Viajar con los más pequeños de la casa para algunas personas es un reto que terminan posponiendo; para otras es una decisión consciente de compartir las mejores experiencias en familia. Para este segundo grupo estamos recomendando hoy un grupo de lugares a los que puedes ir y actividades que hacer en La Habana con niños.
En la cultura del país es muy común que las personas sean amables y cariñosas con los niños, sean de su familia o no. Los suyos podrán vivir una experiencia más bien alejados de la tecnología, jugar libremente en las calles sin peligro y practicar toda la creatividad de la que sean capaces inventando juguetes tradicionales y compartiendo con los niños de la ciudad.
Las dificultades económicas en la Isla han supuesto que ciertas comodidades (como rampas para los coches, cambiadores en lugares públicos y el acceso a productos higiénicos y comida especializada) sean limitadas. Por ello te recomendamos que incluyas en tu equipaje lo que creas imprescindible, especialmente para bebés, como protector solar, espray anti mosquitos, medicinas, cereales, etc.
Finca de los Monos
El espacio es el actual Palacio Tecnológico de La Habana, abierto cada día entre las 2:00 y las 10:00pm. Pero en la ciudad se le conoce como la Finca de los Monos. Allí te encontrarás desde un avión hasta un yate y un tren a tamaño real con simuladores dentro. En el avión, los niños pueden experimentar cómo sería pilotearlo en la ruta Habana-Santiago de Cuba, y en su interior cuenta también con una heladería. El tren, por su parte, permite manejarse virtualmente desde la cabina y es “la casa del pan”. En el yate, los peques podrán simular la entrada por mar a la bahía de La Habana.
Además, el lugar tiene un Cine 3D, un área de robótica, un simulador de tiro, un aula de idiomas, un cibercafé y numerosas cafeterías y áreas de juego.
Proyecto Hábitat en La Habana con niños
Un proyecto exclusivamente dedicado a niños, ubicado en Calzada y F, Vedado. No te vas a arrepentir. Es uno de los espacios con mejor conciencia medioambiental y educativa de la ciudad. Allí se realizan ferias de reciclaje de vidrio y plásticos, talleres de origami, de dibujo con acuarelas y otras técnicas artísticas, etc. Hay espacio para que los niños puedan expresar libremente (y con guías bien preparados) su creatividad. Se organizan juegos de motricidad, trabajo con barro; y también hay música, canto, baile, body painting… Los pequeños podrán aprender desde yoga hasta cómo aprender a dar mantenimientos básicos a sus bicis, o incluso aprender a montarlas.
¿Mencionamos que se realizan de forma sistemática ferias de adopción de mascotas? ¡Ups!
Castillos, fortalezas, museos
Los castillos y fortalezas de La Habana encantan a los niños por los espacios abiertos, alejados de las construcciones modernas y sus historias de corsarios y piratas. Es una buena oportunidad para conocer mejor la historia del lugar y dejarles fluir libremente por estos espacios conservados y restaurados por verdaderos artistas.
Puedes visitar el Castillo de los Tres Reyes del Morro (¡Hay un museo pirata!), el Castillo de San Carlos de la Cabaña y el Castillo de la Real Fuerza, con sus maquetas de galeones y objetos recuperados del fondo del mar.
En cuanto a los museos, les recomendamos el Museo Nacional de Bellas Artes y el Museo de Historia Natural (ambos en la Habana Vieja), especiales para cultivar el amor al arte y a la naturaleza en tus peques de una forma súper divertida.
Jardín Botánico Nacional
Es el lugar ideal para pasar una jornada llena de calma, rodeados de un hermoso paisaje y con la opción de aprender muchísimo sobre las plantas. Con hermosos ambientes, disponen de pabellones temáticos para la observación de cactus y suculentas, vegetación de bosques húmedos o de montaña, pinares, o áreas especializadas como su famoso Jardín Japonés. Tiene más de 600 hectáreas y contiene más de 4 000 especies vegetales, atendidas por centros de investigación de la Universidad de La Habana.
Este paraíso está ubicado a unos 22 kilómetros del centro de La Habana, por lo que una opción eficiente y cómoda es arrendar un taxi, a menos que ya hayas arrendado un auto con nuestra agencia.
Teatro Guiñol
La pequeña sala del Teatro Guiñol está ubicada en los bajos del Edificio Focsa, en el medio del Vedado, prácticamente a una distancia caminable desde cualquier punto del municipio. Se trata de la única institución de la capital especializada en el teatro infantil, con puestas todos los fines de semana. Ofrece una gran gama de espectáculos de diferentes géneros artísticos.
La tradición teatral cubana ha mantenido en esta sala y por décadas un espacio lleno de talento y fantasías para el teatro de títeres dedicado a los más pequeños y sus familias. Es de esas experiencias que los niños difícilmente olvidarán.
Planetario de La Habana
Es el observatorio astronómico de la ciudad, con tours pensados especialmente para niños. Se encuentra en medio de la pintoresca Plaza Vieja, por lo que sería fácil incluirlo en el itinerario del día. Es la parte de la ciudad que vale la pena caminar y está muy cerca del puerto de La Habana. Allí encontrarán información acerca de la creación del universo, nuestra galaxia y el sistema solar, todo presentado de forma atractiva y, en muchos casos, interactiva. Tiene una pasarela de 71 metros que lleva a un teatro cósmico y está rodeada de pequeños planetas suspendidos en un cielo estrellado.
Fusterlandia
Un poco más alejado del centro de La Habana, este es un pequeño pueblo costero que ha sido intervenido de forma creativa por uno de los más reconocidos artistas de la comunidad. Para llegar, una opción cómoda es coordinar un taxi de ida y vuelta, porque las conexiones de transporte público hasta allí son escasas y no muy sistemáticas. Durante más de cuatro décadas José Rodríguez Fuster, pintor y grabador, ha convertido a la localidad en un laberinto multicolor con imágenes de gallos, palmas reales, figuras humanas, cocodrilos y banderas cubanas. Es totalmente gratuito, y muy cerca dispones de excelentes opciones de restaurantes especializados en platos del mar.
Muchas de estas opciones son totalmente gratuitas o con costos mínimos. Quedan clásicos como: ¡La playa! Hacia el este de la ciudad encuentras hermosas playas, una opción que los niños disfrutan muchísimo. Y, por supuesto, no dejes de caminar por el malecón de La Habana, especialmente en el horario de la tarde, porque las puestas de sol son increíbles y el gusto por estos espectáculos de la naturaleza es universal y para todas las edades.