Una noche de jazz en La Habana

Una noche de jazz en La Habana

Imagina que enciendo la victrola, que escuchamos Bacalao con Pan, una famosa pieza de Irakere de finales de los años setenta. Poco después te invitaré a salir a la calle para descubrir la noche habanera. Así, como si fuésemos amigos hace tiempo, conversando por Línea o 23, dos de las avenidas más concurridas del Vedado.

Lo primero que te diría es que en La Habana hay muchas noches. Como toda gran ciudad del siglo XXI, la noche desenfrenada del house o el techno convive aquí con la noche de los riffs y las camisetas oscuras del heavy metal, con la noche de las voces románticas que reclaman el tiempo perdido en un bolero. Debes saber eso; es lo primero.

Jazz en La Habana

Pero hay otra noche, muy especial, un cierto espacio intermedio, en la que confluyen lo popular y lo clásico, el baile y el salón, el desparpajo y la sutileza, y donde se puede disfrutar de primera mano de algunos de los maestros más importantes de la música cubana: la noche del jazz.

A dónde ir

 

Si alguna vez has visitado el Ronnie Scott’s de Londres o el Blue Note de Nueva York y te han parecido sitios caros, en La Habana puedes escuchar a artistas como Roberto Fonseca, Harold López-Nussa y Aldo López Gavilán, aplaudidos en festivales de medio mundo, por precios que van desde los 2 hasta los 10 CUC (entre 1 y 8 euros) la entrada.

En La Zorra y el Cuervo, el Jazz Café o el Café Miramar, emblemáticos clubes cargados de sonidos, no solo puedes tomar una buena copa y conocer gente interesante, sino también escuchar una trepidante jam session en vivo hasta altas horas de la madrugada.

Festival de Jazz de La Habana

En el Vedado, justo sobre la calle 23 y a pocos metros del Hotel Nacional, La Zorra y el Cuervo tiene una exigente programación de lunes a domingo, entre 9 PM y 4 AM. En el mes de noviembre estarán allí artistas como el trompetista Yasek Manzano y su grupo (día 22), el saxofonista Carlos Miyares (día 25), el exvocalista de Irakere Óscar Valdés con su grupo Diakara (día 28) y la pianista y cantante Bellita y su Jazztumbatá (día 29).

El Jazz Café es un moderno club, situado frente al Hotel Meliá Cohíba y al Malecón habanero, en el que puedes beber una excelente Piña Colada y escuchar cada noche a figuras como el saxofonista César López y el pianista Roberto Fonseca. Pero si prefieres un lugar más cosmopolita y bohemio, con mayor movimiento de artistas y gente con swing, entonces debes visitar el Café Miramar, ubicado en calle 94 y Quinta Avenida, en el Municipio Playa.

Preparandose para la descarga

Otro lugar a tener en cuenta en tus paseos es el Teatro del Museo Nacional de Bellas Artes, en la Habana Vieja, a un costado del Monumento al Yate Granma. Allí se programan con frecuencia conciertos más íntimos y especiales en los que los grupos de jazz presentan sus nuevos discos o celebran algún aniversario.

Un poco de historia

Sonido de la mnusica Jazz en La Habana

Durante el paseo hablaremos un poco también sobre la historia del jazz cubano. Te contaría, por ejemplo, que entre los hitos del jazz cubano, entre los momentos realmente grandes, están las descargas en el Nueva York de los años cuarenta de la Orquesta de Machito y Mario Bauzá, y la colaboración entre el trompetista Dizzie Gillespie y el percusionista Chano Pozo, que dieron origen a lo que se conoce como jazz afrocubano.

Y también la creación a inicios de los sesenta de la Orquesta de Música Moderna que, bajo la tutela del maestro Armando Romeu, acogió a varios de los mejores músicos de la época, algunos de los cuales, entre ellos el gran pianista Chucho Valdés, fundaron en 1967 el grupo Irakere.

Noche de Jazz en La Habana

Para hablar de Irakere («vegetación», en lengua yoruba) quizás tengamos que encender un cigarrillo, o pedir un té en Cuba libro, uno de los tantos cafés particulares que se han abierto en La Habana en los últimos tres años.

La banda de Chucho fue una explosión delirante de fusión en el cielo de la isla que contaba entre sus filas con varios instrumentistas geniales como Arturo Sandoval, Paquito D’Rivera y Carlos del Puerto, y que «internacionalizó» el jazz cubano tras su espectacular actuación en el Festival de Jazz de Newport, Nueva York, en 1978.

La Habana tiene una larga tradicion de Jazz

Nada volvería a ser igual desde entonces. En los ochenta despegaron figuras de primer nivel internacional como los pianistas Emiliano Salvador, Gonzalo Rubalcaba, Hernán López-Nussa y el grupo Afrocuba, para luego asistir, en las últimas tres décadas, a la eclosión de jóvenes jazzistas con un altísimo nivel técnico, resultado del rigor académico de las escuelas de música que creó desde sus primeros años la Revolución cubana.

Festivales de jazz en La Habana

Pudiéramos hablar mucho más, pero en este punto del camino te recomiendo que no te pierdas los dos festivales más importantes que se celebran anualmente en la Isla durante los meses de noviembre y diciembre, respectivamente: el Jojazz y el Festival Internacional Jazz Plaza.

Festival de Jazz Joven, JoJazz, de La Habana

El Jojazz es un revolucionario concurso para jóvenes jazzistas que ha lanzado internacionalmente a súper dotados como la baterista Yissi García, el bajista Gastón Joya o la vibrafonista Tamara Castañeda.

Fundado por el maestro Bobby Carcassés en 1980, el Jazz Plaza – como lo conocen los cubanos – es una verdadera fiesta multicultural que expande el jazz a los teatros y los espacios al aire libre de la ciudad.

Descarga en La Zorra y el Cuervo

Gracias al Jazz Plaza hemos podido disfrutar a lo largo de los años de un diálogo musical sin precedentes entre figuras cubanas y mitos del jazz como el propio Gillespie, Max Roach, Charlie Haden, Airto Moreira, Ronnie Scott y Tete Montoliu.

Después de estas recomendaciones, seguro estaríamos de acuerdo en que no basta con tener información, ni con «saber», en teoría, todas estas cosas.

Jazz Cafe de La Habana

El jazz que se hace en Cuba es creatividad, técnica refinada, fiesta de los sentidos. Y escucharlo es un verdadero regalo, no solo porque te permite viajar a las genuinas esencias del género creado en Nueva Orleans – esas que todos conocemos – sino porque su propia mezcla de ritmos latinos y caribeños, su apego a formas tradicionales de la música cubana como el son, el mambo o el danzón, lo convierten en un cóctel que nunca olvidarás.

Ya una vez sentados en el bar que hayamos escogido, después de nuestro paseo, justo a punto de comenzar el show, nos miraremos a los ojos con complicidad y brindaremos por nuestra salud… y la del jazz cubano.

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