Justo en la esquina que forman las calles 3ra y G, conocida por todos como Avenida de los Presidentes, en la edificación marcada con el número 52, se levanta una de las casas más visitadas y habitadas de Cuba. Testigo del movimiento perpetuo de la ciudad y bañada por la brisa del Malecón habanero, acoge a personas, libros, pinturas, recuerdos. Promueve el intercambio, la creación, y se especializa en mantener vivo el arte del continente americano y del mundo entero. Es, sin dudas y muy bien merecido, La Casa de las Américas, Monumento Nacional de la Mayor de Las Antillas.
Desde la distancia, la combinación de blanco y gris de la fachada y las columnas le otorga un realce especial, y la hacen parecer que se eleva, incluso por encima de su propia estatura. En lo alto, un reloj adorna la torre campanario y acentúa la apariencia de templo. Al frente, sobre la entrada principal, un mapa de América a relieve indica que inequívocamente hemos arribado a la casa de todo un continente.
Casa de las Américas, un joven monumento
La construcción civil que alberga a la institución, por sus valores históricos y arquitectónicos, se halla protegida por el Registro Nacional de Monumentos Nacionales y Locales. «Casa de las Américas» fue declarada Monumento Nacional hace poco tiempo, a través de la Resolución número 2 del año 2010 de la Comisión Nacional de Monumentos.
Este rejuego de palabras y títulos patrimoniales para el contenido y la forma, no opaca su viveza, su vigencia. Las razones fundamentales para reconocerla han sido el alto grado de autenticidad de su arquitectura Art Decó y la función social que desempeña, que la han hecho formar, según la propia resolución:
«…parte de la memoria colectiva como un hito del Vedado (el más céntrico barrio de La Habana) y un icono latinoamericano, en virtud de la labor cultural que allí acontece.»
Y es que, durante sus años de labor, ha resaltado por fomentar el intercambio con instituciones y personas de todo el mundo, mientras erige y solidifica una obra fundamental e imperecedera dentro de la cultura latinoamericana y universal, según la han caracterizado.
Es testigo habitual de eventos, acontecimientos y celebraciones que acompañan la vida de los pueblos americanos, su arte más contestatario y los movimientos de vanguardia. Por eso, todo intelectual que visita La Habana llega a «La Casa», donde lo real y maravilloso van de la mano, como el arte, la cultura y la historia misma de la región.
De vivienda a institución cultural
El inmueble que acoge a La Casa, como muchos la llaman, fue mandado a construir por la señora María Luisa de Betancourt como una edificación doméstica. En el año 1947, a solicitud de la Asociación de Escritores y Artistas Americanos, es ampliado para acoger la sede de la Casa Continental de la Cultura. El arquitecto Ramón Busto estuvo al frente del nuevo proyecto.
Con sus funciones actuales, fue fundada el 28 de abril de 1959, por la Ley 299 que le otorgó personalidad jurídica propia. La primera directora e impulsora fundamental fue la guerrillera cubana Haydee Santamaría Cuadrado, quien estuvo a cargo hasta su deceso en 1980. Tres años antes, haciendo referencia a la razón de ser inicial, había comentado:
«Queríamos que Cuba no se aislara de las formas artísticas y culturales del Continente y conseguimos que el Continente tampoco se aislara de Cuba.»
Para cumplimentar tales deseos y hasta la actualidad, realiza actividades de carácter no gubernamental, encaminadas a desarrollar, tal como declara en su sitio oficial, las relaciones socioculturales con los pueblos de la América Latina, el Caribe y el resto del mundo, a partir de la divulgación, la investigación, el auspicio, premiación y publicación en manifestaciones variadas como la literatura, las plástica, la música y el teatro. Se ha convertido, además, en un espacio de diálogo y encuentro de ideas renovadoras desde distintas perspectivas. Actualmente la dirige el intelectual cubano Roberto Fernández Retamar.
Rincones de La Casa
Como eterno espacio cultural, organiza su trabajo por manifestaciones artísticas. El centro de investigaciones literarias promueve el Premio Literario Casa de las Américas, publica la revista «Casa» y se especializa en el estudio crítico y divulgación de las literaturas del continente americano, mientras que el Departamento de Teatro realiza los Festivales de Teatro Latinoamericano y Caribeño «Mayo Teatral», y cuenta con la revista «Conjunto», una de las más antiguas de ese lado del Atlántico, experta en teatro latinoamericano y caribeño contemporáneo.
La sección de Artes Plásticas, por su parte, posee la revista digital «Arteamérica». Desarrolla desde el 2000 la Subasta Humanitaria de Arte Contemporáneo Cubano y reúne la Colección Arte de Nuestra América Haydee Santamaría, un patrimonio visual constituido por más de diez mil obras de las que es posible ver una muestra en exposiciones permanentes del edificio central.
La Dirección de Música difunde y estimula el pensamiento y la creación musical desde un amplio programa en el que resaltan propuestas habituales, la revista «Boletín Música» y premios como los de Musicología y Composición Casa de las Américas. Atesora también la Colección de Música, con un fondo conformado por partituras, soportes fonográficos y archivos visuales, y produce la colección Música de esta América, bajo el sello discográfico «Casa».
Alberga, igualmente, el Centro de Estudios del Caribe, con su Premio Literario dedicado a la creación regional y su publicación «Anales del Caribe», donde se difunden textos en lenguas originarias. La Casa posee, además, el Programa de Estudios de la Mujer, la revista «La Ventana» y cuenta desde 1960 con una editorial: el Fondo Editorial Casa de las Américas, que a lo largo de los años ha regalado cerca de novecientos títulos en diecisiete colecciones.
Resguardo de la memoria
En su labor por atesorar invaluables bienes patrimoniales que forman parte de su legado cultural, se han creado además las colecciones Palabra de esta América, el Archivo de la Palabra, conformado por el registro sonoro de más de mil voces de personalidades de las letras, las artes y la política, y la Biblioteca José Antonio Echeverría, que resguarda y pone a disposición del público más de 200 mil ejemplares. Todo esto es fruto de la exhaustiva labor de proteger la memoria inmaterial de los pueblos latinoamericanos.
En La Habana, una «Casa» para todos
La Casa de las Américas es, además, una gran galería de arte abierta al público. En sus salas pueden apreciarse exposiciones o participar en conferencias, premiaciones de concursos, espacios de debate, presentaciones de libros y revistas, a las que estamos todos invitados permanentemente.