Almendrones, el símbolo cubano sobre ruedas

Almendrones, el símbolo cubano sobre ruedas

Si para la resistente isla antillana, innovadora e histórica, habría que buscar un símbolo bien podrían ser los «almendrones». Así le llaman en Cuba a los coches antiguos que todavía se mueven por las calles desmintiendo el poder del tiempo, gracias a la inventiva de sus dueños.

Las ciudades del país, sobre todo La Habana, parecieran museos vivos del automóvil. Más de un viajero se sentirá como en el set de una película del cine negro, durante la época dorada de Hollywood, cuando acierte a dar un paseo en una de estas reliquias.

La fiebre del coche en Cuba

Coche americano de los años 50 recorre los campos de Cuba

La gran mayoría de estos coches son de las décadas del 40 y el 50 y suelen ser vehículos norteamericanos. Sin embargo, no se asombre si ve rodando presto alguno de los primeros construidos durante los años 20, que en Cuba le dicen «fotingos».

Casi todos los «almendrones» activos ingresaron a la isla durante los años 50, cuando muchas de las compañías norteamericanas productoras de coches enviaban sus modelos nuevos para promocionarlos en la excepcional pista del Malecón habanero. También abundaban las tiendas subsidiarias para la venta de coches y piezas de repuesto.

Almendron en la Calle Zanja de Centro Habana

Las diferentes marcas de coches añosos que abundan en el país, se estima que se mantienen operativas casi 70 mil unidades, son las reconocidas Chevrolet, Buick, Dodge, Plymouth, Ford, Cadillac, Mercury, Oldsmobile, Pontiac, Chrysler y Packard. El estado cubano los considera piezas patrimoniales y no permite su salida del país.

Norteamericanos «aplatanados»

Ford de los años 60, uno de los ultimos modelos de coches americanos en arribar a Cuba

En la Mayor de las Antillas se le dice «aplatanado» a aquella persona extranjera que echa raíces en la isla, al punto de parecer un nativo. Igual pudiera llamarse a los coches norteamericanos, que parecen cubanos por lo importante que han sido para el transporte en el país y por las transformaciones que han sufrido.

Los cubanos han demostrado su ingenio manteniéndolos operativos, pues desde inicios de los años 60 cuando el gobierno de Estados Unidos rompió relaciones con Cuba, en el país no se consiguen repuestos y han tenido que fabricar ellos mismos los sustitutos.

Coche americano, almendron, circula por Paseo del Trado en La Habana Vieja

Así han surgido pequeñas fábricas donde se producen elementos para modelos ya caducos hasta en su país de origen, como los paños de puertas, pisos interiores, guardafangos, y columnas traseras de los Chevrolet del 55, 56 y 57.

Algunos son armados con piezas originales de coches más modernos, y con motores de petróleo, por lo que asomarse al interior, sin la encantadora barrera del chasis original, es asistir a una clase de innovación mecánica. Como salidos del laboratorio de un doctor Frankenstein criollo, se mueven por Cuba lo mismo con motores de tractores agrícolas de origen ruso, piezas de máquinas heladeras y lavadoras, que con actualizaciones de Toyota.

Ingenioso nombre: Almendrones

Coche americano de finales de los 40 recorre por las calles de La Habana Vieja

Nadie sabe quién y cuándo comenzó a llamar a los coches americanos clásicos como «almendrones», pero el epíteto caló en el habla popular del cubano y hoy todos en la isla saben indicarte dónde puedes abordar uno de ellos, la mayoría usados como taxis.

He preguntado a algunos choferes y me comentan que el origen del nombre se debe a la forma de almendra que tienen los diseños de algunos vehículos. También me han dicho que aquellos pintados originalmente de rojo o morado, con el tiempo y el inclemente sol derivaron hacia un tono parduzco que recordaba a un fruto seco.

Turistas recorren la Calle Zanja en coche descapotable de los años 30

Lo cierto es que no hay viajero que llegue a Cuba y no se lleve alguna foto de estas reliquias, o un selfie a bordo de ellas, como en una máquina del tiempo.

¿Dónde encontrar tours por la ciudad?

Icono y simbolo de Cuba, los coches americanos antiguos son muy comunes en el paisaje de las ciudades de Cuba

Pocas cosas hay más emocionantes en La Habana que recorrer la urbe en un convertible clásico, tomando el sol y atento a la cambiante arquitectura de la ciudad maravilla. Son placeres de la nostalgia palpables allí, a los que puedes acceder si te llegas a la Plaza de la Revolución José Martí, al Parque Central, o esperas un rato en algún punto de la Avenida del Puerto.

Si quieres ir al seguro puedes buscar en Internet la agencia «Old Car Tours», cuya página permite organizar y personalizar recorridos, seleccionando entre varios modelos de coches, muchos de ellos espectaculares convertibles, y reservándolo con antelación. También existen otros servicios como «History Trip», y «NostalgiCar» que cuenta con una flota de clásicos norteamericanos de techo duro.

Conocer un inesperado símbolo de Cuba

Chevrolet de los años 50 en Centro Habana

¿Quién imaginaría que de la hostilidad política entre Estados Unidos y Cuba resultaría un gigantesco y vivo museo del automóvil? Eso parecen las calles de la isla, que han visto poca renovación en el parque de coches desde que dejaran de entrar en masa los clásicos norteamericanos.

La inventiva y resistencia del pueblo cubano también está simbolizada en los «almendrones», que parecen bestias inmortales, tenaces ante el paso del tiempo. La nostalgia y el gusto por la estética «vintage» provocan que miles de turistas vengan a la Mayor de las Antillas solo para montarse en uno de estos coches.

Uno de los almendrones recorre el Paseo del Prado con destino al Malecon

Ni siquiera celebridades como Beyoncé, Paris Hilton y Naomi Campbell han resistido el embrujo de pasear por La Habana en un flamante Oldsmobile de 1955, de colores rojo y blanco. ¿Podrás resistirte tú?

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