La Habana en cinco paisajes

La Habana en cinco paisajes

La Habana está llena de escenarios que enamoran a los fanáticos de la fotografía. Es ideal para quienes deseen un álbum con imágenes excepcionales de una urbe caribeña, Patrimonio Cultural de la Humanidad y «ciudad maravilla».

En su arquitectura, las huellas de lo colonial sobresalen en grandes fachadas eclécticas, barrocas y neoclásicas, pero también en detalles que son posibles descubrir si se acerca el zoom: aldabas, rejas, faroles, vitrales, adoquines… Panorámicas del paisaje urbano con la bahía a sus pies, primeros planos con el mar de fondo, selfies delante de imponentes edificios, cualquier antojo fotográfico es posible cubrir en la otrora villa de San Cristóbal de La Habana.

La Habana en cinco paisajes

Es difícil sugerirle dónde captar las instantáneas más memorables, por los disímiles escenarios maravillosos que hay, pero sin dudas, existen cinco lugares a los que no se puede dejar de ir. Aliste su cámara, los accesorios, el celular (si lo prefiere para captar las imágenes), tenga listo el obturador porque ya iniciamos este recorrido por La Habana.

  • La vitrina de la ciudad: el Malecón

    Malecón habanero

    Ir al Malecón es parte de la vida cotidiana habanera. Visitar este paseo marítimo, gran mirador de la capital cubana, es también uno de los principales atractivos para los foráneos.

    En esta larga avenida ceñida por un muro en alrededor de diez kilómetros de costa, al oeste de la ciudad, es posible retratarse desde cualquier ángulo y lograr una hermosa imagen. Si escoge sentarse en el área más cercana a La Habana Vieja podría tener de fondo el faro del Castillo del Morro e incluir en su álbum personal a uno de los íconos de las postales cubanas.

    Las mejores fotos las obtendrá en la mañana y la tarde, ya que según los fotógrafos profesionales la luz del mediodía es demasiado fuerte y poco favorable. Muy temprano es posible encontrar a decenas de pescadores con sus varas y embarcaciones moviéndose hacia el centro de la hermosa bahía. Al ocaso el cambio de luces regala un singular paisaje: llegan enamorados, bohemios con sus guitarras, vendedores ambulantes, también puede ver a alguien haciendo una ofrenda religiosa a la deidad afrocubana Yemayá.

    Sin alejarse mucho podrá fotografiar otras construcciones patrimoniales, como los castillos de la Real Fuerza, San Salvador de la Punta, los torreones de San Lázaro y La Chorrera y el Hotel Nacional de Cuba.

  • El Cristo de la bahía

    Cristo de La Habana

    Desde el Malecón se distingue una colosal escultura que representa al Sagrado Corazón de Jesús. Si desea estar a los pies de la estatua, esculpida en mármol de Carrara por Jilma Madera, solo debe atravesar la bahía. El Cristo de La Habana, Monumento Nacional desde el año 2017, tiene unos 20 metros de altura y está compuesto por 67 piezas traídas desde Italia, donde el Papa Pío XII bendijo el monumento. Es parte del conjunto arquitectónico que caracteriza la entrada del antiguo puerto de Carenas.

    A pesar de que la sede del Cristo es habitualmente muy visitada, el lugar es tranquilo. Desde allí también es posible fotografiar otra cara de La Habana: la de Casablanca, un pequeño poblado de pescadores aledaño. Las panorámicas que se pueden tomar desde allí revelan una amalgama de siluetas que sugieren la evolución arquitectónica de la ciudad, desde la parte antigua, al interior de la bahía, hasta las torres del moderno Vedado.

  • Plaza de la Catedral: emblema del barroco cubano

    Plaza de la Catedral de La Habana

    Uno de los más extraordinarios templos de Cuba es la Catedral de La Habana. La reconocida iglesia, construida en 1748 a petición de los jesuitas, es una obra insigne del barroco latinoamericano, que destaca en el conjunto arquitectónico de la plaza homónima.

    Desde su mirador se aprecia una amplia vista de la antigua urbe y la bahía regala un panorama inigualable. También fascina observar su techo de piedra y abovedado, o contemplar las piezas pictóricas expuestas en su interior. Sobre su fachada ornamentada, llena de líneas contorsionadas, perfiles redondeados y la asimetría de sus dos torres, incide la luz del sol de una forma casi mítica, lo que favorece tomar imágenes espectaculares en cualquier horario.

    Y si es de los que gusta tomar fotos a lugareños o a esos que simbolizan la cultura popular del país, por la plaza merodean pintorescos personajes que con sus vestuarios y ademanes recuerdan a quienes transitaban por los antiguos callejones habaneros. Vendedoras de flores con cestas, trajes de muchos colores y turbantes en el pelo, son las que más abundan. Ellas proponen a los visitantes posar para una foto a cambio de un módico pago (1 CUC, moneda de cambio).

    Este sitio siempre tiene como banda sonora la música ejecutada por grupos tradicionales. Alrededor de la Plaza existen pequeños negocios privados: cafeterías, heladerías, restaurantes y bares, perfectos para hacer una parada y luego seguir fotografiando algunos de los encantos de La Habana.

  • El Capitolio con su majestuosa cúpula

    Capitolio de la Habana

    Desde casi todos los puntos de la ciudad es posible avistar la imponente cúpula del Capitolio. Mide casi 100 metros, una de las más altas del mundo y estuvo inspirada en las del Panteón de París y la Basílica de San Pedro de Roma.

    Inaugurado a finales de la década del 20 del pasado siglo, el imponente edificio singulariza a La Habana, y podría decirse que ha sido unos de los más retratados y filmados, lo mismo para el cine que para el recuerdo de muchos de los viajeros que llegan a Cuba. La fachada neoclásica, llena de columnas y con una amplia escalinata, es impresionante.

    Al final de la gran escalera se erigen dos grupos escultóricos de bronce, cada uno de más de seis metros. Adentro, el majestuoso Salón de los Pasos Perdidos sobrecoge con sus 120 metros de longitud, así como la escultura de bronce laminado en oro La República, una representación de Atenea. Su altura de casi 20 metros y sus 49 toneladas la avalan como la tercera mayor del mundo exhibida bajo techo.

    Frente al Capitolio se encuentran los singulares fotógrafos de cajón, quienes revelan en pocos minutos imágenes sepias obtenidas con cámaras antiguas. La tradición permite conservar de La Habana un recuerdo curioso. En la zona abundan los autos del pasado siglo, muy bien conservados que en Cuba se conocen como almendrones.

    No pierda la oportunidad de fotografiarlos o fotografiarse en ellos. También puede alquilarlos para seguir este recorrido por lugares emblemáticos de La Habana, donde tomar fotos es un privilegio.

  • En la cima de la capital cubana

    Plaza de la Revolución

    La Plaza de la Revolución José Martí es uno de los espacios públicos más visitados de la Mayor de las Antillas. En su entorno están algunas de las principales iconografías cubanas, como el perfil más conocido del Che Guevara, inspirado en la imagen captada por el fotógrafo Alberto Korda; otra del comandante Camilo Cienfuegos y el memorial dedicado al independentista y escritor José Martí, Héroe Nacional.

    En la base del memorial se erige una estatua de Martí que alcanza los 18 metros, impresionante por su belleza. A su espalda se levanta una extraordinaria torre de mármol con forma de estrella. En la cima del obelisco está el mirador más alto de la capital, con unos 129 metros sobre el nivel del mar. No encontrará mejor sitio en La Habana para hacer una panorámica ideal.

El encanto de fotografiar La Habana

Otros espacios de la ciudad también sugieren fotografías interesantes: la Plaza Vieja, con sus líneas, trazos, arcos erigidos en el siglo XIX, un atractivo espacio público con una fuente ubicada en el centro, circundado por la Galería de Arte, el Café Escorial, la Cámara Oscura, el Planetario y una mini fábrica de cerveza; la calle Obispo, la más concurrida del centro histórico habanero; en El Vedado, el edificio conocido como FOCSA, con el punto más alto de la trama urbana de la ciudad moderna, y una de las maravillas de la arquitectura cubana, con una vista única desde el restaurante La Torre, ubicado en el último piso del mismo; el Callejón de Hamlet, en Centro Habana y muchos otros.

Podría ser interminable la lista. Las instantáneas de los sitios, edificaciones, esculturas que recomiendo revelan la fisonomía de una ciudad que conserva el encanto de una dama.

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  1. Luis Sánchez 7 agosto 2020