Durante las tardes y noches habaneras se puede conocer en algunos sitios lo más contemporáneo del arte nacional. Conciertos, tragos típicos cubanos, espacios expositivos, sin la rigidez de museos, galerías o salas convencionales de cines, hacen coincidir en tres centros culturales lo culto y lo popular del arte cubano.
Me gusta asistir a lugares así, para vivir esa parte de la capital menos folclórica, más «chic», que también se encuentra en esta ciudad de maravillas.
La gran Fábrica de Arte
De jueves a domingo puede llegarse a la Fábrica de Arte Cubano (FAC), aunque recomiendo no ir muy tarde -10 o 11 pm es una buena hora- pues esta sede recibe a casi cuatrocientas personas cada vez que abre sus puertas.
Es tan especial que celebridades como Lady Gaga, Katy Perry, el músico de rock británico Mick Jagger, la jazzista Esperanza Spalding, el rapero Common o Michelle Obama, ninguno se ha resistido a su encanto. El sitio web internacional TripAdvisor, ubica al centro cultural entre los tres primeros puestos de su lista de atracciones turísticas de Cuba y actualmente compite en el «Oscar de los viajes»: el World Travel Awards.
FAC fundada y dirigida por el reconocido músico y realizador audiovisual X Alfonso, surgió hace catorce años con carácter itinerante e implica desde sus inicios a todas las manifestaciones artísticas.
Hasta este sitio llegué acompañada de un grupo de amigos un sábado en la noche y la experiencia fue especial. El edificio está ambientado – sobre la misma estructura de antaño -, con llantas y gomas de automóviles convertidas en pequeñas mesas; guacales de madera como repisas o andamios metálicos para conformar las barras.
En un amplio recinto, distribuido entre cinco grandes naves que sesionan simultáneamente, pueden encontrarse diversos servicios culturales. Las áreas expositivas y de presentación incluyen a las artes plásticas, diseño gráfico e industrial, arquitectura, fotografía, moda, música, danza, teatro, arte culinario y cine.
FAC abre durante tres temporadas en el año: febrero-marzo-abril, junio-julio-agosto y octubre-noviembre-diciembre; cierran en enero, mayo y septiembre, de jueves a domingo/8:00pm – 3:00am. Todos los jueves los visitantes pueden disfrutar de música clásica, los viernes de danza, el sábado de moda y el domingo teatro.
Durante la programación habitual se ofrecen clases de tango y danza contemporánea. Durante el verano se realizan además talleres infantiles gratuitos. Entre los cursos teatro, apreciación musical, bailes cubanos, diseño de accesorios de moda, locución, ballet, danzas urbanas y fotografia.
En todas las áreas del centro se ofrecen diversos servicios gastronómicos y el Restaurante «Tierra» brinda opciones especializadas de la comida cubana e internacional.
La nueva Casa de la Música
En FAC me alguien me sugirió además no perderme la visita a la nueva Casa de la Música de la EGREM (Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales de Cuba). Es conocida como Plaza de 31 y 2 – está muy cerca de la Plaza de la Revolución –, con sede en esta misma dirección del vedado capitalino. Allí se puede disfrutar del genuino espíritu musical de esta isla.
Al llegar disfrutamos en el Piano-Bar Convergencia de la actuación de la cantante Idania Valdés y su grupo, la voz más joven del famoso grupo Buena Vista Social Club. Como ella, numerosas figuras jóvenes y talentosas presentan su música en ese lugar.
Este centro cuenta además con la librería «Raíces», sala de cine-teatro, tienda de productos culturales La Paila, un aula para la apreciación de la música y otra de las artes visuales; y el gran escenario conocido como la Casa de la Música Plaza. También funciona una biblioteca pública que ofrece servicios de consulta y préstamo de libros a la población. El propósito del centro es promover las corrientes y vertientes de las expresiones del arte más contemporáneas.
En La Habana existen otras Casas de la Música, pero ninguna con un perfil tan amplio como este espacio en 31 y 2. Entre el resto de estas sedes se incluyen el Café Cantante Mi Habana, la Casa de la Música Miramar, el Patio Areito en Centro Habana, y el Piano-Bar Delirio Habanero.
Otro espacio multicultural
En 1967 el famoso Salón de Mayo del Museo de Arte Moderno de Francia trasladó su sede, luego de la exposición en París, a La Habana. Las pinturas y esculturas se ubicaron entonces en el recién construido Pabellón Cuba. Se convirtió así en la primera locación del continente americano que fungiera como anfitriona del renombrado Salón.
En el Vedado habanero se alza esta edificación, singular recinto expositivo situado en La Rampa, una de las más céntricas vías de la capital cubana. Se utiliza como subsede de la popular Feria del Libro de La Habana, exposiciones de obras de arte, coloquios sobre temas culturales, actividades recreativas para niños y jóvenes y otras muchas funciones. Por todo ello, es una de las principales plazas culturales de la ciudad de La Habana y del país. Hay que dejarse caer por el lugar, alguna tarde (excepto la del lunes), siempre desde las 2 pm.
Cuando llegamos al Pabellón fuimos hasta su patio central, distinguido por sus amplias columnas. La vista desde allí permite observar al Hotel Capri, el edificio Focsa – considerado una de las siete maravillas de la ingeniería civil cubana -, el Hotel Nacional de Cuba y otras diversas construcciones distintivas de La Habana.
El concierto previsto ese día era del grupo DCorazón, quienes nos comentaron se presentan aquí con bastante frecuencia. Disfrutamos de la joven agrupación que se caracteriza por la mezcla atrevida entre funky, rock o pop, ritmos que contagian y alegran con lo mejor del son cubano.
El Pabellón acoge además un espacio conocido como La Pérgola, reservado principalmente para conjuntos de pequeño formato que interpretan géneros como el jazz o la trova. También existe una pequeña Sala de Cine y espacios donde se puede disfrutar de una excelente coctelería y gastronomía.
Perfecto para un alto en el camino
Quizás sea el Pabellón Cuba el punto más céntrico de La Habana por eso lo recomiendo para hacer un alto en un paseo por la ciudad, y tomar un coctel o un café de calidad, a menor precio que los de otros bares de la zona. Cerca de allí se puede acceder a un sin números de cafeterías, bares, cines, hoteles, hostales, tiendas. Nunca el arte y la cultura me supo también como en este recorrido por centros culturales habaneros.
