Esparce diciembre sus aires sobre Cuba, y vienen cargados de sutiles fragancias nostálgicas y traviesas. El perfume del fin de año; de la ropa de invierno recién sacada del armario; de los días nublados y, por supuesto, del Festival de Cine de La Habana.
Este año, de los 2 mil 279 filmes recibidos por el comité de selección del festival, sólo 300 obras llegarán a las pantallas de los cines. La sección «Latinoamérica en perspectiva» consta de 103 títulos, y «En Concurso», de 117.
Según su actual director, Iván Giroud, «El criterio de selección del Festival está basado en la calidad». Lo mejor del cine latino, en el año, pasa por las salas habaneras e impacta sobre un público goloso, pero de paladar refinado cuando se trata de «el séptimo arte».
3 de diciembre del 79
La Habana, se inaugura la 1ra edición de el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. Se viven jornadas colmadas de júbilo, sueños cumplidos y largas esperas satisfechas. Al fin, para muchos, América Latina tenía su festival.
Se dan cita en la capital cubana más de 600 cineastas latinos para compartir visones y mover ideas; y al final se premia, con los Corales, a Geraldo Sarno (Brasil) por «Coronel Delmiro Gouveia» y a Sergio Giral (Cuba) por «Maluala», en ficción.
En documental, se lleva el gato al agua el chileno Patricio Guzmán con «La batalla de Chile: la lucha de un pueblo sin armas»; y en animación, Juan Padrón con «La película de Elpidio Valdés».
5 de diciembre del 2019
Pasados 40 años, el festival sigue más vivo que nunca y forma parte indisoluble del imaginario habanero y del cubano en general. Este año, la gala inaugural, en el teatro Karl Marx, contó con el estreno del filme argentino «La odisea de los giles» (117 minutos) del director Sebastián Borensztein.
A medio camino entre el drama y la comedia, está protagonizada por Ricardo Darín y Luis Brandoni. Por lo real de sus ambientes y una trama cargada de sencilla grandeza, le recomiendo, cinéfilo viajero, que la vea en cuanto la vuelvan a exhibir.
Hecho en Latinoamérica
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1er día (5 de diciembre)
Además de la ya mencionada «La odisea de los giles», se exhibieron, así, como en cascada, «El cuento de las comadrejas» del argentino Juan José Campanella; «Muralla», de Gory, Bolivia; «Esto no es Berlín» de México, obra de Hari Sama, y «Ema» del chileno Pablo Larraín. Todas, películas reconocidas por la crítica, el público y los jurados de varios festivales internacionales.
Desde diversas perspectivas, «El cuento de las comadrejas» es una simpática comedia negra, y «Ema», un melodrama oscuro, de baja intensidad, estos filmes apuestan por la realidad regional, sin dejar de ser inteligibles para el resto del mundo.
La violencia, la pobreza, la maternidad, la sexualidad, y las cuestiones de género, entre otros temas, dotan de peso a estos filmes, mas no los hacen pesados, «unos clavos», como dicen los cubanos. Son películas, en fin, dignas de degustar.
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2do día (6 de diciembre)
Como también lo es «El Príncipe», del chileno Sebastián Muñoz, ganadora del premio LGTB Queen Lion, en Venecia, por las: «interpretaciones impactantes de un poderoso guión que transmite la aceptación paradójica de los apegos homosexuales en prisión».
«Monos», una coproducción entre varios países, pero «de alma colombiana», según declaró uno de sus actores; fue aclamada en el Festival de Cine de Sundance, y obtuvo el premio especial del jurado en la categoría de cine internacional.
Película dura, indaga sin medias tintas en la violencia de una zona agreste, y entre muchachos desprovistos de infancia y entrenados para matar por la guerrilla. Un dato curioso, es un franco homenaje al filme «El señor de las moscas», de Peter Brook.
Por el mismo estilo, aunque en una cuerda más oscura, «La Llorona» del guatemalteco Jayro Bustamante aborda los estados opresivos carentes de derechos y los ciclos de la violencia, siempre pronta a resurgir en esas tierras.
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3er día (7 de diciembre)
En este día, además de proyectarse de nuevo «La odisea de los giles», el plato fuerte fue «Buscando a Casal», del cubano Jorge Luis Sánchez, lúcido y a la vez enfebrecido retrato del bardo cubano del siglo XIX.
De Cuba, también, se proyectó «Agosto», de Armando Capó Ramos. Filme con un nutrido elenco infantil y que dará mucho de qué hablar. Otro filme que recomiendo, por su defensa de las relaciones humanas, es «Asfixia» de Kenya Márquez, México.
Otras propuestas merecieron también la atención del público, sobre todo las agrupadas dentro de los apartados que reúnen a los filmes del otro lado del mundo.
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De diversas latitudes…
De larga y segura tradición dentro del festival, las muestras de cine español, alemán, asiático, entre otros, prometen no dejar indiferente a nadie este año. Ya el día 7 se proyectaron las últimas entregas de Olivier Assayas y François Ozon.
Del primero, «La red avispa», una vibrante historia de espionaje; y del segundo el público vio «Gracias a Dios», una punzante cinta sobre la pederastia en el seno de la iglesia católica.
Están programados para los próximos días, las aclamadas Parásitos del coreano Bong Joon-Ho; «Sorry We Missed You» de Ken Loach y «Le jeune Ahmed» de los hermanos Jean-Pierre & Luc Dardenne. Propuestas que bien vale la pena no perderse.
Además, se exhibirán varios clásicos latinos, recientemente restaurados. En el cine 23 y 12, podrá disfrutar de «El castillo de la pureza» (1972) de Ripstein; «Juliana» (1989) de los peruanos Espinoza y Legaspi.
«El Norte» (1983) de Gregory Nava; «La vendedora de rosas» (1998) del colombiano Víctor Gaviria, y otros filmes gratamente recordados por el público cubano de pasadas ediciones del festival.
El festival no es sólo películas…
Fiesta del cine, pero sobre todo del conocimiento, este evento siempre ha potenciado los espacios paralelos a las proyecciones. Paneles de debate y análisis; conversatorios con destacadas figuras internacionales.
Presentación de libros; homenajes a cineastas latinoamericanos y de otras latitudes; conferencias de prensa; intercambios con equipos de realización y los elencos de las películas; exposición de carteles y otras muchas actividades.
Este año, específicamente, destacan la celebración del taller de guión «6IG Habana», así como la conferencia sobre el panorama de mercados de fondos internacionales, con representantes comerciales del Festival de Guadalajara y el Tribeca Film Festival.
Aparte de la habitual competición de carteles, se realizarán sendas exposiciones de pósteres de las películas de Santiago Álvarez y Federico Fellini. El día 9 se desarrollará un conversatorio con el cineasta británico Asif Kapadia y el 10, otro con el canadiense Atom Egoyan.
Se presentarán el número 21 de la Revista Nuevo Cine Latinoamericano; los libros «Homenaje al Aniversario 60 del ICAIC»; «Santiago Álvarez: un cineasta en Revolución»; «Trovar el cine» y «El Hombre de Maisinicú», el guión de la afamada película cubana.
«Adiós muchachos»…
Dice un viejo tango y de pretexto me sirve para irme despidiendo y reiterar mi súplica de siempre. Déjese envolver por las cálidas olas de energía, energía benéfica por supuesto, que emite el festival habanero.
Inúndese de color; sensualidad; pasión; ansia de compartir saberes y búsqueda de superación. Si está en Cuba, que mejor experiencia insular que desandar una y otra vez la avenida 23, sede absoluta del evento, en los diez intensos días que este dura.
Visite los cines, mézclese con la gente en las filas, pida referencias sobre tal o más cual filme u ofrezca amablemente las suyas. Agradezca, en fin, el pertenecer a esa gran cofradía, pública y secreta, que forman los fieles a la décima musa.