Existen muchas maneras de conocer la isla, o al menos intentarlo, repasar un poco su cultura, su historia, sus tradiciones. Una de esas formas de adentrarse en la atmósfera que rodea y ha rodeado al cubano durante varios siglos, es a través de las películas cubanas.
Porque si hablamos de cine cubano, hay que tener en cuenta, que durante años el audiovisual se ha situado desde el conflicto o el cuestionamiento a la realidad cubana. Por tanto, es un arte que constantemente rejuega con la historia, la política, la ideología y la vida cotidiana. Cabe aclarar también, que la producción cinematográfica, como industria representativa del país no se concreta sino hasta después del Triunfo de la Revolución Cubana, con la fundación en 1959 del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica (ICAIC).
A lo largo de los años, el cine cubano ha sido ampliamente premiado dentro y fuera del país, y cuenta con una valiosa lista de escritores, directores y actores prestigiosos.
¿Por qué escoger estas seis películas cubanas?
Como decía, la relación entre el cine y la realidad es una vertiente que ha marcado el quehacer y la evolución cinematográfica cubana. En este sentido, los siguientes filmes, siguen una línea histórica, de transformación y removimientos en el ámbito Cubano, a partir de su incisivo posicionamiento ante la sociedad. Algunos ya son clásicos, los últimos están en camino a serlo.
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Memorias del subdesarrollo (1968)
Tomas Gutiérrez Alea
Este filme es un clásico. Está basado en la novela homónima de Edmundo Desnoes y relata las contradicciones de un personaje de clase burguesa que, tras despedir a su familia que emigra fuera de la isla, decide quedarse y adaptarse a la nueva voluptuosa etapa del país luego del triunfo revolucionario. Así, la vida y la perspectiva de este personaje, interpretado por el actor Sergio Corrieri, es el canal para reflejar igualmente una sociedad en transformación, que busca un modelo de desarrollo muy diferente al anterior, y que es impactante no solo para las clases desfavorecidas sino también para la clase alta.
Su director, uno de los cineastas más reconocidos de Iberoamérica, retrata la ciudad, sus cambios, su gente, con un lente muy perspicaz, capaz de captar la angustia, la alegría, la nostalgia, las contradicciones del protagónico y asimismo, de la sociedad toda. Este filme cubano ha sido extensamente laureado, así como sus actores y equipo de producción.
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Lucía (1968)
Humberto Solás
Y en el mismo año que «Memorias del subdesarrollo», aparece Lucía, un filme que recrea tres etapas fundamentales de la historia de Cuba, a través de la vida de tres Lucias, diferentes por el contexto pero similares por el espíritu. La primera parte, se desarrolla en la época colonial, durante las guerras por la independencia cubana contra España. Lucía, interpretada por Raquel Revuelta, sufre los engaños de un oficial español y atestigua un periodo de tensión política y de lucha por la libertad.
En la segunda parte, protagonizada por Eslinda Núñez, reconocemos a una mujer soltera que, durante el periodo de mandato de Gerardo Machado, se ve implicada en la lucha clandestina. En sus ojos también de madre, se retrata una sociedad que busca una salida a la represión, la corrupción y la desigualdad.
La última parte, representada por Adela Legrá, refleja la etapa revolucionaria, donde la mujer intenta ganar su espacio y verse como igual dentro de una sociedad machista y discriminatoria. Las tres partes, además de cuestionar diferentes momentos de la historia de Cuba, reconocen el papel de la mujer en la conformación de la nación cubana.
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La Bella del Alhambra (1989)
Enrique Pineda Barnet
Esta es una de las películas cubanas más premiadas nacional e internacionalmente desde su aparición en 1989. Beatriz Valdés, su protagonista, igualmente ha ganado múltiples reconocimientos por su excelente actuación como la bailarina del Teatro Alhambra. El filme se recrea en las primeras décadas del siglo XX, y describe la vida nocturna de La Habana de la época, los cabarets y la música relacionada a las fiestas y celebraciones.
Está basada en la novela «Canción de Rachel» de Miguel Barnet y es una historia de amor, de cómo la búsqueda del éxito y la superación puede ser un deseo engañoso y acabar con las relaciones amorosas. Sin embargo, encuentro su mayor atractivo, más allá de una trama que puede ser universal, en la proyección de una realidad muy cubana, vistosa y sugestiva.
Los personajes nocturnos de La Habana, el cabaret con sus ritmos cubanos, sus canciones para el alma y los brillos de sus bailarines; la ciudad, repleta de luces, con una actividad comparable a la de las grandes ciudades del mundo.
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Fresa y Chocolate (1994)
Juan Carlos Tabío y Tomas Gutiérrez Alea
Y aquí acudimos a otro clásico, uno de los filmes más polémicos y laureados hasta la actualidad, nominado a los Premios Óscar de la Academia Estadounidense de Cine. En su momento, fue una película que marcó una nueva manera de pensar la sociedad cubana, que vivía una de sus mayores crisis económicas en la década de los noventa.
La relación chocante entre un joven comprometido con el proyecto socialista y un intelectual homosexual, termina en la conciliación. Es esta una crítica a las mentalidades cerradas y discriminatorias de esos años, y a la vez, una manera de incitar a la reflexión, a expandir las miradas y cuestionar la sociedad desde su diversidad. Diego, interpretado por Jorge Perugorría y David, representado por Vladimir Cruz, resuelven ser amigos a pesar de los prejuicios y los dogmatismos.
Algunos critican cómo se resuelve la trama o los clichés en que puede incurrir, pero lo cierto es que la película marcó un momento importante en la producción cinematográfica cubana y se ha convertido en fuente de referencia obligatoria para conocer la historia del cine en la isla.
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Habanastation (2011)
Ian Padrón
Del cine actual que se hace en la isla, «Habanastation» es un filme especial. Reflejo de dos costados de la sociedad cubana, el más adinerado y el más pobre, la historia ubica en el mismo contexto a dos niños cubanos. En la interacción descubren que más allá de la política, la ideología y el poder, hay valores que superan cualquier diferencia, como la amistad.
Pablito, uno de los protagonistas, se pierde en un barrio marginal de La Habana, donde encuentra a un compañero de clase que finalmente termina siendo su amigo. En este barrio conoce la violencia, la peligrosidad pero también la espontaneidad del cubano, su solidaridad, sus religiones, su simpleza. Además, es un filme muy divertido que entre líneas convoca a pensar en la sociedad toda.
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Conducta (2014)
Ernesto Daranas
Finalizo con un filme donde también el protagonista es un niño. En un contexto igualmente marginal, esta película cuestiona la institución educacional cubana y su verdadera misión. A través del papel de una maestra, interpretada por la actriz Alina Rodríguez, que se rehúsa a dejar en una escuela de conducta a uno de sus alumnos problemáticos, se descubre una historia muy conmovedora, donde se pone crisis también la función de la familia y la sociedad en la educación de los niños.
El cine como reflejo de la sociedad
Estos son filmes fundamentales para entender los cauces del cine cubano y su evolución a lo largo de los años. Asimismo es una invitación a conocer Cuba, sus costumbres y ritmos propios. Es una lista reducida, panorámica pero ciertamente imprescindible.
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