No hay dudas: el arroz en Cuba es imprescindible en la mesa. Sería casi un sacrilegio su ausencia. Y es que este cereal, desde los tiempos de la conquista española, devino elemento indispensable de la dieta en la Mayor de las Antillas.
La introducción en Cuba de diferentes cultivos, originarios de diversas regiones del mundo, ocurrió paulatinamente. La caña de azúcar, algunas variedades de leguminosas, hortalizas y tubérculos, frutas, especias, el trigo, el café, el cacao, la papa y el «bendito» arroz… llegaron para quedarse. Así fue como poco a poco se impuso el modelo de alimentación de aquella España colonizadora, reforzado con productos como la harina de trigo, los aceites y los vinos.
Porque la dieta aborigen, basada en la yuca como principal elemento para la elaboración del casabe (sustituto del pan), además de otros alimentos como tubérculos, maíz, algunas variedades de frijoles, frutas, pescados y otros productos del mar, junto a las carnes que de manera habitual consumían los indígenas como iguanas, jutías, cocodrilos y aves, era muy diversa, no cabe dudas. Pero con el proceso de transculturación se vio aún más enriquecida. Y el arroz, insistimos, se convirtió en el «rey de la mesa».
¡A comer arroz!
Empecemos por el plato más sencillo, rápido y muy valorado por los cubanos: arroz con huevo frito, tomate y platanito maduro (frito o no). Delicioso y resuelve muy rápido la inquietud de la tripa.
Veamos otras recetas que en Cuba son muy socorridas y las encontrará en cualquier restaurantes o paladar.
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El Congrí
También conocido como moros y cristianos o moros con cristianos, es una receta originaria de España y es una combinación de arroz y frijoles negros, elaborado con especies secas y carne de cerdo.
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Arroz amarillo
Puede tratarse de arroz con maíz y especias o también con verduras y carne de cerdo, o la combinación de carne de cerdo con embutidos como chorizo, jamón o pollo. Es una receta bien socorrida para utilizar todo lo que nos sobre del día anterior y crear un delicioso platillo. El nombre viene dado por el uso del puré de tomate, la bija o el bijol, utilizados para que adquiera esa coloración.
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Paella.
Bueno ya saben, la paella es archiconocida, pero «a la cubana» lleva langostas, cangrejos, pollo, jamón crudo, masa de puerco, masa de pescado, almejas u ostiones ahumados, además de cebolla, ajo, ajíes, pimientos, pimienta, pimentón, vinagre, vino seco, laurel… Así mismo.
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Arroz con pollo a la chorrera
Sabrosísimo. Se elabora con pollo, perejil, ají, ajo, vino seco o vino blanco, bijol o azafrán, pimientos, pimienta, petit pois (chícharos verdes), limón y ¡cerveza!
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Arroz con leche
Sí, con él se hacen deliciosos postres. Hay hasta canciones infantiles que lo mencionan… arroz con leche se quiere casar con una viudita de la capital, que sepa coser, que sepa bordar… Los sabores bien combinados del limón, la leche, la canela y el arroz resultan en una exquisitez imposible de olvidar.
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Ensalada de arroz
Nutritivo y saludable. Ideal para aquellos que luchan cada día por mantener su peso. No sólo brinda la oportunidad de hacer un arroz diferente sino de acompañarlo con verduras. Los ingredientes son: tomates, cebolla, pimientos, pepinos encurtidos, aceitunas, huevos cocidos, pimienta y sal.
Puntualizando
Combinar, de eso va todo con el arroz. Es casi como vestirlo. En Cuba se come arroz con frijoles, arroz con quimbombó, arroz con lentejas, arroz con perritos calientes (hot dogs) en salsa, arroz con carne, arroz con pescado, arroz con vegetales, arroz con suerte… En los comedores de los centros de trabajo cubanos, se le llama «arroz con suerte» a los arroces salteados elaborados con «lo que haya». Toparse con pedacitos de carne, embutidos o vegetales es como tener suerte de encontrarle algo adentro.
De la cocina al argot popular
En Cuba existió una especie de gurú de la cocina tradicional llamada Nitza Villapol. Era la estrella de un programa televisivo, al mediodía, en el que junto a su ayudante Margot confeccionaba platos deliciosos y muy imaginativos con productos tradicionales e incluso echaba mano a otros que eran bien versátiles para sustituir los que estuvieran en falta.
Por ejemplo, el arroz amarillo podía elaborarse muy rico también con pedazos de calabaza o con ¡plátanos pintones!
Existe un acápite titulado «Arroces y Pastas» en «Cocina al minuto», confeccionado por Nitza Villapol y Martha Martínez, que compila todas estas recetas con arroz. Quizás lo encuentre en algún librero en una casa de renta; tal vez en los estantes de los vendedores de libros en ferias y plazas habaneras. Junto a otros de igual temática, son muy útiles, así que puede llevarlo consigo y repasarlo de vez en cuando.
En el argot popular del cubano se utilizan expresiones que hacen referencia al arroz. Por ejemplo, un «arroz con mango» cuyo significado quiere decir que es loco, raro, incongruente. Sin embargo, el arroz con mango es más que un dicho para referirse a enredos y mezcla de cosas, porque su combinación resulta muy agradable. Sólo debe derretir mantequilla en una cazuela, sofreír el arroz, añadir cilantro, pulpa de mango y un poco de sal. Debe remover los ingredientes durante unos minutos e incorporar caldo de pollo. Cocine a fuego lento durante 15 minutos y verá el resultado.
Imposible irse de Cuba sin comer arroz
Recuerde:en Cuba siempre le servirán arroz porque lo consumen, casi más que los propios chinos.
Este cereal es una maravillosa fuente de hidratos de carbono y, por lo tanto, actúa como una gran energético para el cuerpo. Es alto en minerales como el calcio y el hierro, también en vitaminas, como la niacina, la vitamina D, la tiamina y la riboflavina. La fibra del arroz actúa como un escudo contra las células cancerosas. Y por último es un alimento sin colesterol, cuyo consumo ayuda a mantener bajo este indicador en el cuerpo.
Entonces, súmese a la dieta del cubano y disfrute de su plato principal y luego saque sus propias conclusiones.