Camagüey en la historia

Camagüey en la historia

Camagüey es la mayor de las provincias cubanas. Limita al oeste con Ciego de Ávila y al este con la provincia de Las Tunas. Es, también, la más grande de las regiones en la isla cubana y una de las provincias cuyos recursos turísticos son menos conocidos. Posee espléndidas playas en la costa norte, como es el caso de la zona de Santa Lucía, y hacia el sur con los Jardines de la Reina. Exhibe, además, uno de los centros coloniales más grandes, interesantes y mejor conservado del país. Tierra de leyendas, los habitantes de Camagüey demuestran un fuerte sentimiento de orgullo por sus tradiciones culturales e históricas.

Camagüey en la historia cubana

Camagüey en la historia

La actual denominación de Camagüey no fue otorgada oficialmente hasta 1903, pero esta villa fue una de las primeras siete fundadas por el conquistador Diego Velázquez en el año de 1514, a solo 22 años del descubrimiento de Cuba por los españoles. Para ese momento su nombre fue «Santa María del Puerto Príncipe».

Como en el caso de La Habana, la villa se fue desplazando del lugar de su fundación. En 1528 se asienta en el poblado indígena de Camagüey, más al centro de su primera localización y cercano a las orillas del Río Caonao, donde se comienza desarrollar como la conocemos hoy.

La villa, desde sus inicios, fue próspera. Sufrió incendios y asedios de corsarios y piratas, como el del inglés Henry Morgan a finales del siglo XVI. Pero eso no detuvo su desarrollo y, en 1817, el rey Fernando VII le otorgó la condición de ciudad por su grandeza y bonanza. Desde sus inicios la identificó su majestuosa arquitectura religiosa, civil y militar, así como su importancia económica para la colonia.

Muchacho juegan al futbol en las calles de Camaguey

Los años que siguieron su historia están marcados por sus aportes en la vida política, social y cultural de Cuba.

Personalidades influyentes de la cultura y la política cubana son camagüeyanos, como es el caso de la escritora Gertrudis Gómez de Avellaneda, el intelectual Enrique José Varona, el descubridor del agente transmisor de fiebre amarilla Doctor Carlos J. Finlay, o el Mayor General Ignacio Agramonte.

Si nos detenemos en cada uno de los hechos y personalidades de los que ha sido protagonista esa ciudad, en los últimos 300 años, no acabaríamos. Es mejor que la propia villa, sus riquezas culturales y naturales, vayan mostrando su valor. Para ello hemos organizado una ruta histórica que le permita conocer los orígenes del Camagüey.

Ruta histórica por Camagüey

Souvenirs en venta en las calles de Camaguey justo en la Plaza de San Juan de Dios

La historiografía cubana resalta en cada una de las etapas el papel de esta provincia. La propia ciudad es un testimonio vivo de esa historia. No es posible contarla sin referirnos a su arquitectura doméstica y religiosa representada en su sistema de plazas y hasta en su distribución urbanística que, a conocimiento de una amiga camagüeyana, responde a una estrategia de defensa contra los ataques de corsarios y piratas que devino en un entramado de calles casi laberínticas. Veamos algunas de esos sitios.

Plaza San Juan de Dios

Muchachos juegan al besibol en la Plaza de San Juan de Dios de Camaguey, al fond la iglesia del mismo nombre

Fue fundada en el año 1728 y se encuentra situada en el centro histórico de la ciudad. En 2008 se declaró Patrimonio Cultural de la Humanidad, por la UNESCO, y es el conjunto arquitectónico colonial más importante de la antigua «Villa del Puerto del Príncipe», además de Monumento Nacional. Al este se localiza el Museo San Juan de Dios, antiguamente un hospital, que conserva su fachada. Está rodeada de bares y restaurantes. Es la plaza preferida por los lugareños y foráneos que la visitan.

Iglesia y Plaza de la Caridad

Torre, reloj y campanario que identifican a la Iglesia de la Caridad de Camaguey

La iglesia estuvo antecedida por una ermita próxima al Camino Real de Cuba, en las cercanías de la villa. En 1734 los esposos Coronel Don Carlos de Bringas y de la Torre y Doña Juana de Varona y de la Barrera construyeron el presente templo. Aún sin terminar, fue consagrada, en junio del mismo año, en una gran fiesta. Fue erigida en parroquia en 1809 debido al aumento de la población en aquel barrio.

La plaza es parte importante del centro histórico y sobresale por ser la más regular de las existentes en la parte vieja de la ciudad. Abarca una manzana que se corresponde con exactitud a las regulaciones de las Ordenanzas Reales de España para sus colonias.

Detalle del techo de antigua casa colonial de Camaguey

Lugar de acontecimientos históricos de relevancia fue en 1959, durante el paso de la llamada «Caravana de Libertad», que Fidel Castro habló por primera vez a los camagüeyanos.

En el 2008 se realizó allí la primera beatificación hecha en Cuba al fraile José Olallo Valdés, un joven que integrado a la Orden San Juan de Dios consagró su vida a los enfermos y los pobres.

Iglesia y Plaza de la Merced

Iglesia y Plaza de la Merced en el centro historico de la ciudad de Camaguey

La Iglesia de la Merced es un hermoso y conservado templo de reconocido valor arquitectónico. Está situada en la antigua Plaza de la Merced, hoy «Plaza de los Trabajadores». Fue creada en el sitio donde existía una ermita dedicada a la Virgen de Altagracia, a principios del siglo XVII. Inaugurada en el año 1748, la arquitectura está marcada por la influencia manierista y el barroco español. Su ubicación, desde el punto de vista urbano, permite que sea observada desde diferentes ángulos y perspectivas.

En sus criptas se alberga un pequeño museo religioso, donde se encuentra la lápida funeraria más antigua de la ciudad, que data de 1777. En la torre de la iglesia está ubicado un reloj público, con una maquinaria proveniente de Estados Unidos fabricada en 1901.

Casa Natal de Ignacio Agramonte

Salon principal de la casa natal del patriota cubano Ignacio Agramonte

Este hombre de letras y acción nació en una de las casas más nobles de la Villa de Santa María del Puerto Príncipe, en el año 1841. Abogado egresado de la Universidad de La Habana, su discurso de graduación es un ensayo con visión futurista que predecía el fracaso del movimiento reformista de entonces.

Pero no fue su pluma audaz, el romance con su esposa Amalia o la nobleza de su linaje, lo que lo hace pertinente en la historia de Cuba y del Camagüey, específicamente. Fue su participación en la llamada «Guerra Grande» o «Guerra de los Diez Años», la primera de las gestas independentistas de Cuba, y su papel como líder político y militar lo que hace perdurable su ejemplo a pesar de haber muerto en la temprana fecha de 1873.

Detalle de una esquina en las calles cercanas a la casa natal de Ignacio Agramonte

Actualmente la casona de tejas rojas, es un museo y centro cultural. Cuenta con tres salas permanentes con muestras del mobiliario y el arte decorativo del siglo XIX; artículos personales de Agramonte y su familia, además de fotos y documentos sobre la vida, la historia militar y las luchas independentistas de la época.

La planta baja de la casa natal del insigne patriota camagüeyano incluye salón de conferencias, salas de exposición y un patio central, dedicado a la animación cultural en la ciudad.

Un pretexto para conocer una hermosa ciudad

Tipicos tinajones que adornan la ciudad y se han convertido en simbolo de la region

La «ciudad de los tinajones», o cómo la calificaría con motivo de sus 500 años el Historiador de La Habana Eusebio Leal Spengler, «Gloria de Cuba», tiene suficientes méritos y no solo por su belleza como ciudad. El arraigadísimo sentido de pertenencia que sienten los camagüeyanos por ella se respira en el ambiente, algo digno de admirar y disfrutar mientras se recorren sus laberínticas calles hasta desembocar en extraordinarias y antiquísimas plazas. Entonces, si está por Camagüey y quiere empaparse de su historia y cultura en un aspecto más estrecho, estos son los lugares que no debe dejar de visitar.

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