Cuando se disfruta de la arquitectura, el urbanismo y la ingeniería de un país nos acercamos a parte indispensable de su historia y cultura. Las soluciones para resolver las dificultades arquitectónicas e ingenieriles, a lo largo del tiempo, nos hablan del ingenio, la capacidad y mérito acumulado durante siglos de existencia.
De ahí que el patrimonio deba preservarse para ser mostrado como reliquia de cada nación. Cuba cuenta con sobrados ejemplos de hazañas constructivas que sorprenden por su belleza, majestuosidad y gran funcionalidad.
Siete obras cubanas escogidas y una propuesta añadida
Las siete primeras fueron avaladas por la Sociedad de Ingenieros Civiles de Cuba quienes escogieron entre 37 propuestas llegadas de toda Cuba. En esta selección se impone la funcionalidad, la vigencia, el portento, la aplicación de técnicas constructivas modernas, su significación epocal y, por supuesto, el hecho de haberse convertido en símbolos arquitectónicos nacionales de probada valía. Le invito a recorrerlas.
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Acueducto de Albear en La Habana Vieja
Donde nace la calle Obispo, en la Habana Vieja, hallará una estatua que se hace acompañar de una figura femenina. El conjunto simboliza el agradecimiento de la ciudad a Don Francisco de Albear, ingeniero que diseñó el Acueducto que lleva su nombre.
Construido en el siglo XIX condujo el agua a una distancia de 11 km, desde los manantiales de Vento hacia la ciudad. No necesitaba combustible, fue trazado con exquisita destreza y hermosura en su conjunto convirtiéndose en referente para la ingeniería nacional. En la Exposición Universal de París de 1878 se galardonó con la distinción de oro y se tituló Obra Maestra de la Ingeniería Universal. Aún hoy, el Acueducto abastece el 20% del agua que consume la ciudad de La Habana.
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Sifón del Alcantarillado de La Habana
Cuando en el siglo XIX Alejandro Von Humbolt definió que pocas ciudades en el mundo tenían un aspecto más asqueroso que La Habana, podrá imaginar la ausencia de un sistema para evacuar los desechos de sus habitantes. 102 años después, el Alcantarillado de La Habana sigue conduciendo las aguas residuales de buena parte de la ciudad.
El sorprendente conducto tiene 375 metros de longitud y un diámetro de 2.10 metros. Todos sus detalles fueron pensados según la cantidad de habitantes, pero previsoramente se preparó para el doble de su cuantía. ¿En qué radica su genialidad? Todas las “aguas negras” se conducen por gravedad debajo de la bahía, muy cerca del Túnel y bordeando el Castillo del Morro hasta el mar adentro.
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Carretera Central
El diamante incrustado en el suelo, a los pies de la Estatua de la República en el Capitolio Nacional, marca el kilómetro cero de esta extraordinaria vía que unió dos importantes ciudades con La Habana: Santiago de Cuba y Pinar del Río. La Carretera Central ostenta uno de los récords más impresionantes de la ingeniería cubana: 1,139 kilómetros construidos en 3 años y 9 meses.
El diseño de 1927 la definía como una vía ancha y recta; nada menos parecida a la que terminó siendo. Los acaudalados terratenientes de entonces pagaban por acercarla a sus propiedades; de ahí los constantes desvíos, sinuosidades y estrecheces de las vías en determinados tramos. No obstante, si recorre el peculiar camino podrá disfrutar de lo pintoresco de varias comunidades rurales. Un buen motivo para apreciar otra cara de la isla caribeña.
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Edificio FOCSA
El FOCSA, una increíble obra arquitectónica cubana, es la edificación de mayor tamaño en Cuba. Muy cerca del Malecón, está ubicada en la calle 17, en la barriada del Vedado y debe su nombre a la compañía inversionista: Fomento de Obras y Construcciones Sociedad Anónima. Es una torre de estilo racionalista, construida sobre pilotes, donde se utilizó el acero y el cristal.
Aprovechando su privilegiado emplazamiento tiene balcones con vista al mar. Cuenta con 375 apartamentos y en su punto más alto, uno de los restaurantes emblemáticos de la ciudad: La Torre. Allí descubrirá una de las vistas más apreciadas de toda La Habana, de esas que le harán admirar a esta centenaria villa.
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Túnel de La Habana
Para llegar a la parte oeste había que bordear la bahía, recorrido muy largo y molesto. En 1957 se proyectó la construcción de esta arteria que comunica ambas zonas atravesando la bahía. Tardó 28 meses y fue emprendida por una empresa francesa. Tiene 733 metros y cuatro carriles que facilitan el tránsito de casi 6 mil autos por hora.
Es una vía muy rápida y segura debido al empleo de dos tubos de hormigón armado, colocados hasta 14 metros bajo el agua soportando el peso de la misma. Viajar hacia la zona este nos enfrenta a la inmensidad del mar, luego de pasar a través del túnel; de regreso, nos recibe una ciudad viva, enigmática y seductora. Dos rasgos de una misma esencia que define parte del encanto habanero. Sin duda una de las obras de ingeniería más impresionantes de Cuba.
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Puente de Bacunayagua
A 110 metros de altura se unen las provincias de Mayabeque y Matanzas en lo que se considera el puente más alto de Cuba. Con su fabricación en 1959 quedaba sellado el último elemento diseñado para unir La Habana con la atractiva ciudad de Matanzas.
Novedoso en su momento, se usó una estructura de hormigón y láminas de acero para dar forma a los semiarcos que sostienen una de las vías más transitadas de toda Cuba. Con 313.50 metros de longitud, el Puente de Bacunayagua no es solo una maravilla ingenieril en sí mismo, sino que posee el encanto de propiciar la contemplación de un importante paisaje natural cubano: El Valle del Yumurí.
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Viaducto de la Farola
Imagine viajar por una sinuosa carretera de más de 30 kilómetros que ladea una montaña y cuya altura puede alcanzar hasta 450 metros sobre el nivel del mar. Es impresionante, toda una hazaña que demuestra la voluntad del hombre. Era necesario conectar la ciudad de Guantánamo con la villa de Baracoa y la manera más cercana de lograrlo era atravesando el macizo montañoso Sagua – Baracoa.
Para ello se emplearon a más de 500 hombres y varias técnicas ingenieriles en dependencia de las características topográficas que se presentaban. Se usaron vigas de hormigón armado, pilotes empotrados en las rocas, armaduras de acero, materiales todos que en su conjunto conforman esta impresionante obra de la infraestructura vial cubana.
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Capitolio de La Habana
Mi octava propuesta no clasifica en la selección de la Sociedad de Ingenieros Civiles de Cuba, pero la ofrezco como un significativo exponente arquitectónico cubano. Representó a la República, fue sede de la cámara, el senado y ha sido restaurado con el objetivo de que recupere esa función.
Símbolo del eclecticismo cubano exhibe una cúpula definida como la quinta mayor del mundo que puede ser visible prácticamente desde cualquier lugar de la ciudad. La monumentalidad de la escala y el enorme espacio acaparan la atención; pero también el conjunto escultórico y el Salón de los Pasos Perdidos, este último considerado el lugar más importante del edificio. Una elegante construcción de obligada visita para quien esté de paso por La Habana.
¿Por qué deben ser visitadas?
Son únicas por su dimensión y las soluciones técnicas escogidas. Porque continúan prestando un servicio de incalculable valor económico, social y comunicativo para los cubanos. Porque han superado su tiempo convirtiéndose en alegorías de una cultura, una sociedad y su país. Porque sencillamente son las 8 mejores obras de la ingeniería civil y arquitectura cubana, espero pueda comprobarlo.
Es interesante tener estos conocimientos a la mano
Nos alegra que sean de su agrado, Leanne. Cualquier duda, ¡estamos a su disposición!