Una elección única
Dentro de las formaciones rocosas conocidas como Sierra de la Gran Piedra descansa un singular elemento que corona este sistema montañoso. El enorme bloque de roca con unas dimensiones de 51 metros de largo, 25 de alto y 30 de ancho y un peso estimado por encima de las 63 mil toneladas, se encuentra a una altura de mil 225 metros sobre el nivel del mar e integrado en los atractivos que conforman el Gran Parque Nacional Sierra Maestra.
La fama de este sitio, convertido en visita obligada para quienes se acercan a la región, trasciende las fronteras de la isla al ser también el de mayor tamaño en el caribe insular. Mucho ha contribuido lo inexplicable de su origen, atribuido tanto al impacto de un meteorito como a la explosión de un volcán submarino, aunque esta última parece ser la versión más aceptada.
Para los amantes de la naturaleza
El ascenso a la cúspide de la Gran Piedra se realiza a través de 452 peldaños, donde el visitante se enfrenta a la aventura rodeado de una abundante vegetación de helechos, orquídeas y otras especies que habitan en la zona.
Varios centenares de categorías vegetales, de ellas 222 de helechos, y con el 22 por ciento de ellas endémicas complementan la oferta del sitio para el turismo de naturaleza, a lo cual se añade una fauna con 926 especies donde destaca el tocororo, ave nacional cubana.
La roca es también apreciada como un mirador natural de condiciones únicas, pues ofrece a la vista de quienes se aventuran a escalarla los atractivos de uno de los paisajes de mayor belleza en el territorio.
Por un lado permite divisar todo el litoral costero del sudeste, donde se extienden las playas y hoteles del Parque Baconao, unido a los inmuebles elevados de la capital de la provincia de Santiago de Cuba.
Para el ocio están disponibles las capacidades del Hotel Gran Piedra, repartidas en 17 cabañas y cinco bungaloes, donde los amantes del turismo de naturaleza disfrutan de programas de senderismo, montañismo, el cicloturismo y la contemplación de la flora y fauna, entre otras opciones.
El singular toque de la historia y la cultura
Los estudios realizados por expertos confirmaron a la Sierra de la Gran Piedra como el principal polo de asentamiento de los emigrados franceses en el siglo XIX, al conservarse de esa época las ruinas de decenas de plantaciones de café. Una característica casi única en el país (salvo la Sierra del Rosario, en la provincia de Pinar del Río).
Sus ruinas aún se mantienen, entre las cuales se destacan el de La Isabélica, actualmente un museo y Monumento Nacional, La Iberia, hermoso jardín tropical de montaña, Kentucky, sitio de acampada de José Martí tras su desembarco por Playitas en 1895, La Idalia y La Gran Sofía, entre otros. El área de estas ruinas ha sido proclamada por la UNESCO Paisaje Cultural de la Humanidad en la categoría de paisaje fósil.
En el Sistema Nacional de Áreas Protegidas de Cuba el área que ocupan estas ruinas ostenta la categoría de Paisaje Natural Protegido.
Después de su estancia en la Gran Piedra, Santiago de Cuba será su próximo destino. En ella son comunes los museos, los centros de interés histórico y otros atractivos culturales. Es una ciudad cosmopolita, tanto como La Habana.