El Jardín Botánico Nacional
25 kilómetros al sur de la Habana está, desde el 1984 el Jardín Botánico Nacional. Este parque natural de 600 hectáreas de superficie resulta especial para aquellos que disfrutan de la paz de los ambientes ecológicos y el contacto con la naturaleza. Conserva alrededor de unas cuatro mil especies vegetales que se dividen en dos zonas temáticas, la cubana y la mundial.
El jardín es miembro de la BGCI «Botanical Garden Conservation International» y a la vez promueve temas relacionados a la educación ambiental y la recreación sana. La responsabilidad de su creación corrió en manos de la Universidad de la Habana con la asesoría del Dr. Johannes Bisse de la Universidad Friedrich Shiller de Jena en Alemania.
¿Cómo llegar?
La principal vía de acceso al parque es a través de la carretera que comienza en la intersección del Primer Anillo de la Habana y San Francisco, aunque también puedes llegar por la carretera que atraviesa el Parque Lenin. Frente al jardín se encuentra Expo-Cuba, uno de los recintos feriales más famosos del país.
Los valores naturales del parque
El terreno del Jardín Botánico se extiende a lo largo de unas 600 hectáreas, divididas en una parte techada con tres pabellones internos y otra al aire libre donde hay un estanque para plantas acuáticas y ornamentales. Dentro del parque las exposiciones se dividen de acuerdo a los tipos de plantas que conserva el jardín.
Entre otras exposiciones en este lugar se exhibe un pabellón destinado a la exposición y venta de bonsái, además de un invernadero con altas condiciones de humedad dedicado a las plantas de bosques húmedos y tropicales; siendo las plantas decorativas la principal atracción de esta zona. También cuenta con un cactarium, destinado a las colecciones de plantas cactáceas y otras suculentas.
En la zona de exposiciones de árboles, el parque cuenta con áreas de sabanas de Júcaros, Palmas, pinares, vegetación sobre serpentina, bosque húmedo oriental y montes semideciduos, además de la vegetación de mogotes, típicos de la provincia de Pinar del Río en Cuba, monte seco y manigua costera.
Las palmas también tienen un tratado especial en este parque, no en vano la Palma Real es considerada un atributo nacional en Cuba, al igual que el Tocororo y la flor de la Mariposa. De esta especie se conserva igualmente en el parque la Palma Corcho (Microcycas calocoma) considerada un fósil viviente en la actualidad
El jardín, cuyas colecciones tienen un alto valor científico para los estudiosos de la botánica cuenta también con un herbario que consiste en una colección de plantas desecadas, identificadas y la información descriptiva correspondiente. La muestra de este asciende hasta los más de 100,000 ejemplares de la flora.
Una pedazo de mundo en el Jardín Botánico
El jardín conserva igualmente muestras de la vegetación típica de zonas geográficas como Asia, África, América y las Antillas, Australia y Oceanía; no obstante el más popular es el famoso Jardín Japonés o Jardín de los Paseos.
Fundado en 1989, gracias a la colaboración de la «Asociación Conmemorativa para la exposición Mundial del Japón» y el apoyo del Embajador de Japón en Cuba se fundó este jardín como un homenaje al 30 aniversario de la Revolución Cubana.
Esta parte del jardín cuenta con 5 hectáreas donde se exponen plantas oriundas de este país asiático con el objetivo de emular el ambiente paisajístico de nombre Kaiyu-Shiki-teien o su significante en español «jardín de paseo». Fue diseñado por un arquitecto paisajista japonés Yoshikuni Araki y tiene a su lado un lago de 300 metros de longitud con una cascada y un mirador al estilo «Ukimi-dou» desde donde se pueden ver preciosos goldfish peces de color naranja, blanco y dorado cuyo tamaño alcanza los 50 centímetros en varios casos.
¡Come sano!
En el propio Jardín Botanico encontrarás un restaurant ecológico donde todas las ofertas gastronómicas son vegetarianas y tratadas naturalmente. Este restaurant es de los pioneros en comida vegetariana en Cuba y una de las ofertas más interesantes del jardín.
También se hace ciencia aquí
Desde su rectoría por la Universidad de la Habana el Jardín Botánico Nacional ha sido uno de los principales espacios científicos para el estudio de la flora cubana. Debido a esto el parque desarrolla una labor múltiple, relacionada a la preservación de la flora cubana, promover la cultura ambiental, la recreación sana y el estudio científico de la vegetación de la isla. Cumpliendo un rol fundamental como centro de exposición y difusión de la naturaleza cubana y de estudio y preservación de la misma.
Prepara tu picnic
El Jardín Botánico Nacional es un lugar abierto, cubierto de vegetación y sombra por todos los lados, el escenario perfecto para preparar una visita familiar con picnic incluido. Los niños podrán jugar y correr libremente por este lugar mientras te recuestas a la sombre de un árbol a leer un libro, una revista o a escuchar música. Nada podrá interrumpir la calma que reina en este lugar, eso sí, deberías estar pendiente del clima pues la lluvia podría arruinarte el día.
El paraíso de los ecologistas
Lleno de verde y plantas, este lugar bien podría convertirse en un centro de culto para los ecologistas y amantes de la naturaleza. La quietud del lago junto al jardín japonés, los bosques y montes distribuidos por el parque y la comida vegetariana componen la personalidad de este lugar, de visita obligatoria para los que disfrutamos del turismo de naturaleza y del verdor de los campos cubanos.
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