Si lo que desea es encontrar un sitio en Cuba donde disfrutar de hermosos bosques, con mucha vegetación endémica, tranquilas playas, rutas culturales, y a la vez conocer la historia de la «Mayor de las Antillas” y divertirse, el mejor lugar es el Parque de Baconao.
Queda a unos 20 kilómetros de la caribeña ciudad de Santiago de Cuba, en la parte oriental del país y se conoce mundialmente por su patrimonio natural. En 1987, la UNESCO lo declaró Reserva de la Biosfera.
Al sur el parque está bordeado por el mar, y en su superficie total (84 600 hectáreas) es posible hallar una amplia variedad de flora en sus bosques de montaña, costeros, pinares y secos. Es uno de los principales destinos para los excursionistas que llegan a Cuba. Muy cerca del parque se encuentran hermosas playas de arenas morenas y una singular laguna muy cálida.
El parque está lleno de atracciones: refugios de vida salvaje, plantaciones de café, un acuario, el Valle de la Prehistoria y hasta un museo automovilístico.
La leyenda de su nombre
Hay un hermoso mito sobre el nombre del parque. Durante la etapa precolombina habitaba esta zona un niño indígena. Según la historia el pequeño acostumbraba a sentarse a la sombra de un árbol llamado Bacona, para tocar música usando los caracoles que sacaba de la laguna.
Los pobladores, fascinados con las habilidades del niño, empezaron a creer que el árbol era mágico y empezaron a llamar al pequeño Baconao.
Se dice que un día salió a caminar por el valle y nunca regresó. Con el tiempo se escuchaba en el bosque el sonido que hacía con los caracoles y todos comenzaron a creer que Baconao vivía en los árboles.
El Valle de la Prehistoria y su Cromagnon de piedra
Entrar al parque favorece un viaje imaginario a épocas anteriores de la tierra. En Baconao está el Valle de la Prehistoria, ocupado por grandes esculturas de dinosaurios y animales prehistóricos hechos a tamaño natural. Se dice que, de su tipo, es el único en todo el mundo.
Las 227 obras emplazadas en el parque (que se inauguró en los años 80 del siglo XX) permiten observar cómo eran los dinosaurios, mamuts y otras especies que poblaron el planeta hace millones de años. Todas están agrupadas según sus épocas geológicas. La escultura más alta es la del llamado “Hombre del Cromagnon”, que mide 12 metros y fue construida, como el resto de las piezas, con la técnica del ferrocemento.
El tanque de tiburones, lo mejor del acuario
El Acuario de Baconao capta la atención de todos los visitantes que llegan hasta esa región del oriente de Cuba. En él se puede disfrutar en detalles de la variada fauna marina del Mar Caribe.
La instalación cuenta con un túnel bajo el mar de alrededor de 30 metros. En su propio hábitat es posible observar grandes peces, algunos muy pequeños y de vivos colores, focas, delfines…
¡Es una singular experiencia, que ofrece emoción y a la vez mucha tranquilidad!
Los estanques, realizados con un diseño constructivo muy original, están divididos por las especies de aguas dulces, saladas y la vida marina en el arrecife. Pero, sin dudas, la sensación mayor la causa el majestuoso tiburonario.
Varios tipos de estos impresionantes animales acuáticos estarán a su alrededor mientras camina. La música que ambienta el espacio también recrea la vida marina y el vasto patrimonio histórico submarino de esa región donde se erigió la institución.
Entre las ofertas es posible además realizar un baño con delfines. Los entrenadores siempre acompañan a los clientes y toman imágenes a las que luego pueden acceder.
Laguna de Baconao
Otro de los espacios preferidos por los viajeros que llegan hasta Baconao, es su laguna, con una superficie de 4 kilómetros cuadrado. Entre los atractivos principales que se ofrecen están los paseos en botes y bicicletas acuáticas. Se pueden hacer en pareja, en familia o solitario, si desea en total quietud disfrutar de un paisaje maravilloso.
Se puede visitar una reproducción de cómo era una villa de la tribu de los aborígenes taínos. Luego del paseo, no deje llegarse hasta alguno de los restaurantes especializados en mariscos que quedan muy cerca de la laguna, donde se ofrecen unas paellas como para no olvidarlas.
A poca distancia del estanque queda el Prado de las Esculturas y el delfinario, ideales para armarse un itinerario fascinante. Las playas del Mar Caribe, muy famosas por sus cálidas aguas, también se localizan a pocos kilómetros de allí.
¿Dónde hospedarse cerca del parque?
La belleza excepcional de Baconao, combinado con las playas y bosques que lo bordean, además de las disimiles ofertas culturales que están diseñadas en el parque, atraen a cientos de viajeros hasta esa zona.
Por eso se ha garantizado hospedajes con cinco hoteles, entre ellos el Hotel Bucanero, Hotel Club Amigo Carisol-Los Corales y Coralia Club Bucanero, con un total de 700 habitaciones. Estas instalaciones ofrecen programas en los destinos de sol y playa, naturaleza y turismo de salud.
Entre las opciones de los hoteles se pueden seleccionar excursiones a caballo, a través de interesantes senderos que recorren miradores naturales; o bien alquilar botes, visitar alguno de los puntos de buceo, y realizar pesca deportiva.
Por los alrededores también es posible encontrar varias casas particulares dónde ofrecen servicios de comida típica. Los platos tradicionales cubanos son exquisitos
Conocer las sorpresas del Parque Baconao
Baconao se ha ubicado en el país como uno de los sitios con más alto interés botánico, paisajístico, cultural y turístico. Otros de los lugares que podría visitar son el parque de diversiones de Sigua y el Museo del Transporte Terrestre, donde se exhiben cerca de 2 mil 500 réplicas de autos en miniatura, junto a una muestra de autos antiguos a tamaño real. ¡No hay tiempo para aburrirse en este lugar!