El Español hablado en Cuba

El Español hablado en Cuba

No caben dudas de que el español hablado en Cuba está indisolublemente ligado al patrimonio cultural de la nación y a su devenir particular. Ese fenómeno no es exclusivo de la Isla, pues los códigos evolucionan dando lugar al surgimiento de nuevas palabras o frases que, si bien enriquecen la comunicación entre los nativos, dificultan la comprensión para los visitantes foráneos con la misma lengua materna.

Aprender de la cultura cubana por medio de su léxico

Una buena manera de comprender la cotidianidad de un país, es conociendo a fondo el modo en que sus habitantes se comunican por medio de la lengua oral. A continuación ofrecemos un compendio de algunas palabras o frases, que ilustran la pluralidad lingüística del español con auténtico sello cubano, y le ayudará a interactuar con los habitantes de la Isla durante su estancia.

Por su importancia, reiteramos algunas que ya hemos publicado anteriormente.

  1. Chama, chamaco, fiñe, pepillo(a)

    Chamas, niños, jugando en las calles de La Habana

    Con estas palabras los cubanos nombran cariñosamente e informalmente a los niños y jóvenes, sin importar su género. Aunque el uso de «chama» o «chamaco» no es exclusivo de la Isla, «fiñe» sí es un vocablo nacido del ingenio cubano.

    Tales expresiones se usan también al dirigirse a amigos cercanos, íntimos durante una conversación, aunque en el habla coloquial se emplean para referirse a terceras personas que no necesariamente están presentes. Cuando a usted le llaman pepillo o pepilla, según el sexo, es una alabanza desenfadada de su condición física, apariencia y gracia (swing) con que anda, con independencia de la edad.

  2. Coger

    Si en otras culturas hispanohablantes el término se refiere informal y extensivamente al acto de copular, en Cuba está muy lejos de eso. Además de las acepciones tradicionales de agarrar, tomar, atrapar, las más comunes son elegir una ruta o montarse en un transporte: «Vamos a coger la guagua».

  3. Carro

    Español hablado en Cuba

    Así se les llama en Cuba a todos los autos, automóviles o coches. Sin embargo, en el habla popular el término hace énfasis y se extiende especialmente a los coches clásicos que circulan por las calles ofreciendo el servicio de taxis locales, y que por su diseño se conocen como almendrones.

    Así, las expresiones «Coger un carro», «Ir en carro», «Alquilar un carro», entre otras, tienen en común la referencia al uso de este notorio taxi particular como medio de transporte.

  4. Fula

    Así le llaman los cubanos a todas las monedas con categoría de divisas internacionales, especialmente al dólar estadounidense, y a la moneda equivalente en su territorio, el llamado CUC. Igualmente, este término se utiliza para denotar una evaluación difícil o negativa sobre una persona o un suceso.

  5. Matraquilla, pejiguera, poner el dedo

    Compradores regatena precios de vegetales

    Pudiera pensarse que con esta palabra los cubanos describen al instrumento musical de percusión que suele ser girado para conseguir un ruido continuo, y puede causar molestias si se abusa del número de vueltas. Quizás por ello el término se utiliza en alusión a constantes obsesiones o preocupaciones que pueda tener una persona con relación a alguna situación o problema que se le presente, y sobre lo que no puede dejar de hablar.

    Ante la molestia que esa reiteración puede ocasionar en los interlocutores, estos suelen decir: «Y vuelve con la misma matraquilla». Igual sucede con «pejiguera», mientras alguien le tiene el «dedo (de´o) puesto» cuando la toma con el hablante o lo persigue, y este responde de modo vulgar: «Sácame el de´o, compadre».

  6. Jinetero(a)

    Durante muchos años, se les ha llamado así a los hombres y mujeres que facilitan o se dedican a gestionar y establecer relaciones sentimentales o carnales con extranjeros, generalmente a cambio de beneficios materiales y monetarios (proxenetismo y prostitución). En cambio, en los últimos tiempos también se han catalogado así a los que insisten ante los turistas para entablar relaciones comerciales en el mercado negro a precios más bajos (tabaco, ron; etc…) o como intermediarios en busca de clientes para los negocios privados.

  7. Dar chucho, dar cuero

    Dar chicho, discutir con sarcasmo, es muy comun en la Esquina Caliente del Parque Central de La Habana

    El carácter alegre del cubano es reconocido en el mundo entero. Pero eso se evidencia aún más cuando comparte con sus amigos o compañeros de trabajo. Cuando un grupo se reúne, no les basta con degustar cervezas y hacer chistes sobre la vida cotidiana. Siempre un miembro da motivos para que los otros aludan sanamente entre risas a su mala suerte, sus errores al expresar opiniones o tomar decisiones, su estilo de vida o su manera de asumir la moda.

    A esa divertida acción de tomar un «conejillo de indias» para la burla, a veces sólo como mero entretenimiento, se le conoce popularmente como «dar chucho» o «dar cuero». También se le llama así a la intensidad sexual.

  8. Yuma, gallego

    Yuma, turista extranjero, toma fotos de artesanias en la Plaza de la Catedral de La Habana

    «Yuma» es una manera popular empleada para designar a los extranjeros en Cuba, particularmente a los estadounidenses, desde donde proviene el término. Específicamente, es posible que a todos los españoles se les llame «gallegos», aunque no sean de Galicia. Esto sucede por la tradición enraizada del gran cúmulo de gallegos que emigró a Cuba a inicios del siglo XX y se ganaron la vida administrando establecimientos comerciales, bodegas, almacenes, bares.

  9. Ser un mango

    Mangos, hermosas turistas, tomandose un selfie en La Habana Vieja

    Muchos se preguntarán cómo logran los cubanos compararse con esa proverbial, jugosa y sabrosa fruta tropical. Y es que en la Isla se utiliza la expresión como símil para reconocer la belleza tanto femenina como masculina. Los cubanos admiran la relación armónica que se establece entre el rostro y el cuerpo de una persona. Cuando esto se cumple, suelen ilustrarlo mediante la popular frase «¡Es tremendo mango!»… y todo está dicho.

  10. ¡Goza, Pelota!

    Si en algún momento se encuentra en una fiesta donde todos se divierten y usted se muestra apático, no se ofenda si alguien se le acerca para exhortarle: «¡Goza, pelota!». No es que lo estén relacionando con la ancestral bola deportiva; por el contrario, esta frase es una invitación a sumarse a la diversión y el gozo. Gira y rueda, rueda y gira, mientras se extraen expresiones de la tradición musical.

  11. Ponerse verde

    Resulta común que los seres humanos nos sonrojemos al vivir experiencias de vergüenza, ira o disgusto. Sin embargo en algunas regiones de Cuba, cuando eso sucede, se dice que las personas se ponen verde como escalón superior, aunque tengan el color rojo a flor de piel.

  12. Completo Camagüey

    El estadio Latinoamericano de la Habana esta completo Camaguey, lleno

    La provincia de Camagüey, en el oriente, es la más extensa de Cuba. Quizás a esas características toponímicas se deba esta expresión, que suele usarse cuando asisten a una convocatoria todas las personas que fueron programadas.

    La frase también se emplea al completar, al terminar de hacer algo muy importante o al llenar las capacidades de un recinto recreativo o de un medio de transporte, ilustrando que todo está listo para dar el siguiente paso.

  13. Dar una sirimba, dar un patatún

    En el occidente de Cuba se usa el término «sirimba»; en el oriente, «patatún», variante popular generalizada de la palabra original «patatús». Sin tomar en cuenta regionalismos, lo cierto es que ambos vocablos significan lo mismo: sufrir de un ataque al corazón, ya sea real o imaginario como reacción ante algo.

  14. Meter la cuchareta

    No se trata de introducir una cuchara en una cazuela para servirse el alimento, sino de entrometerse en una situación o conversación que no es de su incumbencia. Por lo general, quienes emplean esta expresión lo hacen despectivamente, pues aunque los cubanos tienen fama de dar opiniones sin que les pregunten, no todos ven bien que terceras personas se inmiscuyan en sus asuntos privados. Por eso se acusa al imprudente de «meter la cuchareta».

  15. Estar fundido

    Fotografo en el Parque Central totalmente fundido, cansado luego de un dia de trabajo

    Se emplea esta frase para ilustrar el extremo nivel de cansancio que pueda sentir un cubano luego de una jornada intensa de trabajo, tanto físico como mental, o ante una situación inexplicable. Cuando alguien reconoce que «está fundido», es porque no atina a hacer nada y sólo desea descansar o apartarse.

    Suele utilizarse además cuando se tienen grandes expectativas con una cosa, y esta no sale como se espera inicialmente. También con ella se alude a una persona que no está en su sano juicio: «Se fundió», es decir, se volvió loco.

  16. Empacho

    No existen registros de algún cubano que no haya sufrido un «empacho» en toda su vida. Este suele aparecer al comer alimentos pesados, a deshora o abundantes en grasa, principalmente de cerdo. Se trata de una mala digestión o ingesta común que puede durar de uno a cinco días.

    Existen personas que han heredado las tradiciones familiares de «cortar el empacho» o «sobar», para ello aplican masajes en determinados puntos del cuerpo como las plantas de los pies, la parte trasera de las rodillas, los brazos o el estómago, buscando desprender unas bolas palpables al tacto.

    La persona empachada comienza a sudar minutos después de aplicados los masajes, y el empacho desaparece. También se utiliza de modo figurado para referirse a alguien intransigente que se atraviesa en el camino o los objetivos de otro: «Es un empachado».

  17. Malito, fuera de frío

    Esta es una de las expresiones más jóvenes del habla popular. Como sucede con los alimentos que necesitan refrigeración y si no la reciben se descomponen, si un cubano encuentra las cosas fuera de lugar y eso le genera un sentimiento de frustración o incomodidad, lo expresa reconociendo que se puso «malito, fuera de frío». También, al perderse la compostura bajo cualquier circunstancia.

  18. Dar con la cara

    Habanero sonriendo y dando con la cara

    Puede que esta sea una de las expresiones de uso más generalizado en la Isla: «Está dando con la cara». Se utiliza en ámbitos estudiantiles, laborales, comunitarios y familiares. Alude a una persona que sin considerar las consecuencias de sus actos, es capaz de proceder o proferir impunemente cualquier mentira para alcanzar sus objetivos.

    Así también se les dice a los holgazanes que dejan a otros sus responsabilidades, para luego adjudicarse los méritos en caso de que resulte buena la labor realizada.

Un idioma plagado de valores

La expansión del español al continente americano trajo aparejada una evolución paulatina, fuera de las fronteras de la península ibérica. De este modo, el idioma comenzó a nutrirse de una amplia lista de neologismos provenientes del inglés, el francés, el alemán y de las culturas indígenas que habitaban la región.

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