No parece nombre apropiado para un poblado ubicado en el centro del trópico: Hershey. Sin embargo, así llamaron a un antiguo central azucarero cercano a Santa Cruz del Norte, y al batey que surgió alrededor de la fábrica. La denominación alude también al único tren eléctrico de Cuba y a un hermoso sitio recreativo. ¿Por qué lo llaman El tren de Hershey?
El rey del chocolate y su pequeña colonia en Cuba
Milton Snavely Hershey (1857-1945) fue un empresario norteamericano que visitó la Isla en busca de materia prima para su próspera y famosa empresa chocolatera de Pensilvania. En 1916 compró la zona donde se asienta el central azucarero y construyó uno de las mayores y más eficientes fábricas de azucar de Cuba.
Luego pensó que sus trabajadores debían tener las condiciones adecuadas para ser productivos, y que así su negocio lograría más éxito. Al igual que hiciera en su país natal, fundó en Cuba una “ciudad–fábrica”, conocida en la actualidad como El Batey de Hershey.
El pueblo aún conserva su estructura urbana original, con peculiares y bellas construcciones de piedra, mampostería y madera, de puntales altos y techos inclinados a varias aguas. Las casas están cubiertas de zinc, algunas con chimeneas, ordenadas junto a calles delineadas con precisión y bellos jardines que le siguen imprimiendo atractivo y carácter al pequeño asentamiento.
Después de crear el Central y el Batey, Hershey financió casi 140 kilómetros de vías férreas para la transportación de la caña al ingenio, luego el azúcar producida hasta el puerto, y además para llevar a los trabajadores a la fábrica.
El tren de Hershey, único en Cuba
El famoso tren eléctrico de Hershey comenzó a funcionar en 1922, comunicando el batey con el barrio de Casablanca en La Habana, y con la ciudad de Matanzas. En la actualidad continúa activo y cubre un recorrido por lugares de singular belleza como las cimas de las alturas de Matanzas, el centro del Valle Yumurí, la base de la elevación conocida como el Pan de Matanzas, o el barrio de Versalles.
La «Primera Estación» se encuentra en Casablanca y desde allí cubre un itinerario de aproximadamente 4 horas. Para llegar hasta su salida es preciso atravesar la Bahía de La Habana a través de la lanchita de la Avenida del Puerto, o por vía automotor cruzando el Túnel de la Bahía.
Este tren eléctrico es una verdadera reliquia, casi indispensable para los habitantes de los pequeños pueblos que se encuentran en la ruta, entre ellos Jibacoa, Concuní, Canasí, San Adrián, Corral Nuevo, Margot y Mena.
Los vagones actuales datan de 1944 y fueron donados en 1997 por la ciudad de Barcelona a Cuba. En otros ramales que comunican con la vía principal, también funcionan coches motores eléctricos para la transportación de pasajeros. Uno de ellos comunica a Hershey con Jaruco y otro con el poblado de Caraballo.
Una sección de la línea principal es usada en periodo vacacional para transportar pasajeros desde la Habana a la cercana Playa Guanabo. También funciona otro tren más caro que recorre alrededor de 20 kilómetros. En este caso se emplean dos de los vagones originales construidos en 1917 en Pensilvania, bastante bien conservados.
Un jardín para el recreo
Muy cerca del poblado, a menos de un kilómetro al norte, Hershey creó en 1930 un parque o jardín recreativo y de descanso para sus empleados. Increíblemente el lugar aún se mantiene funcionando.
Su ubicación entre las Alturas Habana-Matanzas, en las inmediaciones del pueblo y la costa, garantiza que este sea un sitio paradisíaco, donde abunda la vegetación tropical con diversas especies autóctonas. Allí fluye, formando hermosos meandros, el río Santa Cruz, cuyo caudal nutría en épocas pasadas la industria del central.
En los jardines está prohibida la caza y la pesca, lo que garantiza la conservación de los peces del río, las jicoteas y las aves que abundan en esta geografía.
Predomina aquí la tranquilidad, sólo los fines de semana se anima un poco más el ambiente, aunque continua siendo una excelente opción para descansar del bullicio de la cercana capital. Entre las áreas activas se incluyen un restaurante con comida criolla, bar, sitios de baile, un parque recreativo infantil y un espacio de baño con su ranchón.
Otros atractivos turísticos cerca de Hershey
Muy próximo al fascinante poblado se encuentra la ciudad costera de Santa Cruz del Norte. También a pocos kilómetros se localiza al Parque las Escaleras de Jaruco, un sitio ideal para el ecoturismo.
Los Arcos de Canasí y el Valle de Picadura, famosos por sus paisajes, la Playa de Jibacoa y el Puente de Bacunayagua, son otros de los atractivos turísticos cercanos la localidad fundada por el magnate chocolatero. Además, recorriendo alrededor de 20 kilómetros al oeste por la Vía Blanca se llega a las Playas del Este de la Habana, balnearios de calidad entre los que se encuentran Guanabo, Boca Ciega, Santa María y Tarará.
Conocer el tren eléctrico y sus fascinantes destinos
Cuando en 1946 se hizo innecesaria la industria azucarera para los proyectos de Milton Hershey, y este vendió sus propiedades en Cuba a otra compañía, seguramente no previó que más de setenta años después su apellido fuera tan recordado en la Isla.