Hay una ciudad cubana con nombre en latín y firme herencia española. Es Sancti Spíritus, localizada en el centro de la isla, a unas cuatro horas de La Habana. Fue la cuarta de las villas fundadas por los colonos.
Su nacimiento el 4 de junio de 1514, es el primer punto de una historia en la que la urbe ha sido bendecida por un encanto innegable, llena de vetustos edificios, calles empedradas, música y tradiciones.
Se estableció en lo que se conocía como llanura de Magón, nombre dado por los aborígenes de esta zona de la Mayor de las Antillas. Primero el asentamiento fue en las márgenes del río Tuinucú, pero en 1522 mudaron el núcleo urbano principal al cercano río Yayabo.
Sancti Spíritus cumple años como una joya por descubrir. Preserva uno de los más bellos conjuntos arquitectónicos del país, y su centro histórico fue declarado Monumento Nacional en 1978.
Motivos para celebrar
Hay mucho que disfrutar en la antigua ciudad, desde que uno llega a sus inmediaciones y encuentra la curiosa Casa de los Refranes, con seis mil sentencias populares escritas en cada uno de sus ladrillos. Ya en la villa podemos adquirir las tradicionales artesanías de cerámica y barro, admirar los grandes murales que se hacen con estos materiales, o hacernos a la medida una Guayabera, hermosa prenda de vestir típica cubana que tiene su templo allí con el Museo de la Guayabera (Quinta Santa Elena).
El Centro Histórico es singularmente atractivo, un patrimonio que creció y se preservó durante estos 505 años. Miremos el puente sobre el río Yayabo, con casi 200 años allí mismo en el seno de la ciudad, el paso sobre aguas en activo más antiguo de la isla.
Recorramos los museos, como el precioso de Arte Colonial (ubicado en un palacio del siglo XVII, calle Plácido # 74) que se conoce como la Casa de las Cien Puertas; o el Museo Provincial de Historia (calle Céspedes # 11) donde hay piezas desde los aborígenes hasta el fin de la colonia, como armas y uniformes de las guerras de independencia del siglo XIX, joyas numismáticas, pinturas, porcelanas y cristalería, entre otras reliquias.
Entre los mayores orgullos de los espirituanos está la Iglesia Parroquial Mayor, frente a la plaza Honorato del Castillo. Es uno de los templos más antiguos de Cuba (activo desde el siglo XVIII) y se edificó con una combinación de estilos románico y barroco. Se le ve desde lejos por su contrastante color azul oscuro, y su enorme torre campanario de 30 metros de altura.
Festejando en Sancti Spíritus
Tanta historia y belleza en los muros de la ciudad impulsó a los espirituanos a concentrar los esfuerzos mayores para remozar edificios y fachadas de su increíble patrimonio arquitectónico.
En los espacios públicos se han colocado y reparado las hermosas rejas de estilo colonial, características de la ciudad, y se inauguraron fuentes en parques. Para favorecer la visita de los viajeros se aumentó el confort de la Terminal de Ferrocarriles de Colón, y la de autobuses.
También se reparó e iluminó un símbolo: el Puente Yayabo, una de las joyas arquitectónicas más preciadas de la villa.
Nuevos centros gastronómicos, que vienen muy bien para reponer fuerzas a mitad de un paseo, se inauguraron. Por ejemplo una pequeña heladería de la marca Coppelia, cerca del Paseo Norte, y una sandwichera en el antiguo bar Marlon.
Desde ahora, los amantes de la música cubana que lleguen aquí tendrán una hermosa Casa de las Promociones Musicales de Sancti Spíritus, complejo cultural que conserva y promueve el patrimonio musical tan peculiar de esta zona, llena de trovadores y tradiciones campesinas.
Espectáculos en los teatros
Pero el júbilo cultural no quedó muy atrás. Por los días de la celebración, el teatro es protagonista en la ciudad. Allí se realiza el Festival de la Cuarta Villa, que es el número que le corresponde a Sancti Spíritus entre las poblaciones coloniales fundadas por los españoles.
Varios teatros de la ciudad reciben a grupos que compiten por el premio a la mejor puesta en escena. De la provincia anfitriona actúan el Guiñol Paquelé, con las obras “Un rey que rema” y “Una mujer sola”, mientras Cabotín Teatro propone “Espontáneamente”. La compañía Parabajitos presenta una versión del “Fausto”, Teatro Garabato su puesta “A puntas”, Teatro La Trinidad llega con “A sola en la oscuridad” y Dador teatro con “Historia de burro”.
Los viajeros que gustan de conocer las expresiones culturales tienen a la mano una buena muestra de teatro, que trasciende las fronteras de Sancti Spíritus, porque también se presenta “El run run”, de Teatro Papalote (Matanzas), así como un espectáculo para niños y jóvenes del Grupo de Teatro Alánimo (Villa Clara).
Sancti Spíritus, una joya por descubrir
Esta es la única de las ciudades cubanas que conserva su nombre original en latín. Como la cercana Trinidad, esta tiene un encanto colonial innegable. Lo sabrá si la recorre y contempla, en el Parque Serafín Sánchez, como el entorno citadino, se ha rejuvenecido para celebrar el cumpleaños, y el glamour de las antiguas construcciones no se ha perdido, ni las tradicionales melodías trovadorescas que llenan la tarde con sonidos de guitarras y voces.
