De muchas maneras y en varios lugares, la naturaleza ha sido extremadamente bondadosa con Cuba, la mayor isla del Caribe. Podríamos citar muchísimos lugares increíbles dentro de ella, pero uno resalta sobre el resto porque la presencia del hombre moderno la ha enaltecido. Un caso cuánto menos extraño.
En este viaje a Las Terrazas vas a descubrir por qué el proyecto comunitario es referente en cuanto a turismo sostenible. Cientos de años de explotación desmedida, irracional de los recursos originarios, tuvieron un freno definitivo y la nueva urbanización montañesa demostró lo que es posible lograr con la voluntad humana.
Ubicada en la Sierra del Rosario, en la joven provincia de Artemisa y a unos 45 minutos en coche hacia el oeste de La Habana, durante las décadas más recientes se ha convertido en un destino muy atractivo, diríamos que imprescindible para los excursionistas que prefieren el ambiente verde intenso, sano y aventurero.
Llaman la atención las ruinas de antiguos cafetales, la observación de maravillas silvestres, los paseos a caballo o en barca por el lago y las variadas ofertas gastronómicas al más puro estilo criollo. También se precian de las creaciones artísticas y artesanales de la localidad, con el uso extensivo de materias primas biodegradables.
El Canopy Tour de Las Terrazas
El Canopy Tour es la opción más emocionante. Tarzán se moriría de envidia al vernos descender por el estrato superior del bosque, rozando las copas de los árboles o entre ellos, a casi 40 kilómetros por hora. Algunos lo consideran un deporte extremo, aunque bastaría con aprovecharlo como ejercicio liberador de tensiones, de adrenalina curativa, hasta con un buen grito que se escape.
El trayecto está diseñado durante 800 metros a través de un grueso cable de acero. Se inicia a unos 25 metros de altura y poco a poco vamos descendiendo impulsados por la fuerza de gravedad y nuestro propio peso, confiados en el sistema de arneses que nos soportan.
Alrededor de una hora dura esta experiencia, mientras tenemos «descansos» en cinco plataformas intermedias, emplazadas a diferentes alturas. Por un precio de unos 22€, de nueve de la mañana a seis de la tarde está abierta dicha opción, que se vende como pan crujiente en uno de los pocos lugares de Cuba donde está disponible. Miles de turistas llegan hasta allí guiados por las agencias de viajes o en plan individual, para mirar la tierra a velocidad y desde arriba.
Flora y Fauna en Terrazas
Si su objetivo es adentrarse en el monte, tocar con las manos y los ojos lo bello que transpira, entonces deberá elegir entre varios senderos de las Terrazas que compiten por adueñarse del paisaje y la vida que exhiben, sumergida en ecosistemas bien conservados, ideales para el ecoturismo. Pues no pierda más tiempo, vístase con ropas frescas, calzado cómodo y ligero, cubra su cabeza y jamás olvide su cámara fotográfica, que estamos listos para partir.
Difícil será la decisión, en términos de opciones y tiempo. La observación de aves resulta una experiencia increíble para los naturalistas y amantes de estas criaturas. Dicen que en esa zona viven alrededor de 115 especies de aves migratorias y algunas endémicas, con alto valor biológico. Despreocupados, vuelan el arriero, el tomeguín del pinar, el sinsonte, el tocororo, el cabrero, el ruiseñor, las garzas y el zunzuncito, entre muchos otros, mientras que mirando hacia arriba dejamos escapar a curiosos lagartos de agua o a una de las ranitas más pequeñas del planeta.
Algunos recorridos se especializan en el mundo vegetal, casi siempre en escalada como la caminata a la Loma de El Taburete, con 452 metros de altitud, entre empinadas laderas que guardan una diversidad impresionante, con bosques tropicales, subtropicales y tupidos matorrales, donde se estima que existe un 34 por ciento de endemismo.
Igualmente, desde Las Terrazas se pueden reservar excursiones interesantes y cortas como la visita al orquideario de Soroa o al pueblo de Candelaria, y otras más largas a la ciudad de Pinar del Río, al Valle de Viñales y a Cayo Levisa.
Los cafetales
Un lugar especial en este paisaje ocupan los cafetales que en épocas pasadas constituyeron la actividad económica principal. Para adentrarse más en la historia de estas antiguas fincas cafetaleras de la zona, puede llegarse al restaurante Buenavista, construido donde alguna vez funcionó la hacienda del mismo nombre que también es un pequeño museo sobre el cultivo de inicios del siglo XIX, impulsado por la presencia de inmigrantes franceses.
Se puede elegir el sendero denominado «Hiking El Contento», para andar por 9 kilómetros y visitar las ruinas de las haciendas San Idelfonso y El Contento. En caso contrario, seleccione el sendero «Santa Serafina» donde se topará con los restos del Cafetal Santa Serafina, situado a orillas del río San Juan. Precisamente el San Juan es el centro de la dinámica vacacional. El traje de baño nunca puede faltar, pues casi todas las excursiones terminan allí para refrescar entre suaves saltos de agua y agradables pocetas.
¿Donde alojarse en Las Terrazas?
Para disfrutar a plenitud de todas las oportunidades que brinda Las Terrazas en sus más de cinco mil hectáreas de bosques, montañas y ríos, quizás deba alojarse en el hotel Moka, un resort de cuatro estrellas integrado total y literalmente al paisaje local, con todas las facilidades correspondientes o probar la hospitalidad en una de las decenas de casas particulares que rentan una estancia verde, repleta de aire puro, entre tradiciones campesinas.
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