Museos de Trinidad

Museos de Trinidad

Trinidad es una ciudad como pocas. Su arquitectura e historia hablan por sí solas de un desarrollo económico y social que llega hasta la actualidad. La villa fundada en 1514 conserva su esplendor luego de permanecer intacta por siglos, como si el tiempo no hubiese pasado por allí.

Vista aerea de la Plaza Mayor de Trinidad

Para conocer Cuba es importante llegar hasta esta villa y explorar sus hermosos museos. Sitios que evidencian la riqueza cultural de la ciudad, desde sus comienzos hasta hoy. Para el viajero este recorrido es revelador, en tanto descubre los vericuetos históricos de Trinidad, las peculiaridades de sus casas, de su evolución económica, de su relevante papel en la construcción de un patrimonio nacional inigualable.

La historia museable de Trinidad

Los museos de Trinidad son únicos en el país. Por ello, le invito a transitar por aquellos que despiertan la curiosidad de todo el que se acerca a la joya colonial cubana. Esta es una experiencia prácticamente imprescindible si desea conocer el devenir de la gran villa y la inmensa historia del país.

Museo de Arquitectura Colonial de Trinidad

Vista del Museo de Arquitectura Colonial de Trinidad

Una de las reliquias trinitarias. Luego de remodelaciones e intensos procesos de conservación, el Museo de Arquitectura Colonial de Trinidad muestra todo el esplendor colonial que alguna vez tuvo la villa, basado en el desarrollo de la industria azucarera y la explotación de esclavos.

La casa donde está enclavado se localiza en el centro de la ciudad, específicamente en la Plaza Mayor, y pertenecía a una de las familias vernáculas de la villa: la Sánchez Iznaga. Conserva el estilo constructivo clásico colonial, con sus grandes puertas y ventanas de madera, así como un techo hecho de cedro, realmente espectacular para la vista.

Museo de Arquitectura Colonial de Trinidad

En su interior, el visitante se encuentra directamente con los estilos de vida, el mobiliario y la decoración propios de las construcciones coloniales cubanas y latinoamericanas. Pero también, podrá constatar las peculiaridades de las construcciones locales como las variedades de puertas, la carpintería, la variedad de techos, los ladrillos aplantillados, los pisos, las piezas de madera tallada, colección de herrajes y objetos de valor histórico.

Este es uno de los museos que mejor ilustran el desarrollo que alcanzó la villa en la etapa colonial.

Museo Nacional de Lucha contra Bandidos

Museo Nacional de Lucha contra Bandidos

Uno de los recintos que acercan al visitante a la historia más reciente de Cuba. El local, antes Convento de San Francisco de Asís, fue construido en el siglo XVIII. Del original hoy solo se conserva la torre que funciona como mirador. Desde su cima se disfruta de la hermosa villa de Trinidad, con sus calles estrechas, sus parques, casas coloniales y sus inconfundibles techos de tejas rojas.

Vista de las montanas del Escambray desde el Museo Nacional de Lucha contra Bandidos

Desde 1984 se alza este espacio que describe el enfrentamiento de los cubanos contra los bandidos, deseosos por destruir la recién instaurada Revolución Cubana. Como parte de su colección recoge mucha de las vestimentas y armas de los combatientes que murieron en la lucha, así como una amplia recopilación de fotos, cartas y documentos de la época. Se aprecia además parte del armamento pesado utilizado en combate como tanques y avionetas. Restos de una historia gloriosa y triste a la vez. Este museo demuestra todo el poder armamentístico y estratégico que aprovechó la naciente Revolución Cubana entre 1959 y 1965.

Museo Municipal de Trinidad

Fachada del Museo Municipal de Trinidad

Fundado en 1980 el Museo Municipal de Trinidad, también conocido como Palacio Cantero, es otro de los espacios que exhibe esta maravillosa villa. En sus salas se exponen las etapas que atravesó la ciudad desde su fundación.

Así, cada habitación se especializa en un período histórico en particular que va desde las exposiciones que muestran el mobiliario y las riquezas provenientes del desarrollo azucarero alcanzado por Trinidad, hasta la armamentística utilizada en las guerras de independencia cubanas. Este museo resume la historia local.

Detalle de la sala principal del Museo Municipal de Trinidad

Los murales y las obras pictóricas recogen muchas de las personalidades que habitaron la villa. Es una excelente oportunidad para conocer el arte que desarrollaron pintores y artesanos populares del siglo XIX en la ciudad. Un sitio altamente recomendado para conocer a fondo cada uno de los momentos de la tradición y vida trinitarias; algunos de esplendor, otros que reflejan su posterior decadencia.

Museo Romántico de Trinidad

Museo Romántico de Trinidad

Uno de los más visitados por cubanos y viajeros de todo el mundo. Ubicado a un costado de la Plaza Mayor de Trinidad, el Museo Romántico de Trinidad también conocido como Palacio Brunet, ostenta en gran medida el poderío económico alcanzado por la sacarocracia trinitaria del siglo XIX. Es un lugar realmente hermoso, que se disfruta desde todas las perspectivas.

La casa perteneció a los Condes de la Casa Brunet, una de las familias más ilustres de la época. La planta baja, construida en 1740, exhibe un claro estilo mudéjar. En él destaca el bello patio andaluz, clara evidencia de la necesidad que tuvieron las clases adineradas de mostrar su poder y modernidad. La planta alta, terminada en 1808, es más neoclásica con sus grandes arcos y su majestuosa sobriedad.

Vista de la sala principal del Museo Romántico de Trinidad

Las 14 salas de exposición muestran la gran exquisitez y el refinamiento en la decoración y el mobiliario colonial. La perfecta conservación de vajillas, muebles, joyas, obras pictóricas, platería, cristales, porcelanas, narran las costumbres y la vida de varias familias trinitarias. Sus rivalidades por hacer pública toda su riqueza han dejado para la posteridad una amplia colección mobiliaria y decorativa; hoy, una de las más grandes de Cuba.

Trinidad, la ciudad museo de Cuba

Viajeros toman fotos en museos de Trinidad de Cuba

Visítela y se percatará de la formidable manera en que Trinidad conserva una valiosa parte de su patrimonio histórico en cada museo. Cada uno de ellos constituye una reliquia arquitectónica y cultural de la villa más colonial de Cuba. Recorrerlos es como abrir las páginas de un libro viejo: valioso, revelador, extraordinario…

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