El San Juan Camagüeyano

El San Juan Camagüeyano

Junio es un mes especial para los camagüeyanos, durante el cual todos salen a las calles. Después de largos preparativos, finalmente, entre los días 24 y 29 se hace la magia y la conocida «Ciudad de los Tinajones» se convierte en el escenario de una gran fiesta popular tradicional, el San Juan Camagüeyano.

 

Los orígenes de la celebración de San Juan Camagüeyano se remontan, como los de muchas otras fiestas populares en Cuba y el mundo, a las conmemoraciones religiosas del Corpus Christi en el siglo XVIII. Se ubica entre las ceremonias católicas de San Juan y San Pedro, el 24 y el 29 de Junio, respectivamente. Sin embargo, en Santa María del Puerto del Príncipe, como originalmente fuera bautizado el asentamiento por los conquistadores españoles, la tradición devino en propuesta secular que involucra a casi toda la población a través de múltiples expresiones artísticas.

Santa María del Puerto del Príncipe

Surgida desde lo más autóctono de la cultura regional, en una muestra de los valores criollos, nacionales, se mezclan congas con carrozas, desfiles de niños con paseos a caballo, coloridos disfraces con comidas típicas, en jornadas que ya no alaban como antaño el cierre del ciclo de labranza, ni persiguen clamar por buenas cosechas o por la salud del ganado, sino que constituyen una apuesta por la relajación y el disfrute ciudadano.

Prohibiciones y perpetuidad

Las fiestas estuvieron prohibidas a inicios del siglo XIX

Según consta en documentos históricos, las fiestas de San Juan Camagüeyano estuvieron prohibidas a inicios del siglo XIX. Pero la población siempre encontró modos de hacerla perdurar, pues su esencia se halla en la misma savia de los principeños, cubanos residentes en la región quienes, de acuerdo a lo que nos cuentan sus descendientes, en medio de la noche y de los modos más ingeniosos la mantuvieron viva.

Como particularidad, algunos deambulaban o irrumpían en las casas cubiertos con sábanas o manteles de mesa, para sorprender a sus moradores y especialmente a aquellos que se nombraban Juan. A partir de 1834, las principales familias de la ciudad ofrecían fiestas hasta la madrugada y suculentas comidas para los amigos, como modo de perpetuar la celebración.

Las principales familias de la ciudad ofrecían fiestas hasta la madrugada

Para el siglo XX el jolgorio adquirió nuevas dimensiones, cambió varias veces de fecha y varió su esencia. En el año 1994 comenzó a llamarse «Fiesta sanjuanera» y desde 1998 se rescataron los valores originarios, tal como se puede atestiguar hoy.

El San Juan Camagüeyano

El San Juan Camagüeyano

Las 12:01 de la madrugada del 24 de junio es la hora que marca el inicio del San Juan Camagüeyano. Las actividades comienzan con la Lectura del Bando desde el Balcón del Ayuntamiento (hoy Casa de Gobierno Municipal), una práctica que data de 1836, cuando la máxima autoridad en la región orientaba las normas de conducta y permisibilidad durante los festejos.

A partir de ese momento las congas rompen a recorrer las calles de la ciudad, «arrollando» en un trayecto inaugural que por lo general se extiende hasta la Plaza de los Trabajadores o del Gallo. Durante esos días se realizan Paseos del San Juan, desde la rotonda de Saratoga hasta la Plaza de la Caridad, y en repartos como Lenin, Previsora y Julio Antonio Mella.

Fiestas del San Juan Camagüeyano

Carrozas y comparsas organizadas por instituciones municipales, ocupan un lugar privilegiado y representan los diversos sectores que sostienen la vida de los habitantes de esta zona del país antillano.

Tradiciones sanjuaneras

Tradiciones sanjuaneras

La música tiene una presencia fundamental en el San Juan. Numerosas orquestas y agrupaciones artísticas de la provincia de Camagüey y de otras partes de Cuba, amenizan las jornadas en lugares abiertos, distribuidos por distritos, en plazas como Santa Ana, El templador, San José, La Habana, Bedoya y Maceo, o en la Avenida Ignacio Agramonte, en las calles Capdevila, Padre Valencia, Medio, San Pablo, Horca, Industria, Calle Cuba, la Trocha del INRA, así como en recintos como el Casino Campestre.

Una de las tradiciones más arraigadas que se mantiene hasta la actualidad es la exhibición de rodeo, con enlace, derribo de ganado y monta de toros bravos, que siempre ha caracterizado a las fiestas ganaderas de la región. Indistintamente, a lo largo de los años también han formado parte del menú chispeante y bullicioso los concursos populares para elegir a la hermosa Estrella del Carnaval y sus luceros, la música principal de la festividad, el diseño de carteles, también la elección del hombre menos agraciado (más feo) o los mejores bailadores de Danzón, escoger las vidrieras y calles mejor engalanadas, así como exposiciones de motos, autos antiguos, y proyecciones cinematográficas exclusivas.

Tradiciones cubanas: El San Juan Camagüeyano

Es común hasta nuestros días que en los barrios se elabore el ajiaco camagüeyano, un plato típico, símbolo de unidad entre los vecinos. De igual modo, las principales calles de la ciudad se repletan de puestos y quioscos para golosinas y ofertas gastronómicas variadas. Por supuesto, resultan imprescindibles la cerveza y el ron cubano.

Los niños también tienen su espacio dentro del San Juan Camagüeyano. El carnaval infantil los convoca como protagonistas de concursos, bailes de disfraces, teatro callejero, juegos, paseos en la Avenida de la Libertad, congas, carrozas, entre muchas otras opciones.

El entierro de San Pedro

El entierro de San Pedro

Como colofón de la fiesta, una ceremonia ha perdurado en el tiempo. Se trata del simulacro del entierro de San Pedro en la tarde del 29 de Junio, que constituye para muchos el momento más atractivo de todo el periodo. Mientras retumban los tambores, suenan las trompetas y repiquetean los cencerros, un mar de pobladores y visitantes, bañado en muchas ocasiones por la lluvia de la estación primaveral, siguen a una figura de San Pedro, acompañado de amigos y una supuesta esposa que llora desesperadamente. Pero la representación dura poco, la fiesta sigue hasta el último minuto al que se le saca provecho a la mayor celebración entre todas las que se realizan en la otrora villa de Santa María del Puerto del Príncipe.

A pesar de la lluvia

A pasar de la lluvia

Desde los años 1725 y 1728, sobre los que se tienen noticias, el San Juan Camagüeyano se realiza frecuentemente bajo lluvias copiosas y persistentes. No obstante, ni el mayor diluvio desanima a una ciudad que festeja incansablemente. Más bien parece que el agua bendice cada celebración.

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Cultura cubana, san juan camagüeyano, Tradiciones cubanas