La primera vez que visité Camagüey experimenté algo que nunca antes (tampoco después) me había ocurrido. La noche del arribo fuimos a conocer el casco histórico. Quedé tan deslumbrada que de puerta en puerta, balcón tras balcón y de ventana en ventana, me fui alejando de todos los que me acompañaban. Cuando me percaté, estaba en medio de una plazuela en la penumbra de la noche.
La sensación que tuve en ese instante fue la de encontrarme en otra época, otro siglo completamente distinto. La luz era tenue pero suficiente para distinguir los aleros de tornapunta y las pilastras truncadas.
Eso… eso es propio de Camagüey. Tratando de orientarme para unirme de nuevo al grupo le pregunté a una camagüeyana que me regresó hasta el lugar inicial. Para mi sorpresa ¡y temor! todos se habían ido sin mí. Pero como en Cuba nadie se pierde, aquella mujer me guió hasta el lugar que le había descrito como mi hotel.
Regresé varias veces, en viajes posteriores, a aquella plazuela que resultó ser la de San Juan de Dios…. Porque la magia de la villa de Santa María del Puerto del Príncipe, créanme, es única.
Es que Camagüey no siempre fue Camagüey
Bautizada en honor a la Virgen, fue fundada el 2 de Febrero de 1514 hacia el norte, cerca de la bahía de Nuevitas. Fueron tantos los asedios de piratas y corsarios que cambió de lugar, en 1528 varios kilómetros tierra adentro. Por ello el nuevo emplazamiento, hoy su casco histórico, tiene un complicado trazado urbanístico. Sus calles son estrechas, laberínticas, todas pensadas para extraviar a los filibusteros.
Camagüey y yo
Pero en medio de la sinuosidad de las calles más antiguas, se puede disfrutar de impresionantes iglesias, plazuelas y majestuosas construcciones que hablan del esplendor de la villa. Si gusta de las peculiaridades arquitectónicas (en esa lista me anoto), encontrará sobrados motivos en esta ciudad.
Los enrejados camagüeyanos simulan encajes que se entretejen para distinguir balcones e interiores. Significativos son sus ventanales, el diseño de sus pisos, así como sus patios y jardines decorados con el típico tinajón, símbolo de la ciudad. Con los más variados tamaños, es un recipiente heredado de la colonia que se empleaba como reservorio de agua en tiempos de sequía.
Una de las tantas leyendas que adorna la historia de la ciudad habla de que si alguien bebe o prueba agua de un tinajón, se queda en Camagüey. Nunca la probé, pero me hubiera gustado hacerlo…
Que lugares visitar en Camagüey
Plazas e Iglesias Coloniales
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Plazuela de San Juan de Dios
Realmente increíble. Como detenida en 1728 cuando fue construida. A su alrededor todas las construcciones, en perfecta armonía, dialogan en un barroco colonial inigualable. Se destaca el Hospital de igual nombre, quien preside el espacio, y donde el Padre Olallo aplicó sus conocimientos de medicina con los principeños.
Precioso lugar para contemplar balcones, enrejados, aleros, entre otros aspectos típicos de la arquitectura colonial; se lo recomiendo.
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Plaza del Carmen
Presidida por la Iglesia dedicada a Nuestra Señora del Carmen (y que no puede dejar de visitar) invita a recorrer la calle adoquinada para sentirse en pleno siglo XIX. Personalizada con esculturas provenientes del proyecto Taller – Galería Martha Jiménez (in situ) complementan este espacio rodeado de coloridas casas propias del período.
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Plaza de los Trabajadores
Vale la pena por su valor histórico y arquitectónico. En ella la Iglesia de Nuestra Señora de la Merced (1601), manierista – barroco español única de su tipo, con admirables pinturas de motivo religiosos propias del XVIII y con la pieza de plata más grande existente en Cuba (Santo Sepulcro).
Otros lugares que recomiendo visitar
Otro atractivo es la Casa Natal de Ignacio Agramonte (1750), morada del héroe de las guerras emancipadoras cubanas, símbolo de la historia del territorio y el país, pero también exponente arquitectónico devenido en Monumento Nacional. Cuando visité esta plaza, un pintoresco fotógrafo con una cámara de principios del siglo XX tomaba instantáneas y las revelaba bajo técnicas precarias. Una simpática pincelada que espero pueda disfrutar.
Muy cerca del área se encuentra el Parque Agramonte, el más antiguo de la ciudad, en el que puede contemplar una imponente escultura ecuestre, del Mayor General, diseñada por el italiano Salvatore Boemi. En los alrededores, el bar El Cambio cuyo diseño interior le cautivará mientras degusta de bebidas refrescantes (Calle Martí esq. Independencia).
Puede interesarle, además, la Catedral con la Virgen de la Candelaria (Siglo XVI) dedicada a la patrona de la ciudad. De igual importancia, histórica y arquitectónica, son las casas natales de ilustres camagüeyanos como Gertrudis Gómez de Avellaneda; Carlos J. Finlay, científico descubridor del agente transmisor de la fiebre amarilla y Nicolás Guillén, Poeta Nacional de Cuba.
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Casa de la Trova – Siglo XVI
Relajante espacio colonial que le permitirá degustar de la comida criolla cubana y disfrutar de tragos cubanos. Uno de los sitios más concurridos de la ciudad. (Cisneros e/ Martí y Cristo)
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Casino Campestre – Siglo XIX
Ubicado en el área metropolitana es un sitio natural urbano, el de mayor extensión del país.
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Museo Provincial – Siglo XIX
Otrora antiguo cuartel militar español. Recientemente restaurado contiene una importante colección de pintura de alto valor patrimonial, una de las más significativas de la isla. (Ave. de los Mártires No.2 e/ Rotario y Andrés Sánchez, La Vigía)
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Teatro Principal – 1850
Edificación neoclásica. Sede de la Orquesta Sinfónica y el Ballet de Camagüey, la segunda compañía de mayor importancia de su tipo en el país. Estando activa la temporada podrá deleitarse con las obras de la agrupación fundada por el célebre maestro Fernando Alonso.
Camagüey es mucho más
Pero el área patrimonial, de los mayores del país, no es la única razón para visitar Camagüey. El Balneario de Santa Lucía, por ejemplo, no esta muy lejos de la ciudad y cuenta con más 20 km de playas cálidas y transparentes en las que, además, puede practicar el buceo y otras actividades náuticas.
En las noches camagüeyanas puede deleitarse con las presentaciones de prestigiosas agrupaciones como Rumbatá, el Ballet Folklórico, el Contemporáneo Endedans y Teatro el Viento… Una visita al Bar Yesterday (República # 222 / Ignacio Agramonte y Callejón Del Castellano) le regocijará con su trago emblemático, de igual nombre, mientras disfruta con temas del mítico grupo inglés que popularizo la cancion que nombra el bar y otras agrupaciones anglosajonas.
¿Dígame si no es un paraíso digno de conocer? Y de fotografiar porque la ciudad de los tinajones, declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, es capaz de cautivar a cualquiera. ¡Ah, y cuidado con probar el agua de sus tinajones!