En Varadero, distante a 150 kilómetros de La Habana, está casi todo dispuesto para veranear durante cualquier época del año, divertirse en discotecas nocturnas o descansar en confortables hoteles, si es la elección. El más hermoso balneario de Cuba fue bendecido por la naturaleza y es el principal destino turístico de la Isla.
Justo en la intersección de la Avenida 1ra y la calle 56 se encuentra el Parque Josone en Varadero, un verde oasis que da fe de las maravillas de la península. El sitio es un jardín apacible de unas nueve hectáreas de extensión, colmado de árboles y flores, en cuyo centro se encuentra una laguna natural rodeada de palmeras. ¡Es un sitio imperdible para fotógrafos!
Josone: las primeras letras de dos nombres
La historia de Josone se remonta a la década del 30 del siglo XX, cuando el entonces director de la emblemática fábrica de ron Arechavala, de Cárdenas, José Fermín Iturrioz, comprara la parcela de tierra donde se construirían las instalaciones inauguradas en 1942. El empresario vasco y su esposa, Onelia Méndez, nombraron al parque con la unión de las tres primeras letras de sus nombres, como símbolo de amor.
Hasta 1963 la hermosa y extensa finca de nueve hectáreas fue la residencia privada de la familia Iturrioz, donde desarrollaron su vida social y empresarial. Ese año los dueños emigraron del país y la propiedad pasó a ser una casa de protocolo del nuevo gobierno revolucionario cubano.
Por eso a «Josone» han ido a descansar disímiles personalidades de la historia mundial, como el cosmonauta Yuri Gagarin, primer humano en viajar al espacio exterior, el político argelino Houari Boumédiène, y el expresidente chileno Salvador Allende, entre otros. En 1989 la sede pasó al Ministerio de Turismo y se iniciaron diversas acciones de restauración del parque, que hoy mantiene su esplendor original.
Paraíso natural
Numerosos árboles como flamboyanes, bambúes, flores y plantas ornamentales crean una increíble atmósfera de paz. Allí podrás hacer paseos en botes o lancha de remos, disfrutar el delicioso y tradicional guarapo, jugo de caña de azúcar, en cualquiera de los establecimientos gastronómicos, o comprar bellas artesanías cubanas en los puestos de suvenires.
Otro de los atractivos del parque: el amplio espacio es ideal para picnics en familia o solo con tu pareja pues el lugar es muy romántico, lleno de flores y tranquilidad. Los niños suelen divertirse mucho, corriendo por el césped y observar los numerosos animales que allí se exhiben, sobre todo aves como los patos, guacamayas, gallos y avestruces.
Está muy cerca de los mejores hoteles de Varadero y las casas de huéspedes, «casas particulares», del popular balneario de Varadero. La playa, que mide 21 kilómetros, está a sólo 10 minutos a pie del Parque Josone. Visitarla sería la opción perfecta después de conocer el parque y almorzar en alguno de sus restaurantes. El recinto está abierto todos los días hasta la medianoche y la entrada es gratuita.
Restaurantes y otras atracciones en el Parque Josone en Varadero
La antigua vivienda construida en 1943 fue la primera residencia de los Iturrioz, que luego la dedicaron a hospedar visitantes. Hoy se conserva como el Restaurante Dante, especializado en la cocina italiana.
En tanto, la residencia principal, es una mansión de estilo neoclásico, terminada en 1945. En la actualidad conserva sus rasgos originales con la excepción que fueron cerradas galerías y portales para convertirlas en el Restaurante El Retiro, donde se disfruta una exquisita cocina cubana e internacional.
El actual Restaurante La Campana se concibió en una cabaña erigida en 1945, y era utilizada para la charla íntima en medios de desayunos y comidas con amigos e invitados. Su arquitectura tiene influencia de la hacienda o rancho al estilo norteamericano, y adentro se exhiben cabezas de animales embalsamados, trofeos de caza.
Además, aún se mantiene activo el túnel que construyera José Iturrioz debajo de la primera avenida. Originalmente comunicaba con la playa, pero hoy conduce al Centro Internacional de Buceo, donde también hay un restaurante especializado en platos marineros.
Pero lo más impresionante es la gran «Laguna de la Paz», situada casi al centro de la propiedad y rodeada al sur por terrenos que se levantan en forma de farallón, y presentan grutas naturales y solapas nombradas Cuevas de Figueroa. Otros establecimientos del parque son los restaurantes Antigüedades y El Rancho especializado en paellas y arroces mixtos, La Gruta de Vino y La Guarapera, esta última muestra la historia del azúcar en Cuba.
Nuevo escenario para la mejor música cubana e internacional
Desde la primera mitad de julio de 2018, el escenario de Josone también sirve para presentaciones de excepcionales músicos cubanos e internacionales. Allí sucedió el Festival Varadero Josone Jazz & Son, evento que reúne algunas estrellas de la música latina, y a nuevos y talentosos artistas de la Isla que interpretan ritmos cubanos tradicionales y contemporáneos como el son, la rumba, la timba y el pop.
El gran jazzista norteamericano Nicholas Payton, los salseros Gilberto Santa Rosa de Puerto Rico y José Alberto “El Canario” de la República Dominicana, el baladista Álvaro Torres oriundo de El Salvador, y el famoso grupo de reguetoneros cubanos Gente de Zona, han dado conciertos en el espacio verde de Josone.
El evento, que se prevé regrese cada verano, es otra evidencia de que el principal destino turístico de la Mayor de las Antillas no solo es un territorio de sol y playa, sino también cultural. Luego de un chapuzón en sus cálidas olas, puede encontrarse con algunos grandes artistas en fascinante parque natural.
Conocer el oasis de Josone
La belleza del Parque Josone atrae cada año a miles de vacacionistas. También a recién casados y cumpleañeros, quienes encuentran allí un escenario de película para sus fotos.
Aunque Varadero es el reino cubano de las playas turquesas y arena fina, no solo ha de irse hasta allí por un chapuzón. Tiene lugares para bailar, como la Casa de la Música, y tienes otros para estarse en familia, tranquilos, admirando la naturaleza a la sombra, y disfrutando la tradición culinaria local. Eso promete el Parque Josone, y cumple.
