Los cubanos y muchos amantes de las artes visuales del mundo esperan expectantes cada edición de la Bienal de La Habana. Hasta la capital de la Mayor de las Antillas llegan cientos de artistas, críticos y espectadores para visitar galerías o disfrutar de obras interesantísimas a la luz del sol, en espacios abiertos como el Malecón.
Pocos espacios institucionales tienen el prestigio del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), que ha preparado una gigantesca exposición donde se incluyen varios de los creadores más famosos y de calidad de Cuba, entre ellos algunos que han merecido el Premio Nacional de Artes Plásticas a la obra de la vida.
La mega-muestra se llama «La posibilidad infinita. Pensar la nación» y estará abierta al público durante abril y mayo.
Un país en una galería de arte
El Edificio de Arte Cubano de la institución; tiene otro también magnífico, el de Arte Universal; ubicado en la calle Trocadero entre Zulueta y Monserrate, acoge una propuesta que puede parecer desmesurada pero resulta muy recomendable para quienes pretendan llevarse una idea concisa de lo mejor del arte cubano y sus preocupaciones primordiales.
Es una reflexión artística e histórica sobre «la Perla del Caribe» a través de 400 obras en su mayoría de arte contemporáneo, pertenecientes a los fondos del Museo Nacional de Bellas Artes. Para el proyecto se remozó y transformó el espacio del tercer piso y la galería del patio. Jorge Fernández Torres, reconocido crítico y curador, director del museo dijo a la prensa:
«Pretendemos poner a dialogar obras que se han generado en diferentes momentos históricos, producidas por artistas de diversas generaciones. Es el intento de hacer un recorrido de carácter etnográfico, antropológico e histórico por las disímiles acepciones que puede tener el objeto como valor simbólico.»
El pretexto de las artes visuales tiende puentes hacia otras manifestaciones como la literatura, el cine y el teatro. Cinco proyectos expositivos sobre historia, racialidad, religión, idiosincrasia, se organizaron bajo la sombrilla de la mega exhibición, La posibilidad infinita. Pensar la nación, estas son:
- «Nada personal»
- «Más allá de la utopía. Las relecturas de la historia.»
- «Isla de azúcar.»
- «El espejo de los enigmas. Apuntes sobre la cubanidad.»
- «Museos interiores.»
Este último diseñado junto al Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam y donde se agrupan la mayoría de los Premios Nacionales presentes.
«Museos interiores» de excelentes artistas
En la planta baja del edificio encontramos una muestra variadísima en estéticas, pero unida por la calidad de las obras. Detengámonos en la de aquellos que han merecido el galardón más importante que entrega Cuba a los artistas visuales.
José Villa Soberón es ganador del Premio en 2008 y autor de algunos monumentos muy populares de La Habana como el del «Caballero de París» en la Plaza de San Francisco de Asís y el de John Lennon en el Vedado habanero. Para esta Bienal de La Habana el artista fabricó «Arpegio» y lo emplazó en la fachada principal del edificio. Consiste en un arco por el que puede transitar el público y que referencia la tradición de la escultura cubana.
En la planta baja también expone el gran fotógrafo y creador de instalaciones sobre la memoria José Manuel Fors, premiado en 2016, quien regresó a su estética inicial con «Las materias». La curadora Corina Matamoros Tuma la definió como «memoria escultórica» y dijo sobre la obra:
«Hay un temperamento autoral dispuesto a pensar en la sencillez de los materiales, en el reciclaje de elementos, en los ciclos biológicos, históricos y tecnológicos de la existencia.»
Obras interactivas
René Francisco Rodríguez, quien en 2010 se convirtió en el más joven en ganar el Premio Nacional de Artes Plásticas, revivió su famosa instalación «Taller de Reparaciones» que fue expuesta por primera vez en la Bienal de 1997, donde hace una alegoría del país y su supervivencia en medio de dificultades económicas.
El notable artista explicó a la revista cubana La Jiribilla:
«Me siento en ese momento conceptual de reciclar mi propio trabajo, repasarlo, darle luz. Cosas que se han quedado en el tiempo y que decidí sacarlas del olvido.»
Esta obra de René Francisco es muy interactiva, se puede abrir la puerta y entrar a este espacio de trabajo imaginario, donde se han creado artefactos cuyas luces y timbres se encienden a intervalos, hay sonidos y materiales varios que dan la impresión de estar inmerso en un barrio habanero.
«Museos interiores» es una muestra donde además de estos premiados participan los notables creadores Carlos Garaicoa, Los Carpinteros y Alexis Leyva a.k.a «Kcho». Todos proporcionan con diferentes miradas de interés antropológico y metáforas, un mosaico de recuerdos sobre lo que ha sido un país y sus habitantes.
Otros premios nacionales de Artes Plásticas en el museo
El más reciente en recibir el Premio Nacional de Artes Plásticas es José Ángel Toirac. En 2018 mereció el reconocimiento y ahora llega al MNBA con varias obras, entre ellas «Relicario», una curiosa instalación de 20 pedestales. También con el famoso autorretrato suyo, muy importante en su carrera, «Homenaje a Durero», donde referencia la obra homónima del artista alemán.
También en «La posibilidad infinita. Pensar la nación» expone Manuel Mendive Hoyos, Premio Nacional de Artes Plásticas 2001 y quien alcanzara el Premio Internacional de la II Bienal de La Habana (1986), cuando el evento era competitivo. Es una oportunidad para conocer a este peculiar pintor, dueño de una imaginería que se nutre de las raíces africanas y exponente de los mejor de las artes plásticas en la Bienal de La Habana.
Lo mejor de las artes plásticas en la bienal
El Museo Nacional de Bellas Artes también inauguró, a propósito del evento, una muestra del reconocido artista mexicano Gabriel Orozco, en el Edificio de Arte Universal, en la calle San Rafael entre Zulueta y Monserrate. Además, se desarrollan conferencias de relevantes especialistas internacionales, entre ellos el brasileño Ticio Escobar.
Pero entre los más interesante de la Bienal de La Habana está la participación de una decena de ganadores del Premio Nacional de Artes Plásticas, y la mayoría de ellos expone en el excepcional espacio del MNBA. Allí podrá asomarse a parte de un selecto grupo de creadores de la Mayor de las Antillas.