Cada vez más los muros de La Habana se van llenando de colores. Ya no se ven solo los grafitis oficiales con imágenes y frases de los héroes históricos más famosos de Cuba, también surgen en las paredes estéticas muy diferentes de jóvenes artistas que llevan sus creaciones a la calle.
El grafiti es un arte de nombre italiano pero surgido en Nueva York y otras urbes, donde prendió como parte del movimiento Hip Hop. En Cuba se ha desarrollado, más que como acto de vandalismo (así se veía en gran parte del mundo), como un hermoso regalo a la comunidad donde son pintados.
Así han revitalizado espacios constructivos de la ciudad que estaban en decadencia. La zona de San Isidro, en La Habana Vieja, es ejemplo de proyecto comunitario donde el muralismo urbano es esencial para darle otro aire al barrio.
Un distrito de arte en el centro histórico
No solo museos pueden visitarse en la parte más antigua de La Habana. Conocer su gente y barrios más humildes es imprescindible para quien quiera llevarse una idea fidedigna del alma de la ciudad.
La calle San Isidro es centro del barrio del mismo nombre, con un exótico pasado que en las primeras décadas del siglo XX incluyó prostíbulos, el trasiego indetenible del viejo puerto e historias de rumberos famosos.
Hoy varios negocios locales se han unido para desarrollar allí el San Isidro Distrito de Arte, iniciativa encabezada por la Galería Taller Gorría (GTG) del famoso actor cubano Jorge Perugorría, donde exponen algunos de los mejores artistas contemporáneos de la isla. Pero este no es un proyecto de puertas hacia dentro, porque la comunidad se ha visto beneficiada al embellecerse como una de las zonas con más grafitis de La Habana.
A través de las pintadas en los muros, la gente del barrio ve arte cotidianamente, vive como en una enorme galería que puede ser visitada a cualquier hora por los viajeros de todo el mundo, quienes se van enterando de esta maravilla y se salen de los recorridos habituales para admirar los dibujos.
Muchos trazos de todo el mundo
En la creación del Distrito de Arte también participan emprendimientos de esa zona como el restaurante Jesús María 20 y la galería El Artista (calle Picota #259). Mediante la organización de los Festivales Comunitarios van llenando a San Isidro de imágenes de todo tipo de estéticas, creadas por excelentes grafiteros de Cuba y el mundo.
Por ejemplo, el neoyorkino Stephen Palladino, que ha trabajado con Lady Gaga y muchos otros artistas y marcas, dejó su estilo lineal en varios retratos de personajes que semejan gánsteres, y pueden verse en el restaurante Jesús María 20.
También “exponen” en esta galería abierta que es San Isidro, los artistas Abstrk (Estados Unidos), Paola Delfín (México), Bikismo (Puerto Rico), Mateus Bailon (Brasil), Caratoes (Bélgica), entre muchos otros.
¿Y los cubanos? Ahora le cuento sobre dos de los más notables en la “Mayor de las Antillas”, cuyas obras también puede ver en este barrio.
Fabián (2+2=5?), el enmascarado en los muros
Uno de los cubanos que sorprende en las paredes de San Isidro es Fabián López. Aunque solo tiene 22 años ha logrado ser uno de los graffiteros de la isla más conocido internacionalmente, luego que apareciera en 2017 en una calle habanera su popular personaje “Súper Malo” (un hombre con un pasamontañas) sosteniendo la cabeza de Donald Trump.
Fabián, cuyo tag (firma) es 2+2=5?, es un artista autodidacta en el que sobrevive el brío más auténtico de los grafiteros originales: en patineta recorre la ciudad buscando muros que cubrir con sus aerosoles de pintura sin pedir permiso a nadie.
A su personaje del enmascarado se le ve en varios muros de San Isidro (y en muchos otros sitios de La Habana), como en uno larguísimo lleno de rostros pintados por otros artistas del grafiti. El “Súper Malo” se inspira en la estética Hip Hop y en los superhéroes de historietas, representando el espíritu underground y clandestino de esta expresión artística.
El fantástico Mr. Myl
Uno de los mejores de Cuba es sin dudas Luis Casas, conocido como Mr. Myl. Sus estéticas (tiene varias) son muy características y reconocibles, aunque domina una variedad de estilos impresionante. Es muchos artistas en uno.
Mr. Myl se graduó de la Academia San Alejandro y con todo ese conocimiento se lanzó a estampar los muros de La Habana desde hace una década. Muy reconocibles son sus obras a medio camino entre la abstracción y la figuración, donde un anciano personaje de alas grandísimas parece a punto de lanzarse de varios muros altos de la ciudad, y que también se puede admirar en el interior de la Fábrica de Arte Cubano.
Pero Mr. Myl tiene variadas influencias, y las vierte en sus grafitis de diferentes maneras. Lo mismo hace una coloridas calaveras punk, con diamantes en los ojos, que monstruos pop imaginados por él, que mujeres y hombres que parecen salidos de un videoclip del rap gansta.
Quizás sea el grafitero cubano más representado en San Isidro. Puede ver obras suyas en varios puntos de la zona (también por toda La Habana), lo mismo en simples carteles que llenando toda una pared con elaborados conjuntos de figuras.
En el parque La Ceiba hay varios muy coloridos, que llenan de buena vibra el ambiente del humilde barrio de San Isidro.
Los grafitis en San Isidro animan la comunidad
Como en San Isidro, que poco a poco se convierte en un Distrito de Arte de ineludible visita, los grafitis se extienden por la capital cubana llevando buen arte callejero a las comunidades.
Además de las creaciones de 2+2=5? y Mr. Myl, también se pueden ver por la ciudad obras de los graffiteros cubanos Leandro (Sam 33, con sus característicos simios gigantes), Yulier P, el autor de impactantes figuras antropomorfas; así como de Happy Zombie, Lou81, B8, Silis…Son exponentes de un arte desinhibido y alegre que nos sorprende en las calles cuando menos los esperamos.
