Nuestro José María Heredia y Heredia, muchas veces postulado de manera extraoficial como «Poeta Nacional de Cuba», desanda las calles de Santiago de Cuba. Aún en medio del calor y traspasando todas las barreras temporales, el célebre creador, su obra y pensamiento llenan los espacios de la ciudad oriental.
De igual modo los santiagueros lo mantienen vivo: un teatro, una calle, un parque… Todos llevan su nombre. Entre esos centros e instituciones, el Museo Casa Natal José María Heredia tiene una significación especial, pues el 31 de diciembre de 1803 nació allí el primer poeta romántico de América.
Breve historia de una casa
Cuentan que fue en 1803 cuando llegaron los padres de Heredia a Santiago de Cuba. Se alojaron entonces en la vivienda marcada con el número 6 de la calle Catedral, entre Pío Rosado y Hartmann. El último día de ese mismo año le nacería un nuevo integrante a la familia, el pequeño José María. Aún era niño cuando su padre fue nombrado «Asesor de la Intendencia de la Florida Occidental», y abandonaron temporalmente Cuba.
Así comienza la historia conocida de la casa natal de Heredia. A través de los años, el inmueble fue propiedad de varias familias santiagueras e incluso se dice que sirvió de barracón y hospital de esclavos, hasta quedar abandonada y en ruinas.
Años después de la muerte del escritor, en 1889, se funda en allí la Asociación Junta Heredia con el propósito de rescatar el edificio y convertirlo en un centro difusor de las ideas del también patriota cubano. El 4 de noviembre de ese año fue declarado Monumento Nacional Tangible, y desde entonces se ha destacado por ser uno de los ejes fundamentales y simbólicos del desarrollo de la cultura santiaguera.
Joya de la arquitectura nacional
La casa que vio nacer a Heredia es, en sí misma, una joya por sus valores históricos y arquitectónicos. Fue construida a finales del siglo XVIII y consta de una superficie total de 610 metros cuadrados. Entre sus piezas destacan la sala, la habitación principal, el comedor y el patio, además de un comedor lateral y un colgadizo. El patio es uno de los elementos más atractivos y, junto a los pisos de cerámica, la cubierta, los muros y la escalinata, recrean como pocos la atmósfera colonial de los tiempos de su creación.
El Museo Casa Natal se crea precisamente para conservar esta reliquia. Fue restaurado en el año 1959 y desde 1997 está bajo custodia de la Oficina del Conservador de la Ciudad. Para traerlo al presente fue necesario, entre otras acciones, reconstruir la mayoría de sus pisos a partir de los restos hallados en las excavaciones. Como resultado, se mantuvo el aspecto original.
¿Qué encontrar en la Casa Museo?
En ese hermoso sitio, Heredia nos llega representado a través de la mirada de diversos artistas. Está inmortalizado en obras de José Uranio Carbó, Justo Orozco Luvín, José Bofill Cayol y Juan Emilio Hernández Giró. Además, se exhiben documentos y otras reliquias donadas por descendientes del escritor que aún viven en la oriental ciudad cubana.
Pero contrario a lo que pudiera pensarse, la institución no sólo está dedicada al «Cantor del Niágara». Más que objetos relacionados directamente a la vida y obra del artista, las tres salas expositivas regalan una singular colección de piezas funcionales y decorativas que nos transportan a través del tiempo: muebles que van desde principios del siglo XIX, representativos del estilo imperio criollo, hasta otros más modernos de inicios del XX; finas joyas de cristalería y porcelanas de procedencia italiana, alemana y francesa, así como lámparas y candelabros de bronce. A esta muestra se suman piezas halladas en búsquedas arqueológicas locales.
José María Heredia en la memoria
En homenaje al autor del «Himno del Desterrado», en 1895 se crea en Cuba la placa José María Heredia que entrega el Ministerio de Cultura de la Isla a personalidades y entidades con significativos aportes a la cultura cubana. También, y desde hace muchos años, la calle donde se erige el museo cambió su nombre a «Heredia», por acuerdo del ayuntamiento.
Es así como, más que un lugar para reencontrarnos con el pasado colonial y un ilustre literato y patriota antillano, desde la casa museo se coordinan, dirigen, desarrollan y promueven acciones culturales y comunitarias en favor del arte y la literatura. Son muy reconocidos los proyectos, círculos de interés, talleres, ciclos de conferencias, concursos y otras acciones que implican a la vecindad y las escuelas cercanas. Todos proponen sentar sólidas bases para la creación literaria, la publicación editorial y la formación de nuevos talentos locales.
Si lo deseamos, durante nuestra estancia en Santiago de Cuba podemos recorrer el Museo Casa Natal a través de una visita dirigida o de manera individual, generalizada. Si tenemos la suerte de estar en la ciudad durante el segundo viernes de cualquier mes, podremos disfrutar en su peña y tertulia cultural «Crónicas de mi ciudad», a las 4:00 de la tarde. Sin dudas, tendremos la oportunidad de conocer una faceta diferente de la urbe histórica y caribeña, y de su gente, además de sentirnos un poco más cerca del insigne poeta y periodista.
Celebraciones especiales en la Casa Heredia
Dos momentos esenciales dan vida a Heredia y a su Casa Natal: el quinto mes del año, cuando se realiza la jornada «Fulgor de Mayo», y el 30 de diciembre, cuando una gran fiesta, llena de arte y pueblo, espera para conmemorar el natalicio de quien:
«…exaltó con el corazón las bellezas de su Cuba adorada.»
Como dijera otro grande de aquellas tierras, José Martí.