En 25 y G, a una cuadra de una de las esquinas más céntrica del vedado, se encuentra el Café Presidente. Con apenas unos cortos años de inaugurado se ha ganado un espacio de lujo en las tardes y noches habaneras. Un sitio que se presta para compartir unas copas, un buen café o para cenar o almorzar.
Es del tipo de lugares que te arregla la tarde o la noche. Hace poco estábamos con unos amigos buscando un sitio para un café, dimos vueltas por varios negocios de la zona sin suerte. Entre las pocas ganas de los dependientes, o lo poco atractivo del lugar no lográbamos tomarnos ese anhelado (y al parecer imposible) café. Entonces llegamos hasta el Café Presidente, con un poco de miedo, eso sí, de que saliera muy caro (que tampoco era la idea).
Desde el recibimiento hasta la despedida tuvimos la sensación que fue la mejor decisión que pudimos tomar, por la atención, por el ambiente, porque el café estuvo bueno y además lo sirvieron bonito y porque además no es un lugar caro, menos aún si se compara la relación calidad – precio. Definitivamente se convirtió en uno de mis sitios preferidos, por eso he seguido yendo.
Una ventana a una calle emblemática
Su ubicación es inmejorable, no solo porque al estar en pleno Vedado queda muy cerca de todo, sino porque está en una de las calles más bellas de La Habana: la Avenida de los Presidentes o sencillamente G. Esta calle resume toda la magia de una Habana que quiso ser moderna y que lo logró. Lejos de la vieja Habana y su aire colonial, se alza El Vedado con la elegancia de los palacetes de la década del ´20 y los modernos edificios del ´50. En una ecléctica forma de vestirse al antojo de su tiempo, El Vedado está detenido arquitectónicamente en esa época, y nosotros también. Seremos vintage?!
Sus inmensos ventanales de cristal permiten disfrutar de trasiego de la gente. Especialmente los fines de semana, en que la calle G se llena de juventud con sus colores, modas y gestos.
La decoración del restaurante rescata la sobriedad de la madera que se mezcla con carteles inmensos: imágenes de los más importantes edificios de la Avenida y vistas de la calle misma. Todo crea una atmósfera atemporal y magnífica. La elegancia de un lugar que hace honor a su nombre presidencial.
La forma en L que describe el Café Presidente es permisiva y dinámica, acomodable para grupos pequeños o grandes. Además, en su interior tiene un bar que es perfecto para veladas de mayor privacidad.
De la carta
Empecemos por la comida. Una parte de mis amigos escogerían la pizza, sobre todo por la variedad de añadidos que te permiten conformarla a tu gusto. Otros resaltarían las pastas, por sus deliciosas ofertas de pasta fresca que es todo un acontecimiento en Cuba. Pero mis amigos aman la buena pizza y la buena pasta. Yo, en cambio, me quedo con la hamburguesa o la pechuga de pollo al limón.
Quizás porque la hamburguesa es la reina de las carnes al pan y la pechuga para acompañarla con una ensalada verde. La Ensalada Presidente, una variedad de la amanida catalana, es una opción de lujo: la frescura de la lechuga en combinación con el sabor de los tomates, la cebolla, el maíz, el huevo hervido y el atún… es que la recuerdo y se me hace la boca agua.
Y para quienes busquen algo más ligero el surtido de sándwiches los complacerá ampliamente, con algunas variantes para vegetarianos.
De los postres el cheese cake sigue siendo el rey, pero ese dulce me encanta y soy irreductible. No obstante también recomiendo otros como el brownie con helado o el flan de leche. Como algo poco usual está la presencia en el menú de sodería: banana split, sueros de helados, entre otras opciones.
Para beber
Sobresalta la variedad de cafés que ofertan. Recomiendo el Café Presidente especialidad de la casa, aunque yo, siendo sincera, soy fiel al buen expreso de la cubanísima marca Serrano.
Especial de la casa: los jugos de frutas, quizás el mejor jugo de naranja desde hace mucho tiempo lo compartí allí.
De la coctelería, más bien tradicional, sin demasiadas innovaciones o tragos desconocidos-algo que agradezco porque no soporto todos esos inventos raros, me quedo con el mojito y la piña colada. Eso sí, si puede beberlo en la barra la experiencia se multiplica, por ese hechizo que siempre tienen las barras, al menos para mí.
Recomiendo también la carta de vinos. El lugar es tan lindo, el ambiente tan plácido y la vista tan especial que una copa de vino bien compartida con tu pareja o con algún amigo puede ser el mejor complemento.
Trato único
El servicio es atento, dispuesto y moderno, como uno lo espera. Los dueños han sabido mantener el rigor necesario para hacer de esto un rasgo que los distingue. Incluso los parqueadores, oficio este muy común en la Habana en los últimos tiempos, resuelven la dificultad de estar al lado de una de las calles más transitadas de La Habana con naturalidad.
Al final de todo, me gusta la opción de un lugar tranquilo, agradable, con buen servicio, donde pasar un momento especial y donde la cuenta no me limite la noche. Ir al Café Presidente es como viajar en el tiempo, desde sus cristales se ve una Habana única y alucinante. La Habana de cercanías y de distancias. La Habana que quiere renacer, y que a pesar de todo, lo está logrando.
Donde está el Café Presidente?
Dirección: Calle 25 Esq. G, Vedado. Plaza de la Revolución – Teléfono: + 537 832 3091.
Tipo de Cocina: Cubana, Italiana e Internacional.
Código de vestuario: Casual y Smart Casual.
Reservaciones: No es necesario reservar. Brindan el servicio de reservación de salón y de buffet.
