Probablemente nunca hayas escuchado el término “timba”, pero si estás pensando viajar a Cuba es algo típico de la cultura cubana que debes conocer. En Onlinetours te contamos al detalle qué es la timba cubana.
Al comenzar la década de los 90 del siglo pasado, la sociedad cubana afrontó el llamado «período especial en tiempos de paz», un lapso de tiempo en el cual la economía antillana tocó fondo, despojada del apoyo del otro campo socialista, tras la caída de las potencias de Europa del Este y del CAME (Consejo de Ayuda Mutua Económica).
La cultura, por supuesto, se resintió a todo este proceso del cual subsisten abundantes rezagos entre los artistas y la población local. En aquel entonces, como aseguran muchos estudiosos, la necesidad de expresar y canalizar esa frustración objetiva y psicológica se materializó en los hechos creativos.
La música, como punta de lanza históricamente demostrada del sentir ciudadano, asumió un tempo más acelerado y agresivo, acústicamente hablando, y cambió las maneras de hacer en la ejecución, los textos y el baile.
El son montuno y la salsa, una misma familia de géneros, comenzaron a escucharse más alto, en formatos instrumentales y partituras «modernizadas» que se fundieron extensivamente con otras influencias nacionales y foráneas. El piano sobresalió aún más en la base rítmica y las improvisaciones.
Los artefactos electrónicos, la percusión de la rumba afrocubana y los metales, a veces estridentes, se hicieron protagonistas del espectáculo, incluso por encima de la lírica y las voces. Así nació «la timba» que hoy en día se escucha y baila en los centros nocturnos cubanos.
La timba cubana y sus creadores
Para los fundadores de la tendencia, la timba es una evolución de la música cubana y de la visión de ésta en el escenario actual, como un complejo sonoro y cultural muy amplio y diverso. Sus detractores, en cambio, la nombran como corriente insustancial. Una propuesta puede diferenciarse enormemente de otra. Un tema dista de otro, sin lugar a dudas. Los une la actitud afrocubana, de evitar lo monótono, utilizando elementos esenciales de la rumba, la conga, el jazz, el rock, el rap, el pop y el reggae, por ejemplo.
Se dice que Elio Revé (padre) y su Charangón, lo venían intentando desde hacía un tiempo, al igual que la Ritmo Oriental, Dan Den, Irakere y Los Van Van con su songo, un acercamiento genérico a lo que vendría después. A ello se sumaron, conscientemente o no, Isaac Delgado, Manolín, el conocido «Médico de la Salsa», Bamboleo, Paulito FG, Pachito Alonso y sus Kini Kini, Klímax, David Calzado y la Charanga Habanera y NG La Banda, entre otras agrupaciones cubanas.
Ese período se denominó el «Boom de la salsa», por la competitividad entre una gran cantidad de agrupaciones que interactuaban entre sí, directa o indirectamente, en escenarios al aire libre, teatros, televisión y radio. Resonaban fuertemente los conciertos habaneros en «El Palacio de la Salsa», las casas de la música y el Salón Rosado de la Tropical, con abrumadora asistencia de público. Tal contexto y el espíritu subyacente, también llevaron al surgimiento de un número nada despreciable de nuevas orquestas, como fenómeno circunstancial, de las cuales han sobrevivido unas pocas.
Letra y baile
A diferencia del son y la salsa más tradicionales, al inicio saltaron las alarmas ante los cultores de la timba. La picaresca, la sutileza y la insinuación se sustituyeron por frases y expresiones de experiencia inmediata, mucho más explícitas sobre los problemas sociales, la sexualidad, y se afectó tremendamente la imagen de la mujer, por lo que varias instituciones gubernamentales y algunos sectores de la audiencia les saltaron al paso con fuertes críticas en los medios de comunicación. Así lo confirma el texto de la canción «La bruja», de NG La Banda:
«Tú eres una bruja
Una bruja sin sentimiento
Tú eres una bruja.»«Tú lo que eres una loca, una arrebatá, una desquiciá
Tú eres una loca
Y tu cintura me provoca
Pero no me importá na’»«Tú no tienes sentimiento
Tú vives de la maldad
¡Bruja, qué va!»«Subastaste mi cariño
Por eso no vales na’
¡Bruja!»
En contraposición, podemos encontrar propuestas totalmente apegadas a la balada hispana, al bolero, la canción romántica y el pop más suave, o la salsa latina que alguna vez se impuso en el mercado internacional.
Algo similar sucede con el baile. Si bien es cierto que lo podemos bailar todo sobre la base del casino, a la manera del son, en pareja, también tiene espacio para desplegar las habilidades individuales. Dicen los entendidos que es un casino «rumbeado». El timbero disfruta al tono y al ritmo que le proponga la orquesta, a veces lento, pero casi siempre acelerado, para estar a la altura del tumbao, de las trompetas y trombones, y de la percusión, hasta llegar al «despelote». Esta es la manera coloquial y popular de referirse al máximo de satisfacción y movimiento durante el baile, sin ataduras.
Después de hacer pasos, vueltas y figuras sincronizadas durante gran parte del número, un vuelco rítmico invita a las mujeres a mover la cintura en círculos eróticos o frenéticos con los brazos en alto, con provocación, contoneándose desmesuradamente. Los hombres quedan admirados, aceptan el reto y se acercan, a veces demasiado. Y si no tienen iniciativa o valor para hacerlo, la mujer se hará cargo. Esa es la timba: salsa dura y mucho movimiento.
La timba de Cuba hoy, con reggaetón
Los centros nocturnos de toda Cuba comparten el reggaetón de moda con la timba de jóvenes músicos como Maykel Blanco y su Salsa Mayor, La Charanga Latina, Alexander Abreu y Havana D’Primera, Manana Club, El Niño y la Verdad, El Noro y Primera Clase, entre muchos otros que pueden ser disfrutados a lo largo de toda la isla.
¿Quieres conocer más sobre la cultura musical cubana? Échale un vistazo al siguiente post sobre la Ruta de la Rumba, sin duda el corazón de la música cubana.
