El Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana, está dividido en dos sedes con distinta localización. El edificio de arte universal está justo frente al Parque Central. Como dicen los cubanos, no tiene pérdida, en el mismo centro de la parte vieja de la ciudad, bordeado por las calles Agramonte y San Rafael.
El recinto no sólo cobija más de dos mil piezas de arte de célebres artistas de todos los continentes, distribuidas en cuatro mil 800 metros cuadrados de área expositiva, sino que acoge una de las principales colecciones de pintura y escultura de América Latina. Igualmente es, en sí mismo, una interesante obra de arte. De estilo ecléctico, sobresalió en su época. Para 1927 sobrecogió por el lujo de sus materiales: mármoles de Italia y España, carpintería de caoba cubana, lámparas en bronce, cristales de Bohemia y vidrieras importadas de Madrid.
El ingenio y buen gusto de sus diseños exteriores aún generan una profunda impresión. Pero la mayor sorpresa nos espera detrás de sus puertas. Todos se preguntan cómo llegaron tantas reliquias griegas, romanas y egipcias a ese rincón del Caribe. ¿Cómo es posible encontrar allí obras del renacimiento italiano o del barroco español?
La colección incluye piezas de arte milenarias
No olvidemos que hace apenas 60 años Cuba contaba con una de las burguesías más adineradas del continente, tan acaudalada como cualquier otra y asidua a los principales centros artísticos y culturales de Occidente. A mediados de los años 50 del siglo pasado, el museo recibió una colección de arte antiguo considerada entre las más valiosas e importantes del mundo. El obsequio provino del aristócrata cubano Joaquín Gumá, Conde de Lagunillas, quien antes de su muerte dispuso la entrega al patrimonio nacional de 600 piezas de arte únicas, antigüedades etruscas, egipcias y grecolatinas, sumamente apreciadas por su variedad y riqueza.
Cuando entramos al museo, de pronto parece que ya no estamos en Cuba. El colorido y el bullicio de las calles superpobladas del centro se diluyen de repente. A medida que avanzas, el ambiente se hace más tenue, misterioso y entonces aparece lo increíble.
La muestra egipcia, por ejemplo, está dividida en dos salones: uno representa la vida y el otro la muerte. Guardado bajo siete llaves se muestra un sarcófago de madera policromada, acompañado por escarabajos del corazón y un papiro original del Libro de los Muertos. La obra más codiciada de la colección es la cabeza de Amón. Esculpida en basalto negro, es una joya arqueológica que muestra un trabajo artesanal experto, refinado, verdaderamente minucioso.
Algunas pistas útiles
A pocas cuadras se encuentra la instalación destinada a la colección de arte cubano. Pero no se desespere, ya llegaremos allí. En La Habana turística, sin dudas el museo aparece como una de las opciones más interesantes y económicas. Además, le ofrece la libertad de recorrerlo a su ritmo, a su propio aire, de forma más íntima o con un guía a modo de visita dirigida. La entrada cuesta 5.00 cuc (menos de cinco euros) por persona y se encuentra siempre abierto de martes a sábado, entre las 10 de la mañana y las 6 de la tarde. Los domingos, el horario de servicios se reduce entre las 10:00 am y las 2:00 pm. Los menores de 14 años no pagan y el uso de equipos para hacer fotografía depende del área de la instalación en que usted se encuentre. Debe consultar.
España y Europa, la colección más importante
La muestra de arte español cuenta con unas 700 obras. Es la más numerosa de todas las internacionales y aseguran los expertos que es la mayor colección de la escuela de arte español, fuera de España.
Las piezas de arte van desde el siglo XV hasta el XX, destacándose autores del Siglo de Oro español, tales como Luis Tristán con Martirio de San Andrés, José de Ribera (San Sebastián, San Juan Bautista y Santa Catalina de Alejandría), Francisco de Zurbarán (La Virgen de la Manzana). Del modernismo, sobresale un amplio conjunto de obras de Pablo Picasso, Joan Miró y Eduardo Arroyo.
Los fondos europeos también incluyen creaciones de maestros franceses, italianos, holandeses, belgas, alemanes e ingleses. Óleos de Sorolla (Valencia, España, 1863), retratos de Tischbein y otros realizados en Hesse-Kassel, dibujos provenientes de Fontainebleau y Barbizon, y cientos de cuadros y esculturas de representantes de los movimientos artísticos de Amberes, Haarlem y Ámsterdam, conforman una sólida propuesta.
Por su parte, América está representada principalmente por los mexicanos Miguel Herrera y José Alcíbar, acompañados por las escenas bucólicas y naturales de los estadounidenses Warren Bradford y Tomás Creswick.
Un museo en La Habana turística
Frente a la fachada principal del museo, por la calle San Rafael, se inaugurará el primer alojamiento cinco estrellas plus de Cuba, el Hotel Manzana Kempinski, para redondear un paquete de lujo sin apenas moverse. Todos esperan ansiosos la inauguración de la obra que dista unos 60 metros de Bellas Artes. A muy pocos pasos, también encontrará los hoteles Inglaterra y Telégrafo, el bar restaurante El Floridita, el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, el Capitolio Nacional y el Paseo del Prado con el Parque Central.