Para un buen baño de mar y sol no es necesario viajar hasta las Playas del Este, Varadero o aún más allá, a lo largo de la costa norte. Cuando estamos en La Habana, en la propia Habana de los edificios coloniales, los «almendrones» y el bullicio, hay playitas de La Habana que nos ofrecen momentos divinos para refrescarnos y socializar con cubanos comunes y corrientes.
En el municipio Playa, demarcación administrativa que abarca toda la franja noroeste de la capital antillana, hay secciones de costa que se han impuesto entre los bañistas durante décadas por razones diferentes, a pesar de que son orillas de arrecife, la arena escasea y se alterna con fondos pétreos. La primera causa estriba en la cercanía. Cientos de personas llegan hasta ellas desde el área residencial circundante y otros por la simple comodidad de hacerlo caminando o en bicicleta, sin depender de los autos o el transporte público.
La segunda y quizás más importante, es el cariño que imprimen el hábito y la memoria. Miles de capitalinos han gozado de sus aguas desde la infancia, contribuyendo a recuerdos posicionados en el imaginario adulto que no se desechan fácilmente. La reproducción social del entretenimiento y el disfrute al aire libre hace acto de presencia en la mayoría de los habaneros que hoy se reúnen en esos lugares, especialmente los jóvenes. Para algunos, en días de tranquilidad, es un espacio para meditar.
Sol y playa en la zona oeste de La Habana
Por si fuera poco, la zona es privilegiada con la presencia de hoteles, restaurantes, centros recreativos y casas particulares de renta, desde el otrora exclusivo barrio de Miramar, hasta Santa Fe, punto de contacto con la vecina provincia de Artemisa.
Los ejemplos son abundantes. Sólo para nuestra información, a lo largo de decenas de kilómetros también existen otras playitas activas o en desuso, asociadas a los llamados «círculos sociales obreros». Estas instalaciones gremiales; para trabajadores de la administración pública, el Ministerio del Interior, las fuerzas armadas, transporte, informática, comunicaciones y aeronáutica civil, entre otros; y sus playas correspondientes, hace muchos años pertenecieron a clubes de la burguesía nacional y a ciertos sectores de la clase media pero hoy, en caso de mantener las condiciones estructurales adecuadas, están reservadas para las actividades de los empleados con esos perfiles laborales.
La Puntilla, 12, 16 y 70 son playitas de La Habana
Si algo damos por seguro en estos reductos costeros, es que los fines de semana de la primavera, el verano y un poco más, estaremos en compañía de los locales. Apenas cruzando el túnel de la Avenida Malecón y muy cerca de la desembocadura del río Almendares, aparece La Puntilla, lugar de escapatoria para enamorados y de congregación para jóvenes avezados y rebeldes que desafían las piedras a cambio de independencia temporal. Como es de esperar, a esta y todas sus similares se debe entrar con sandalias o calzado ligero.
Un poco más allá, siguiendo la calle 1ra y habiendo traspasado el célebre Teatro Karl Marx, encontramos la Playita de 12, donde muere la calle con igual denominación. Conocida como «Los Yaquis», gracias a una hilera de gigantescos bloques de concreto que bordean el área de baño, es una de las más populares de la región. Estas piezas funcionan como rompeolas que hacen más agradable la estancia y, para algunos jóvenes imprudentes, conforman una serie de plataformas enlazadas para practicar clavados.
Otra de las calles perpendiculares al mar define a la Playita de 16, a unos doscientos metros de la anterior. Está un poco más escondida y discreta, no tiene árboles ni comodidades pero, como dicen muchos, tiene su público cautivo. Sus fondos rocosos son ideales para el snorkel y el buceo libre, y podemos deleitarnos con una vista espectacular de las puestas de sol. Ahora, el restaurante privado o «paladar» 7 Días ha levantado un tanto la prestancia del entorno.
Un poco más distante en la misma dirección está la Playita de 70, con menos virtudes naturales pero con una ubicación muy popular, al final de una avenida transitada, y en el punto de partida de los hoteles más famosos de Miramar. Adyacente al hotel Habana Panorama y cercana a otros de su tipo, la playa es epicentro de campañas y actividades recreativas diseñadas para el universo joven.
Para estas tres últimas, se ha dicho públicamente que existe un plan de recuperación que incluye la construcción o reconstrucción de muelles, letrinas públicas, puntos gastronómicos, labores periódicas de saneamiento y torres para servicio de salvavidas, para elevar la seguridad y el confort de esos destinos tan populares en verano.
Marianao, La Concha, Jaimanitas y Santa Fe
Alejándonos aún más hacia la parte occidental de La Habana, aparecen otras playas con características variables y niveles de contaminación relativamente bajos, teniendo en cuenta su proximidad a la urbanización. En ciertos tramos aumenta la concentración de arena sin llegar a conformar densas dunas naturales y blancas, pero a modo general, mejoran. Así pasamos la Playa de Marianao, muy célebre en otras épocas, hacia donde hoy confluyen grandes cúmulos de población. También está La Concha, con sus arenas amarillo-rojizas, adonde acuden muchas familias con niños.
Siguiendo nuestro rumbo, a unas cuadras de la conocida Marina Hemingway, está la Playa Jaimanitas, en el poblado de igual nombre, cuyo sector más transitado ha recibido durante los últimos años el apodo de «Fusterlandia». Todo esto ha sido causado por una especie de galería al aire libre que desarrolla en su comunidad el artista José Fuster, valor agregado para un paseo antes o después de disfrutar de la playa.
Después vienen Barlovento, La Puntilla, otra con igual nombre, y Santa Fe, marcadas por una laguna interior donde se vuelven a alternar las piedras de arrecife con banquillos de arena. Estos asentamientos con categoría de balnearios, suelen poseer múltiples y calificadas opciones de alojamiento, y restaurantes con mariscos y pescado fresco. Y bueno, la brisa fresca y las sonrisas son gratis. Por todo ello se convierten en centro de confluencia muy solicitados por los visitantes internacionales que, como usted, podrían regalarse unos días diferentes en plena Ciudad de La Habana.
Playas turísticas al oeste de La Habana
Varias son las playas en el litoral oeste de la capital cubana, pero hay otras de mayor calidad conectadas directamente al ambiente turístico, especialmente con los hoteles Copacabana, Comodoro, Meliá Habana, Neptuno-Tritón y el Club Habana, por sólo mencionar algunas.