A 440 metros sobre el nivel del mar se encuentra El Nicho, en las montañas de Cienfuegos , uno parajes más bellos de la geografía cubana. El clima aquí siempre es fresco, húmedo, en contraste con las habituales temperaturas elevadas de la Isla.
Al centro del país, atravesando el Macizo Montañoso de Guamuhaya, en la provincia de Cienfuegos, se encuentra este sitio paradisíaco donde se combina el verde de la vegetación, los ríos con sus cascadas, y las típicas comunidades campesinas.
Llegan hasta aquí diariamente cientos de viajeros y fotógrafos, interesados en captar la belleza de las cataratas. También quieren imágenes de los multicolores tocororos, ave nacional de los cubanos, al lado de cartacubas, cotorras, pájaros carpinteros y colibríes que habitan en los árboles de este corredor biológico de 60 kilómetros cuadrados, donde además habitan más de 65 plantas endémicas.
En la zona es posible recorrer un interesante sendero de 1,5 kilómetros, conocido como «Reino de las Aguas»; nadar en las piscinas naturales, visitar cuevas; realizar observación de aves y degustar deliciosos platos en un restaurante de estilo ranchón campesino.
El nombre de este parque natural proviene de una preciosa cascada de aguas cristalinas que hay en el río Hanabanilla.
¿Cómo llegar hasta el Parque?
Para llegar hasta El Nicho existen diversas opciones. Se puede contratar una excursión en las agencias de viaje que operan en esta zona de la Isla, el recorrido incluirá, además del transporte,la garantía de llegar sin pérdida al sitio con un guía especializado.
Pero si desea experimentar la aventura por su cuenta, puede alquilar un auto con buena tracción y hacer el recorrido por carretera desde la vecina urbe patrimonial de Trinidad, en Sancti Spíritus, o desde el propio Cienfuegos, desde donde llega en una hora y media. En el camino, la vista alterna entre las montañas, bosques y valles.
A la entrada del parque encontrará estacionamiento para el auto, podrá entrar en el horario comprendido desde las nueve de la mañana hasta las cinco de la tarde, como parte de un pequeño grupo acompañado de un guía. El tiempo de duración ronda las dos horas, con baño en el río incluido.
Recorrido para amantes del ecoturismo
Durante la visita podrá estar en contacto directo con la naturaleza, observar la flora y la fauna del lugar y al mismo tiempo disfrutar de un baño en el río al final de la caminata. Prepárese para transitar por puentes rústicos con improvisadas barandas, hasta llegar a un mirador que permite contemplar todo un mundo verde a sus pies. Desde este sitio nos asomamos a una profunda y espectacular vista, donde es posible ver el Salto de Hanabanilla.
Entre los lugares más bellos de la zona se encuentran las cascadas del arroyo «El Negro», donde el agua se desparrama desde más de 30 metros y se impacta contra las rocas, formando torbellinos de espuma que dan al ambiente una persistente neblina.
Helechos y orquídeas, entre otras diversas plantas, abundan por los senderos de esta «galería natural» de más de 400 metros de bosque. El Nicho incluye también entre sus principales atractivos las pocetas de agua.
Una de las primeras sorpresas es «La Poceta de los Enamorados», de agua transparente, azul verdosa, que contrasta de forma perfecta con el entorno. Está custodiada por piedras lisas, moldeadas por el constante flujo del agua y se puede admirar desde un pequeño puente que cruza por encima del río. Según la leyenda local, si dos enamorados se bañan juntos en ella, permanecerán unidos durante toda la vida.
Muy cerca está la cascada del «Desparramado». El fuerte sonido del agua al caer por sus siete metros de altura anuncia su presencia. Al llegar aquí cada visitante lo primero que decide es tomar fotos: es un hermoso lugar.
Luego se accede a la «Poceta de Cristal» que, tal como lo indica su nombre, constituye un espejo de agua fría y traslúcida, totalmente cristalina, que tiene entre sus atractivos el estar rodeada de pequeñas cascadas.
¿Se puede degustar aquí de comida criolla?
En el restaurante Los Helechos, ubicado a la entrada del propio parque, se puede degustar la cocina criolla de la región. Los viajeros pueden disfrutar de variados platos con recetas de la cocina nacional preparados a base de cerdo, pollo, pescado y res, además del tradicional «ajiaco», caldo de viandas y carnes, y bebidas refrescantes.
Allí podemos encontrar además, casillas para cambio de ropa, un proceso muy necesario para hallar comodidad en los baños de río.
También se puede comer en los restaurantes privados o «paladares» El Caney y Las Yaguas. Este último, muy recomendado por los usuarios de TripAdvisor, resalta por la variedad de las ofertas, los módicos precios y el trato afable. En su menú combina el pescado rebozado, la carne de cordero, ropa vieja, pollo, viandas hervidas, ensalada de vegetales, diferentes tipos de arroz y el plátano frito, entre otras opciones.
El Nicho: oasis en las montañas de Cienfuegos
El singular atractivo de El Nicho se convirtió precisamente en una amenaza para este lugar, pues llegó a recibir la visita de 800 personas a la vez. Por ello se establecieron regulaciones a las excursiones por el parque, y en la actualidad sólo se permiten unas 140 personas diariamente. ¡Vaya temprano!
En El Nicho es posible disfrutar una vista de cómo la sierra termina casi en el mar. Amén del Lago Hanabanilla, a escasos kilómetros, desde allí se puede viajar por carretera hasta otros sitios de interés pertenecientes a la geografía montañosa cienfueguera como Loma de Ventana, Cuatro Vientos, el Pico San Juan (punto culminante del Macizo y poseedor de un radar meteorológico) y la Cueva Martín Infierno, poseedora de la estalagmita más grande de Latinoamérica con 67 metros de altura.
Pero el principal atractivo de estas montañas es este oasis fresco y bañado por el agua cristalina. Hoy El Nicho mantiene la riqueza de su biodiversidad, y brinda al mundo su belleza sin la preocupación de que su entorno pueda deteriorarse.