Cuba se distingue por la mezcla. Es una tierra con una rica historia de mestizaje donde se han mezclado raíces africanas, españolas, asiáticas, indígenas, entre otras, para convertirse en criolla. Tierra criolla y por tanto auténtica. Lo demuestran su música, su comida, sus bailes y su gente.
Su variedad la hace única y por eso es tan difícil de olvidar lo que se vive en esa parte del mundo. Experiencias todas que se acumulan y afloran con el tiempo y en el recuerdo de lo vivido.
Las diez experiencias en Cuba que no debe perderse
Si viaja a esa mágica isla, le sugiero una lista que reúne las diez cosas que no puede dejar de hacer, de esas que se quedan guardadas por siempre en la memoria.
-
Paseo por el Centro Histórico de La Habana
Se encuentra en la afamada Habana Vieja. Un lugar donde no hay límites para el pasado y el presente. Puede encontrar de todo un poco, pero fundamentalmente verdadera cubanía.
Exhibe lugares emblemáticos, muestra de la identidad nacional. Son muchos los museos ubicados por la zona. Si decide adentrarse en este universo, viajará como en una máquina del tiempo que le transportará siglos atrás.
El surgimiento del ron o del automóvil en Cuba son informaciones muy interesantes, que le ofrecen los recorridos por los museos dedicados a cada uno de estos temas.
En la casa de la afamada bebida cubana disfrutará de un maravilloso periplo por el proceso de elaboración y para finalizar, si lo desea, puede degustar una línea del ardiente líquido. De un trago beberá ron de la mejor calidad.
En el Museo del Automóvil conocerá los medios de transporte llegados a la isla, una muestra que va desde los primeros coches tirados por caballos hasta los hermosos autos clásicos que aun hoy transitan por las calles de la capital.
Rodeado de fachadas marcadas por el tiempo podrá caminar hasta el Museo Nacional de Bellas Artes, en sus edificios de Arte Cubano y Universal, para apreciar las creaciones de los más destacados artistas nacionales y foráneos.
-
Sumergirse en las aguas de Varadero y combinarlo con un buen bronceado
La Playa Varadero, es uno de los lugares ideales para vivir magníficas experiencias. Entre las palmeras y el ligero viento se respira aire puro y así se prepara para relajarse y pasarla bien.
Solo tumbarse en la arena bajo el sol y sentir las suaves olas que llegan, coqueteando con su cuerpo, ya es delicioso. A eso se suma la mejor de las vistas, un fascinante horizonte azul celeste que se abre ante nuestros ojos.
A pocos metros puede sumergirse en la trasparencia de sus aguas, podrá ver los dedos de sus pies y refrescar la piel que, ya para ese entonces, debe haber logrado un hermoso bronceado. La experiencia caribeña permite disfrutar del contraste: por momentos calientas la piel y por momentos la refrescas.
-
Caminar por calles adoquinadas llenas de tradiciones
Son muchas las ciudades cubanas que hablan por sí solas, pero lo cierto es que Trinidad revela un misterio peculiar. Así se ha ganado muchos títulos, el último que se le ha otorgado es el de Ciudad Artesanal del Mundo y aunque no son títulos nobiliarios, sí son merecidos y la enaltecen.
Su ambiente hechiza y se puede transitar largas horas por sus calles formadas por adoquines. Caminar sobre ellos le convierte en testigo de más de tres siglos de existencia.
La ciudad se esfuerza porque se lleve un pedacito de sus tradiciones, ya sea comprometiéndolo a conservarla en el recuerdo o comprando una de sus distintivas artesanías. De lo que no cabe duda es que ella hace su parte, se viste de largo y muestra toda su elegancia para cada viajero.
-
Bailar música cubana
La música es uno de los mayores atractivos en esa tierra caliente. Mezcla sin igual donde se tejen múltiples culturas: africana, española, asiática, entre otras para dar origen a brillantes músicos.
Numerosos estilos se unen en cualquier lugar. De la manera más inesperada posible le sorprenden, por lo que no queda más remedio que soltarse y bailar. Le hallará conversando con unos amigos en un bar o caminando por cualquiera de las calles, eso no hace la menor diferencia. En Cuba hasta debajo de las piedras suena la música.
Es tan sencillo como marcar el ritmo de las claves, las maracas o el bongó y ya se va desencadenando la fiesta. Aproveche al máximo esta sensación de liberación. Baile rumba, guaracha, cha cha chá, son, conga y lo que sea.
-
Tomar una bebida refrescante
Al estar en el trópico el calor le acoge y no le suelta. Se asoman muchas sensaciones bajo las altas temperatura de un país que, justamente por eso, oferta una variada coctelería.
Puede elegir entre un Mojito, distinguido trago que identifica a esa nación, o un Cuba Libre, mezcla de ron con refresco de cola. Siempre con goticas de limón y el hielo para enfriar el paladar.
El Daiquirí es también de los cocteles más solicitado en un clima como ese que, por su composición de frutas, es muy sabroso. Con estas bebidas renovará el entusiasmo de seguir conociendo a la maravillosa isla que es Cuba.
-
Deleitarse con la buena sazón criolla
La comida cubana tiene tanta combinación de colores y sabores como la formación de la identidad nacional. En Cuba se come mucho arroz y también frijoles, fundamentalmente frijoles negros y colorados.
Una manera muy tradicional de cocinarlo es unir el arroz y los frijoles y prepararlos adicionándole la típica sazón criolla: ajo, ají, cebolla, entre otros ingredientes. El resultado es el conocido plato: Moros y cristianos que muchos suelen nombrar también congrís.
Es muy recomendado, de fácil cocción y realmente delicioso. Puede probarlo en cualquier casa cubana. Entre los lugares con mucho prestigio en su preparación se encuentra La Bodeguita del Medio, donde podrá acompañarlo también con boniato frito. Una buena experiencia es degustarlo en las llamadas «paladares» cubanas, sitios mágicos donde la cocina cubana se abre a la mezcla del pasado y el presente. Le sugiero San Cristóbal de La Habana, ubicada en Centro Habana, El Rancho en Playa y Doña Eutimia en La Habana Vieja).
-
Vivir una noche habanera
Las noches habaneras son una preciada maravilla de Cuba. No disfrutar de la ciudad a la luz de la luna es como dejar de apreciar una valiosa joya. En esta ciudad las noches son despreocupadas y traviesas.
En La Habana existen muchos lugares a donde ir, dependiendo de lo que se busque. Incluso caminar por sus calles puede ser una experiencia fenomenal. En los últimos tiempos se han abierto muchos bares con excelentes ofertas, calidad del servicio y ambientes variados, pero todos agradables, a partir de la diversidad.
Una opción nocturna sencilla, pero fascinante a la vez, es caminar por el famoso Malecón habanero. Al recorrerlo se vive la magia y realidad al mismo tiempo. Es caminar por un muro que marca el borde de un país y sentirse en compañía de su gente que se sienta a romancear, a cantar, a beber, a reír o a llorar. No deje pasar la ocasión.
-
Comprar una artesanía y llevarla como souvenir
Uno de los negocios más prolíferos en la isla es la venta de artesanías en ferias que se encuentran en lugares diversos de la isla. Las artesanías pueden variar de acuerdo a la ciudad de que se trate, pero siempre muestra lo mejor de sus tradiciones.
Es muy natural encontrar llaveros con la bandera cubana, adornos con la marca del ron Havana Club, simulaciones de un buen habano o reproducciones de la típica mulata sandunguera. Estos productos manufacturados son muy económicos e ideales para llevar como souvenir.
También existen otros más elaborados, como la imitación de instrumentos musicales de la nación o adornos confeccionados con el coral que crece en los fondos marinos cubanos. Por su calidad se convierten en un obsequio muy útil luego de un viaje a la hermosa isla caribeña.
-
Montarse en un almendrón
Una de las mayores curiosidades para los viajeros es subirse a un almendrón y es un sueño muy fácil de cumplir. Si pasea por las calles de La Habana podrá sacar su mano, parar un «almendrón» y subirse en él.
Los coches clásicos forman parte del paisaje automovilístico de Cuba y es el transporte en el que se mueve buena parte de su gente, principalmente en la capital. Los hay de diversas formas, marcas, colores, algunos más maquillados que otros, pero lo cierto es que ilustran todo el tiempo que ha pasado por ellos.
Encontrará coches de prácticamente todas las décadas del pasado siglo XX, aun funcionando óptimamente, y siempre dispuestos a darle una vuelta por La Habana para mostrarle sus mejores vistas.
-
Conversar y reír con los cubanos
Hablar es indispensable para el cubano. Se puede ser de cualquier rincón del mundo, que si se conoce a un cubano siempre le entablará una conversación de las más amenas. Los cubanos son muy conversadores, jaraneros y amables.
Si camina por un vecindario y busca una dirección que no puede encontrar, pregunte sin pena a cualquiera que pase a su lado o se halle cerca. Enseguida le responderá, le explicará con lujo de detalles y probablemente le acompañe hasta el lugar que busca para asegurarse de que llegue bien y sin perderse otra vez.
Un sitio ideal para escuchar una buena conversación criolla es el Parque Central, en La Habana Vieja, donde se reúnen cubanos de cualquier rincón de la isla para hablar de los temas más disímiles. Uno de los más controvertidos es el asunto del deporte nacional: la pelota o béisbol. Si logra entender algo en medio del bullicio, de seguro le arrancarán más de una sonrisa.
Porque Cuba es un sitio fascinante
Un viaje por esa maravilla de isla nos permite vivir al límite de las emociones. Todo se siente, todo se lleva, todo se recuerda. Se acumulan experiencias y aquí le hemos dejado 10 de las más diversas y criollas. No se las pierda y disfrútelas al máximo.