El Malecón habanero es el gran paseo marítimo de La Habana. Algunos le llaman «el sofá habanero» porque en su muro de poco más de ocho kilómetros se sientan las personas. Allí se aprecian vistas inigualables del paisaje urbano de la urbe que pronto cumplirá 500 años.
Cuando en el pasado siglo se culminó su construcción, luego de cincuenta años de trabajo en la obra, no se sospechaba que este sería uno de los sitios más visitados del país. Mucho menos se creería que en la actualidad el Malecón parece una inmensa galería al aire libre, donde el cielo y el mar son escenarios de performances, instalaciones públicas y esculturas, grafitis, y otras tantas manifestaciones de las artes visuales.
La edición 13 de la Bienal de La Habana se vive en la capital durante abril y mayo, y el larguísimo muro que se extiende sobre toda la costa norte de la ciudad vuelve a colmarse de obras, creadores, galeristas, pero sobre todo de mucho público. El proyecto que favorece este ambiente se conoce como «Detrás del Muro» (Dedelmu), una de las iniciativas más populares durante esta fiesta de las artes visuales.
¿Por qué «Detrás del Muro»?
En 2012 Juan Delgado Calzadilla, promotor y productor, escogió el paseo marítimo del Malecón para realizar «Detrás del Muro» durante el contexto de la Bienal de La Habana.
El proyecto expone al aire libre obras que se distingan por la independencia creativa, la experimentación, sus grandes dimensiones e inviten a reflexionar sobre diversos temas, entre ellos el mar.
El Malecón habanero se convierte en un entorno cultural, sede de una mega exposición, donde convergen diversas estéticas y formatos. La ciudad se transforma en un museo urbano, y cada vez más se amplían sus esculturas, pues la mayoría de los artistas que participan cada año donan sus obras.
En la edición 13 de la Bienal, «Detrás del Muro» integra a su muestra central diversas acciones socioculturales. Con esta perspectiva surge «Escenario Líquido», proyecto dentro de Dedelmu al que asisten más de 60 artistas de casi diez países, quienes con sus obras también señalarán posibles soluciones urbanísticas y funcionales para esa parte de la ciudad.
Novedades de «Dedelmu» en la XIII Bienal de la Habana
Es la tercera ocasión que se convoca y este año actúan cerca de 70 artistas, muchos de ellos internacionales. Es un gusto caminar el Malecón, sobre todo en estos días. Las piezas, en su mayoría inéditas, han sido instaladas en el área comprendida entre el Parque Maceo hasta la Fortaleza de La Punta.
La peruano-americana Grimanesa Amorós colocó una instalación de luces en remolino en la fachada de un edificio; mientras, a lo largo de la acera, el artista mexicano José Dávila, ubicó rocas encerradas en losas volcánicas.
Entre los invitados internacionales también se incluyen el mexicano Javier Marín, el francés Laurent Grasso, el noruego Per Inger Bjorlo y el estadounidense Brad Howe.
Los Premios Nacionales de Artes Plásticas de Cuba Roberto Fabelo, Pedro de Oraá, Eduardo Ponjuán y Pedro Pablo Oliva, participan junto a los jóvenes y talentosos Ariamna Contino, Alex Hernández y la performista Susana Pilar Delahante.
La instalación «El Trineo» de Enrique Martínez Celaya, quien viene por primera vez a Cuba después de que emigró a los doce años, resalta entre las especialmente creadas para La Habana.
En tanto, ya se pueden ver en el Malecón habanero a niños que juegan con una instalación de mangueras multicolores, creada por el español David Magán.
Si quiere pasar un buen momento en un entorno colonial participe en la interesante pieza «19:30», del cubano Jorge Otero. El artista alineó en filas decenas de sillas de todo tipo, en la Fortaleza de la Punta. Puede sentarse y contemplar el mar disfrutando un rato agradable con música de un pequeño grupo instrumental.
Además, está presente el puertorriqueño Bernardo Medina Colón o «BeMe» con su pieza «Plátanos», que quedó ubicada de forma permanente en el Malecón habanero. El enorme racimo de este fruto, hecho de fibra de vidrio, representa un tributo a la cultura caribeña y simboliza la hermandad y las raíces de quienes extendieron este alimento alrededor de toda la región. BeMe es un amante del color y sus evocadoras obras se despliegan en los espacios urbanos con total naturalidad, pues dialoga con los códigos de la cultura urbana, especialmente con el grafiti.
Conocer la obra de jóvenes artistas cubanos
«Detrás del Muro» también representa la primera oportunidad a gran escala para jóvenes artistas cubanos, por lo que quizás pueda ver en esta singular galería el debut de un notable creador del mañana.
Por ejemplo, este año Elio Jesús Fonseca Cardoso realiza su proyecto de tesis de graduación de la Universidad de las Artes (ISA), el más importante centro de enseñanza de arte de la Mayor de las Antillas. Entre la treintena de participantes locales destaca la obra «Adentro», de Elio Jesús, quien propone una instalación que alude a las brechas económicas de la sociedad, la forma de visibilizarlas y de erradicar los errores, en un punto de la ciudad que sirve de frontera cultural entre barrios de La Habana.
Ubicada en Malecón, entre Águila y Blanco, el autor de la pieza utiliza como lienzo uno de los edificios habaneros deteriorado por el salitre y el tiempo y cuyas grietas sella con rollos de papel. Escogió ese material para la pieza por el valor del papel como medio de información, de transmitir la historia, una especie de muro de los lamentos que sirve de base para crear nuevas cosas.
Vivir el arte cubano e internacional en el Malecón habanero
La invitación a irnos «Detrás del muro» está hecha. Es un recorrido imprescindible para los amantes del buen arte que viajan a La Habana durante la XIII Bienal. Viva el espectáculo de esta galería al aire libre, donde está permitido tomar todas las fotografías que quiera e incluso tocar e interactuar con algunas creaciones.
