La Hacienda Palmarito, otro recuerdo de Trinidad

La Hacienda Palmarito, otro recuerdo de Trinidad

En Cuba hay pocos pueblos antiguos tan conservados como Trinidad de Cuba, sitio que se localiza a unos 360 kilómetros de La Habana. La villa, tercera entre las fundadas en la isla por los conquistadores españoles, a principios de 1514, se detuvo en el tiempo. No es una frase hecha. Desde mediados del siglo XIX, cuando cesó el auge azucarero de la zona, poco más se ha construido en ella.

Carretera a Trinidad y el Valle de los Ingenios

Por eso sobreviven en sus calles y campos, conservadas con esmero por sus pobladores, increíbles construcciones de la época colonial. El manantial de dinero necesario para que cientos de años atrás se comenzará a levantar la villa opulenta, brotaba en el cercano Valle de los Ingenios.

Donde nacieron las dulces fábricas

También llamado Valle de San Luis, conoció su auge con los cultivos de caña de azúcar y su industria vinculada a la expansión del comercio de esclavos desde finales del siglo XVIII, sostenido por las potencias de la época.

Vista del Valle de los Ingernios en la zona de la Hacienda Palmarito

En 1988 la UNESCO inscribió en la Lista del Patrimonio Mundial el Centro Histórico de Trinidad junto al Valle de los Ingenios, territorio donde vivieron, como verdaderos reyes, las familias Iznaga, Borrell y Brunet, entre otras.

Hasta allí se llega en media hora en auto, aproximadamente, desde Trinidad. Si dispone de tiempo se puede hacer una visita más prolongada por la zona contratando excursiones a caballo desde Trinidad. El paisaje lo merece.

Viajero disfruta del canopy del Valle de los Ingenios en Trinidad

Para vivir la aventura de sobrevolar el Valle hay una estación de canopy con fascinante vista aérea. Tiene su centro de salida en las inmediaciones del Mirador del Valle, al noreste de la ciudad, y está dotada de cinco líneas (tramos) de diferentes longitudes; el mayor es de 350 metros; que suman 1.2 kilómetros, con una altura máxima de 50 metros sobre la tierra.

Viaje a Palmarito

El valle cuenta con 65 sitios arqueológicos, incluidas 13 casas haciendas. Se conservan en la zona los antiguos ingenios azucareros y sus mansiones, entre ellas el famoso Manaca-Iznaga, Guáimaro, San Isidro de los Destiladeros y Buenavista.

Ruinas de la Hacienda Palmarito en el Valle de lo Ingenios

Siempre recomiendo salirse un poco de lo común de las excursiones y explorar los paisajes y lugares que a cada rato te sorprenden en un recodo del valle. Así me encontré con una hacienda que no conocía, la de Palmarito, sitio también patrimonial y más tranquilo que otros con mayor afluencia de viajeros.

En la zona de Palmarito se puede hallar alojamiento en confortables casas de campo particulares. Conocidas en Cuba como “hostales”, estas hospederías cercanas a la hacienda cobran entre 20 y 40 CUC por noche y tienen pocas habitaciones disponibles, por lo que le recomiendo reservar con antelación si no quiere hacer el viaje de regreso a Trinidad.

Una hacienda y su ingenio

Hay un libro clásico para los historiadores cubanos; «El Ingenio», de Manuel Moreno Fraginals; donde se reconoce a Palmarito como uno de los colosos fabriles de la producción azucarera. Fue fundado por José Mariano Borrell y Padrón, el hijo de una estirpe proveniente de Cataluña.

Turistas se toman foto en los alrededores de la Hacienda Palmarito, la fondo el Valle de los Ingenios

En enero del año 1830 es heredado por las hermanas Isabel María y Ángela Josefa Borrell y Lemus; esta última lo lleva entre sus bienes a su matrimonio con Nicolás de la Cruz Brunet y Muñoz, futuro Conde de Casa Brunet, Caballero Gran Cruz de la Real Orden Americana de Isabel la Católica.

Dotado de modernos trenes (calderas) al vacío y otras innovaciones, pudo sobrevivir a la crisis de 1850, pero como la mayoría de las fábricas en su sector del Valle, no soportó los bajos precios del azúcar que trajo la tregua de la Guerra de Independencia de Cuba contra España (1878-1895). Sus dueños tampoco pudieron invertir en la nueva tecnología que requería el momento y cayó, definitivamente, en proceso de demolición en el año 1886.

Poblado pintoresco

En la actualidad el área de la antigua hacienda Palmarito cuenta entre sus atractivos históricos con una enfermería, una torre campanario, así como las ruinas de la mansión y de las instalaciones fabriles del ingenio. Alrededor de la hacienda se levanta un poblado típico de la zona, con poco menos de 1,000 habitantes.

Las ruinas de la Hacienda Palmmarito se mezclan con el poblado del mismo nombre

Muchas de sus edificaciones fueron en el tiempo de la esclavitud barracones de esclavos. Existen todavía las ruinas de lo que fue el cementerio de esos que trabajaron sin descanso, precisamente como esclavos.

Entre las modestas viviendas de su caserío se destaca una torre de dos cuerpos, abierta en arcos de herradura por sus cuatro caras. Me recuerda aquellas películas del western, en las cuales los tiradores de Winchester se apostaban en sitios similares.

Turista otea el Valle los Ingenios desde el mirador

Pero es un lugar tranquilo y menos polvoriento. La torre se eleva sobre la fachada de una construcción de mampostería de trazado cuadrangular en base a dos series de muros paralelos entorno a un patio central, cuyo uso se estima que haya sido el de enfermería.

Los restos constructivos de edificaciones destinadas a los procesos de obtención del azúcar, como la casa de paila y de purga, permanecen en pie, así como los de la casa hacienda. La mansión está alejada sobre una pequeña elevación natural a la que conduce un camino empedrado, para dominar visualmente el centro productor, como era usual en los bateyes (poblados) de ingenios.

Antigua locomotora que recorre el Valle de los Ingenios con turistas

Como en todo el Valle de los Ingenios, se pueden hacer fotos del espectacular paisaje, y conocer la vida de los típicos pueblos de los campos de Cuba. No es raro encontrarse con algún guateque o parranda campesina, y disfrutar de música tradicional, o ser testigo de carreras a caballo y torneos de baseball; muy popular en la isla; realizados en un estadio improvisado en un espacio robado al bosque.

Es una zona de muchos árboles maderables y frutales como el mango, aguacate, anón, guayaba y mamoncillos que venden algunos pobladores. Además se pueden distinguir frondosas ceibas y cocos.

Vista del Valle de los Ingenios, al fondo la hacienda Palmarito

Aquí y allá se descubren las huellas de la antigua riqueza que fluía, gracias a la explotación de los esclavos, desde el valle hasta el imperio del azúcar en Trinidad.

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