gallos, Mariano Rodríguez, instalaría su estudio.
Allí también radicaron las familias de los Condes de Casa Lombillo y de la Reunión; de igual modo, el periodista y patriota cubano Juan Gualberto Gómez dirigió la edición de los periódicos «La Fraternidad» y «La Igualdad», en una de las casonas de la calle.
Edificaciones simbólicas
Además de su gente, son muchos los sitios de Empedrado que la hacen trascender. Sin dudas, habría que iniciar por la Catedral de La Habana, ubicada entre Mercaderes y San Ignacio, que descuella en medio del singular ambiente colonial por su monumental fachada barroca, considerada como la más hermosa y acabada de ese período arquitectónico en Cuba.
En el imponente templo de sobrios interiores neoclásicos, se dice que entre 1796 y 1898 se conservaron en un mausoleo de la nave central los restos mortales del navegante Cristóbal Colón, conocido como el descubridor de América. Hasta ella han llegado, más recientemente, los tres últimos Sumos Pontífices de la Iglesia Católica que han visitado la Isla.
Muy cerca de allí, en Empedrado No. 207, otro rincón es internacionalmente conocido. El bar restaurante La Bodeguita del Medio ha sido espacio de tertulia eterna y atmósfera bohemia, fundado en 1942 e inmortalizado por intelectuales, artistas y políticos, donde las paredes están decoradas con infinidad de recuerdos, la mayoría en forma de grafitis.
Fue sitio predilecto de Ernest Hemingway para degustar un buen mojito, tal como reza en sus muros. De una bodega para la venta de víveres, se convirtió en fonda de deliciosos platos criollos. Por su posición en medio de la cuadra y no en una de las esquinas, como sucedía usualmente, el propietario de imprenta Félix Ayón comenzó a promocionarla como «La Bodeguita del Medio» durante la década del 50 del siglo pasado.
Otros sitios especiales
También entre San Ignacio y Cuba, pero en los números 213 y 215, se halla la Antigua Casa de la Condesa de La Reunión, una edificación de bella y sobria fachada colonial, representativa del llamado barroco cubano, que fuera construida en los inicios del siglo XIX y restaurada en la década del 70 del siglo XX. Desde entonces, alberga al Centro de Promoción Cultural Alejo Carpentier, especializado en la divulgación de la obra del reconocido escritor, Premio Cervantes de Literatura, quien fuera autor de la novela «El Siglo de las Luces», con escenarios en la calle de referencia.
Otro inmueble en particular reviste un gran interés histórico para los cubanos. En el No.2, esquina a Mercaderes, radicaba el bufete de don Nicolás Azcárate, donde trabajó entre 1878 y 1879 el Héroe Nacional de Cuba, José Martí, y donde además cimentó una estrecha amistad con Juan Gualberto Gómez, otro renombrado patriota.
Empedrado desde su arquitectura
Junto a la Catedral y a otros exponentes del barroco, conviven allí edificaciones representativas del eclecticismo, el art noveau, el art decó y el modernismo, que nos hacen descubrir y vivir Empedrado al ritmo trepidante de su arquitectura.