Nuestra Habana, La Habana tiene casi 500 años de fundada pero en su interior todavía bulle un espíritu joven que mantiene a sus habitantes en constante creación. Un recorrido por la ciudad no solo puede llevarnos a lugares centenarios, sino también a sitios donde conocer lo mejor y más nuevo del arte de la isla.
En el Vedado habanero, justo en la parte de la avenida 23 conocida como La Rampa, sobresale una singular edificación: El Pabellón Cuba. En este recinto cultural cada tarde, después de las cuatro, inician descargas de jazz, trova, música electrónica y fusión, en el espacio de «La Pérgola».
La casa de los nuevos artistas
El día que visité el Pabellón la cantante Zule Guerra y su grupo se presentaban. La joven intérprete hace malabares con su voz y consigue cautivar a todos desde ese lenguaje universal que es el jazz. Disfrutando de unos deliciosos mojitos aprecié a los jóvenes músicos que hacían sonar su banda de pequeño formato casi como una jazzband. Luego, recorriendo el resto del inmueble llegué hasta el famoso Salón de Mayo.
En 1967, luego de su exposición en París, se trasladaron pinturas y esculturas del Museo de Arte Moderno de Francia hasta el Pabellón recién construido. La obra arquitectónica cubana se convirtió así en la primera locación del continente americano que fungiera como sede del renombrado Salón galo, y allí se conserva una sala donde hay una reproducción del mural exhibido en su inauguración de 1967.
Este recinto expositivo acoge además actividades colaterales de la Feria del Libro de La Habana, exposiciones de obras de arte, coloquios sobre temas culturales, actividades recreativas para niños, jóvenes y otras muchas funciones. Por todo ello, es una de las principales plazas culturales de la ciudad de La Habana y del país.
No es raro encontrarse, mientras se camina por el lugar y se disfruta de la gastronomía que ofertan en disímiles quioscos de ventas, un concierto del grupo «Toques del Río» en el Patio Central. Los acordes fusionados de mambo, son y flamenco resultan muy interesantes. Sin dudas, El Pabellón es un sitio para regresar. Excepto el lunes, abre todos los días, siempre después de las 2 pm con muestras de arte en La Habana.
Bailando con el hereje cantante del Diablo Tun Tun
Salí por la calle 23 y caminé hasta la calle L, en la esquina del gran cine Yara. Allí se pueden tomar coches clásicos que funcionan como taxis, conocidos como «almendrones», hacia la Casa de la Música de Playa. Por 5 CUC logré reservar uno directo. En 15 minutos puedes llegar para marcar en la larga fila que se forma a la puerta de uno de los clubes más concurridos de La Habana, el «Diablo Tun Tun».
Aquí tiene su peña habitual el cantautor Ray Fernández, espacio que se reconoce como una de las más espectaculares descargas de toda La Habana. Una legión de fieles acude a la cita cada jueves, entre las seis y la nueve de la noche. Allí se le ve guitarra en mano, “descargándole” a la vida, dando paso a la aventura, al riesgo de salirse de la media y marcar la diferencia.
Ray parodia, hace décimas, improvisa con el pie forzado más inaudito. Pasa del rock, al son, al tango. Habla en lengua vasca. Se quita la camisa y golpea su barriga como un tambor. Usa sombreros charros y hace sátiras políticas como nadie.
Canciones como «Bucanero», «El gerente», «Matarife» o «El obrero», lo han convertido en un acuciante cronista social.
Hasta su peña llegan otros reconocidos músicos del país, y muchos que apenas empiezan y Ray los invita a compartir escenario. Allí improvisan y complacen al público que es mayoritariamente joven, pero entre quienes hay bailadores de todas las edades y profesiones que no se pierden un jueves en esta esquina del reparto Miramar.
Un alto en el restaurant La Catedral
Cerca del Diablo Tun Tun; Calle 8 entre Calzada y 5ta, Vedado; queda el restaurante La Catedral. El menú sugiere comida caribeña, latina, cubana, internacional, opciones vegetarianas, veganas y sin gluten.
Sus dueños lo definen como un proyecto para rendir culto a la buena mesa. Es un sitio con una amplia variedad de recetas y con una cava de vinos alucinante. Puedes elegir botellas de España, Chile, Italia, Francia y Argentina.
Me gusta sentarme en la terraza y reponer fuerzas con una ensalada de atún y camarones fritos, aunque también recomiendo la especialidad de la casa: «Chilindrón de Chivo», un delicioso estofado de cordero en salsa criolla
Donde se construye Arte
Desde La Catedral llegué caminando por la calle Línea, uno de las arterias más modernas y concurridas de la capital, a la Fábrica de Arte Cubano (FAC).
Ubicado en la Calle 26, esquina 11, Vedado, este centro cultural logró colocarse en TripAdvisor, entre los tres primeros puestos de su lista de atracciones turísticas de Cuba y actualmente compite en el “Oscar de los Viajes”: el WorldTravelAwards.
Celebridades como Lady Gaga, Katy Perry, el músico de rock británico Mick Jagger, la jazzista Esperanza Spalding, el rapero Common, Michelle Obama, y otros famosos han llegado hasta este recinto cultural.
FAC fundada y dirigida por el reconocido músico y realizador audiovisual X-Alfonso, surgió hace catorce años con carácter itinerante e implica desde sus inicios a todas las manifestaciones artísticas. Abre de jueves a domingo, de 8:00pm – 3:00am, durante tres temporadas en el año: febrero-marzo-abril, junio-julio-agosto y octubre-noviembre-diciembre; cierran en enero, mayo y septiembre.
En un amplio espacio, distribuido entre cinco grandes naves que sesionan simultáneamente, pueden encontrarse diversos servicios culturales. Las áreas expositivas y de presentación incluyen a las artes plásticas, diseño gráfico e industrial, arquitectura, fotografía, moda, música, danza, teatro, arte culinario y cine.
Todos los jueves los visitantes pueden disfrutar de música clásica, los viernes de danza, el sábado de moda y el domingo teatro.
La barra más concurrida es la del último salón del primer piso, dónde se ofrecen los mayores conciertos. Esta noche estaba animando el escenario Dj Lejardi, quien mezclaba los clásicos de Morzart con sonidos electrónicos.
Espacios para conversar. El sitio siempre está muy concurrido con jóvenes, artistas de todas las manifestaciones, visitantes de diversos países, muestras fotográficas de autores de la vanguardia creativa de la Isla, salones expositivos con orfebrería, audiovisuales, proyectos arquitectónicos, entre otros, convierten a FAC, en una sede especial para pasar un rato diferente: entre buena compañía, música, tragos y el mejor arte hecho en la Cuba de estos tiempos. No puedo recomendar un lugar mejor para cerrar la noche.