Se llamaba en realidad Quinta Las Delicias, pero todos en Cuba le decían la «Finca de los monos» por el amor que tenía su dueña por los primates, y los animales en general. Allí estuvo un fascinante zoológico particular, y también la propiedad fue centro de la alta sociedad a inicios del siglo XX, por ejemplo, la visitaron embajadores extranjeros, la bailarina Isadora Duncan y fue escenario de estrenos de músicos como Hubert de Blanck.
La prensa de entonces la catalogó así:
«Un verdadero palacio de hadas, con una decoración de las Mil y una Noches. Al entrar en los dominios se abre un vasto parque señorial a la manera inglesa y cree uno entrar en el país del ensueño».
Poco a poco la antigua «Finca de los monos» se ha convertido en un Palacio Tecnológico que ahora presentaré, mientras cuento parte de la fascinante historia de este sitio.
Las Delicias y la filántropa Rosalía Abreu
La gran vivienda de esta hacienda, ubicada en el municipio de El Cerro (calzada de Santa Catalina y calle Palatino), fue una de las primeras realizadas en la isla con la técnica del concreto, y la primera en utilizar hormigón armado. La edificación de 1906 es ecléctica y con forma de castillo, ideada por el arquitecto francés (asentado en New York) Charles B. Brun, quien se inspiró en los estilos gótico francés, neogótico y neo-morisco.
La rica filántropa Rosalía Abreu (nacida en Santa Clara, 1862) la heredó de sus padres y pronto la convirtió en el primer zoológico de la Mayor de las Antillas. En sus terrenos, que incluían unos hermosos jardines de aire versallesco porque su dueña vivió en París, vivieron más de 200 primates de 40 especies, un tigre, osos pardos, un elefante, aves cacatúas, pavos reales, guacamayos, canarios, gallos japoneses, caballos, ciervos, conejos, gatos, perros y cocodrilos.
De todos los animales que en su mayoría llegaron de África y Asia, Rosalía Abreu sentía especial curiosidad por los primates y estudió su comportamiento, por lo que es considerada una pionera de la fisiología experimental no médica. Por sus investigaciones y cuidados, en Las Delicias logró el primer nacimiento de un chimpancé en cautiverio del mundo (1915), logró la reproducción de orangutanes en cautiverio (por tercera ocasión en el mundo) y llegó a poseer la mayor reserva privada de primates.
Aportes científicos
Fue ampliamente reconocida por la comunidad científica, al punto de que en 1924 el profesor de Yale University, Robert Yorkes, declaró que el tratamiento de Rosalía a los primates se trataba de uno de los experimentos antropológicos más importantes que se hubiesen realizado hasta entonces. Basado en la experiencia de la cubana, el norteamericano fundó el Laboratorio de Biología de Primates de la Universidad de Yale, así como la Estación de Cría y Experimentación de Antropoides en Orange Park (Florida).
Cuando la filántropa e investigadora cubana murió en 1930, su colección de monos, gorilas, orangutanes y chimpancés pasó al cuidado del Carnegie Institute, por indicaciones de la propia Abreu.
Leyendas habaneras de un curioso zoológico
La puritana sociedad de entonces no tardó en propagar maledicencias sobre lo que sucedía en Las Delicias, y entre el pueblo llano también se extendieron no pocas leyendas, que no eran más que evidencia del asombro y curiosidad que provocaban los experimentos de una mujer adelantada para su época.
Se dice, por ejemplo, que de pequeña su amor hacia los animales fue grande y que, cuando una paloma suya fue pisoteada accidentalmente en una fiesta Rosalía prefirió comérsela porque imaginaba que así la tendría cerca de su corazón.
También se recuerda la leyenda de Cholo, orangután muy inteligente y querido por su dueña, de quien el primate llegó a enamorarse, según los comentarios de la época. Una revista española (Estampa) publicó en 1931 que Cholo estranguló al administrador de la hacienda, celoso por las reuniones del trabajador con Rosalía Abreu.
Historias morbosas aparte, la realidad es que en la finca se les tenía mucha consideración a los monos. Uno de ellos, Jimmy, vestía como un ser humano y acompañaba a la gran dama por toda La Habana, como si fuese un asistente.
Los mitos sobre la «Finca de los monos» provocaron que se desconocieran los aportes científicos que allí se hacían. Por toda la ciudad bromeaban sobre los monos de Rosalía Abreu: que si vestían como la servidumbre y hacían las labores de los criados, incluso decían que tenía un simio chofer. Además, que comían con cubiertos y bebían en copas, rasgaban la guitarra y tocaban sencillas tonadas al piano.
Un nuevo parque de moderna tecnología
Actualmente, la finca es un centro para jóvenes estudiantes, conocido como Palacio de Pioneros. Se ha restaurado para el aniversario 500 de La Habana, que se celebró el 16 de noviembre pasado, alli puede disfrutarse de un fascinante y moderno sitio de atracciones.
Se verán renovadas obras patrimoniales, como los techos, vitrales y la torre del castillo. También valiosas joyas como el mural de la Batalla de Coliseo pintado por Armando García Menocal, y la escultura del héroe griego Belerofonte, realizada por el francés Pierre Emile Hébert.
Lo más novedoso del proyecto desarrollado por la empresa CINESOFT, incluye la transformación del área de 52 mil 148 metros cuadrados, ahora convertido en un espacio para la interacción con atracciones electrónicas e informáticas.
Niños, jóvenes y adultos disfrutarán en sus áreas exteriores con juegos infantiles y tradicionales, o acampando para conocer sobre historia, rentar disfraces de personajes cubanos o patinar en una pista especial. Pueden montar un tren y un avión real, acondicionado con simuladores de vuelo que, además, es una heladería, así como pasar un buen rato en el restaurant, las cafeterías y o el espacio para celebrar fiestas. En este último sitio cada noche habrá conciertos.
Por otro lado, en el castillo se han habilitado un cibercafé, laboratorios de idiomas inglés, chino y japonés; un aula de robótica, juegos de tiros al blanco, la biblioteca virtual y un estudio de televisión.
Los jardines contarán con un show que combina luces inteligentes y fuentes de agua.
Una joya que renace por los 500
Entre las cinco obras constructivas más importantes que los cubanos han emprendido para celebrar los 500 años de su capital, está la restauración de este lugar, además de El Capitolio, la Estación Central de Ferrocarriles Cristina, el Mercado de Cuatro Caminos y el Boulevard de San Rafael. ¿Y los monos? Pues regresarán, ahora en las esculturas de concreto del artista Kamil Bullaudi. Es un lugar ineludible en La Habana, que funde la historia fascinante de sus predios con la más moderna tecnología.