No importa si se trata de largometrajes históricos, de ficción, cortos o documentales, cualquiera de estas obras le mostrará suficiente como para que aviste, antes de su llegada a la Mayor de las Antillas, los diversos panoramas que allí pudiera encontrar. Por supuesto, existe la posibilidad de que éstos se le presenten todavía más rocambolescos e intensos, porque es un hecho que en todas partes la realidad siempre, siempre, supera a la ficción.
Se trata de un buen entretenimiento el cine, pero ojo, las películas cubanas, casi en su mayoría multipremiadas, también son verdaderos tesoros desde el punto de vista de la fotografía, el desempeño actoral, la edición, el guion y otros factores que los críticos siempre tienen en cuenta a la hora de hacer sus valoraciones.
Películas cubanas para disfrutar antes de visitar Cuba
Entonces, una vez planteado el tema, vayamos a lo que nos ocupa: a continuación, le recomendaremos cinco películas cubanas que retratan a La Habana en diferentes épocas.
Prometemos no ser extensos ni abundar en demasiados detalles, pensando en aquellos, a quienes no les gusta bajo ningún concepto que le cuenten la película antes de entrar al cine. Sin embargo, esperamos ser lo suficientemente entretenidos y cautivadores para que se anime a disfrutar de estas verdaderas joyas del séptimo arte. ¡Acción!
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Fresa y Chocolate, todo un clásico
Dirigido por dos de los más grandes directores de Cuba, Tomás Gutiérrez Alea (Titón) y Juan Carlos Tabío, este filme es el primero que ha sido nominado a los premios Oscar como Mejor Película Extranjera.
Al ser rodada íntegramente en La Habana, podrá descubrir escenarios esenciales de la ciudad como la heladería Coppelia y vistas del Vedado, donde ésta se encuentra. También disfrutará de escenas en barrios de Centro Habana. Por cierto, el edificio multifamiliar o solar donde en la película vive uno de los personajes protagónicos, es un hermoso palacete de principios del siglo XX. Hoy, en ese mismo lugar, se encuentra la famosa paladar La Guarida, denominación que heredó de la cinta pues el personaje que interpreta el actor Jorge Perugorría, llamaba de ese modo a su hogar.
El Centro Cultural Cinematográfico del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográfica (ICAIC), sito en calle 23 entre 10 y 12, en El Vedado, también recibe el nombre de Fresa y Chocolate, como la icónica película, que marcó un antes y un después en el cine cubano.
Hasta ese momento el tema de la homosexualidad en Cuba era un tabú y este largometraje lo abordó de una manera muy elocuente. Tal fue su repercusión que, tras su estreno en 1993, durante el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, el público del Teatro Carlos Marx, alrededor de tres mil personas, se puso de pie en una enorme ovación que duró al menos 10 minutos.
Un dato curioso: Fresa y Chocolate estuvo en los cines de estreno de todo el país, pero la televisión nacional tardó 14 años en trasmitirla.
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Los pájaros tirándole a la escopeta
Un largometraje de ficción que, en tono de comedia, trata conflictos generacionales como el machismo y la preocupación por las apariencias. El filme de 1985, dirigido por Rolando Díaz, ilustra los años 80 en La Habana, cuando se comenzaron a construir los edificios prefabricados.
Ilustran la época de las guaguas (ómnibus urbanos) de origen soviético, el bullicioso y alegre impacto de los carnavales habaneros, la industria de muñecas y la cerveza de pipas (carros cisternas) que se bebía en pergas (vasos de cartón).
La película se rodó también en la capital cubana, por eso es posible apreciar las barriadas del Vedado, Habana Vieja, 10 de Octubre y una escena en alguna playa de Habana del Este, donde los trabajadores solían disfrutar sus vacaciones.
La música compuesta e interpretada por Los Van Van complementa muy bien la película. Recomendamos a los viajeros disfrutar de la producción de esta agrupación, imprescindible en el panorama musical cubano.
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Se permuta
Otra comedia que retrata a La Habana de los años 80. Filmada en 1983 y bajo la dirección de Juan Carlos Tabío, esta película invita a la reflexión. Gira en torno al tema de los intercambios de viviendas o permutas, en Cuba, pero en un sentido muy particular que, en este caso, es el afán de escalar en la sociedad.
Se presentan entonces realidades que aún hoy se aprecian como barrios humildes y aburguesados, problemas habitacionales en solares (mansiones o palacetes convertidos en edificios multifamiliares), sobrepoblados por personas que acogen en espacios reducidos a familiares de otras provincias, otras que no tienen en cuenta la planificación familiar a la hora de procrear, etc. Una deliciosa farsa que deja entrever eso que Alejo Carpentier definió como lo real y maravilloso.
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Amor Vertical
Este es un largometraje de ficción, dirigido por el realizador cubano Arturo Soto en el año 1997, que ilustra a La Habana de consignas, movilizaciones y oficinas de trámites con fuerte dosis de burocratismo.
Se muestra a una ciudad que crece a despecho de sus derrumbes, pero también una Habana en la que es posible escuchar al amor. El protagonista, encarnado por Jorge Perugorría, el Diego de Fresa y Chocolate, asegura que si afinas el oído puedes escuchar a las parejas haciendo el amor. “Ese es el sonido de La Habana de noche”, afirma.
En la cinta vuelve la vida del solar con los toques de tambores y el guaguancó. Si está de paso por El Vedado podrá disfrutar y hasta fotografiar el edificio donde se filmó una de las escenas principales de esta película y que recibe el nombre de López-Serrano, uno de los mejores exponentes del Art Decó en Cuba.
Otra locación importante es del río Almendares, en las inmediaciones del puente que une al Vedado y por ende el municipio Plaza con el de Playa. Podrá reconocer también, la vida del Malecón, con sus pescadores y las personas que gozan de las tardes y noches en el largo muro de concreto, arropadas por la brisa marina.
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Habanastation
Considerada la ópera prima del realizador cubano Ian Padrón, es una película estrenada en 2011, dedicada a los niños del mundo y en especial a los cubanos.
Regresan los fuertes contrastes en barrios capitalinos, la efervescencia de las marchas por el Primero de Mayo y los conflictos de los niños en las escuelas, cuando las diferencias sociales se van haciendo cada vez más evidentes.
El barrio habanero llamado La Tinta en la película, originalmente recibe el nombre de La Timba y está ubicado a un costado de la Plaza de la Revolución, aunque también se filmó en otras locaciones próximas al río Almendares.
Es un filme que invita a la reflexión y en el que por encima de todo vencen siempre la buena voluntad y la hermandad entre los seres humanos. Son valiosísimas las actuaciones de los pequeños de la compañía cubana de teatro infantil La Colmenita. Le recomendamos que durante su visita a La Habana busque el modo de visitar su sede en El Vedado, o asistir a alguna de sus presentaciones.
Mirar La Habana más allá de una pantalla cinematográfica
El cine cubano es muy prolijo en temáticas y modos de retratar a La Habana. Disfrutar de estas obras, es adentrarse en una ciudad que tiene miles de historias que contar y que le espera siempre, cálida, perenne, orgullosa de acercarse a su medio milenio de existencia.
