Cuba cada vez más se convierte en destino preferido de miles de viajeros. El por qué, es muy simple. La conjunción de parajes naturales exuberantes y exorbitantes, las calidez y transparencia de sus aguas y la alternancia de ciudades históricas y pueblos exóticos en todo su largo y ancho; convierten a Cuba en una especie de destino de vacaciones «con todo incluido».
No es menos cierto que las playas del Caribe son las mejores del mundo, las más hermosas, y Cuba no está exenta de este privilegio. Posee muchas en toda su geografía, pero no todas forman parte del Mar Caribe. La más conocida es la playa de Varadero, al norte de la isla, en la provincia de Matanzas, una zona que cada vez aprovecha más sus riquezas naturales y turísticas.
Pero un poco más alejados de las grandes urbes se encuentran verdaderos paraísos naturales, sitios para el disfrute junto a la naturaleza. Es el caso de Playa Guardalavaca, una zona que se desarrolla poco a poco pero que aún conserva su encanto natural.
Playa Guardalavaca, de las más atractivas de Cuba
Fue uno de los sitios que visitó Cristóbal Colón en su recorrido de reconocimiento por la isla, aunque durante años ni siquiera apareciera en los mapas. Sus pobladores durante la colonia, contrabandeaban pieles de reses con las embarcaciones piratas y bucaneros que por ahí pasaban, a cambio de objetos y mercancías europeas.
Es a partir de los años 90, del siglo XX, que comienza a despuntar como foco para el turismo de naturaleza y playa. Esta fue siempre una comunidad campesina y de pequeños pescadores, un pueblo muy pobre que fue creciendo poco a poco gracias al turismo.
¿Por qué «Guardalavaca»?
Las versiones alrededor del nombre del lugar son múltiples. Distintas leyendas han traspasado el tiempo y se han insertado en la memoria de sus habitantes. Se dice que era un sitio privilegiado para que los piratas escondieran sus tesoros, también llamados «vacas»; he aquí la primera versión.
Otros cuentan que los habitantes de la zona, al ver acercarse los barcos piratas, emitían una señal de aviso, gritaban «!Guarda la vaca!». Esto se debe a que la ganadería siempre fue una de las principales labores que se desarrollaron en el sitio.
Una versión más reciente asegura que para el siglo XX, Guardalavaca no era más que un paraje casi desconocido y escabroso, en donde, en tiempos de tormenta, los campesinos guardaban las reses.
La verdad absoluta nadie la sabe, lo cierto es que a pesar de su pasado desconocido, hoy Guardalavaca se considera una de las playas más importantes del oriente cubano.
¿Qué hacer en Guardalavaca?
La playa cuenta con unos 1 300 metros de largo, con una arena fina y blanca. La vegetación de palmeras crece casi a la orilla del mar, característica distintiva de Guardalavaca. A sus alrededores pequeños valles y cerros conectan el paisaje marítimo al paisaje verde de los árboles.
Muy cerca de allí se pueden explorar otras playas más pequeñas como Esmeralda y Pesquero. Sin embargo, uno de los atractivos más impactantes de Guardalavaca y sus alrededores es el buceo por su gran barrera coralina, donde se descubren restos arqueológicos de embarcaciones y buques piratas.
La mejor manera de realizar este deporte es acercándose a los hoteles de la zona, aunque algunos grupos de excursión llegan hasta allí para hacer inmersiones, buceo o kitesurfing.
Atracciones en sus alrededores
Habitualmente cuando nos encontramos en Guardalavaca, resulta agradable disfrutar también de otros sitios aledaños e igualmente interesantes. Algunos prefieren hacer recorridos por Playa Pesquero y Esmeralda, otros llegan hasta la «Aldea Taína» y el Chorro de Maíta.
Este último es un museo arqueológico donde se conservan los restos de comunidades enteras de aborígenes que vivieron en la zona. La Aldea Taína reproduce entonces, a partir de esculturas, la vida cotidiana de los taínos, sus ritos, juegos, formas de vida, instrumentos de trabajo agrícola y sistema de organización.
Muchos visitantes se llegan hasta el poblado de Gibara, localidad que tiene un ambiente especial. Es una zona de pescadores, muy tranquila y colonial, pero también muy artística. Allí se celebra todos los años el Festival de Cine Pobre de Gibara, un evento relevante dentro del audiovisual cubano.
Actualmente, Guardalavaca sigue en desarrollo, se construyen hoteles y se perfeccionan sus zonas de recreo. Aunque también las «casas particulares» pueden ser una buena opción para estar en contacto directo con los pobladores del lugar. Pero lo esencial es gozar de las playas, tomar el sol y nadar. No es un centro turístico de las dimensiones de Varadero, por ejemplo, es una zona alejada, pequeña, pero recuerde que se encontrará en un espacio natural, diferente, y en una de las playas emblemáticas de Cuba.
¡En Guardalavaca, sol y playa!
Guardalavaca es un sitio muy tranquilo, donde el intenso sol, la vegetación y el mar se conjugan para conformar un paraje perfecto para la relajación, para vacacionar en familia, pareja o grupos, para descansar y respirar aire fresco. A su vez, puede practicar algún deporte acuático y percatarse del hermoso fondo marino de la zona, o descubrir el pasado aborigen holguinero en su museo arqueológico.