En las inmediaciones del malecón habanero, en la zona del Vedado, se alza el majestuoso edificio Atlantic. Considerado como el máximo exponente del racionalismo moderno en la arquitectura cubana actual, proyecta un diseño exterior llamativo para visitantes cubanos y foráneos, en un verdadero espectáculo para la vista. Conocerlo por dentro es también una invitación al disfrute del buen gusto.
La arquitectura moderna en Cuba
La Habana es una ciudad donde confluyen diversos estilos constructivos. En la urbe han plasmado sus huellas, entre otros, el arte mudéjar, el barroco, el neogótico, el eclecticismo, el art decó, el art nouveau y el racionalismo, un movimiento internacional que surgió entre las décadas del 40 y el 60 del siglo XX, y que fundamenta el proyecto de edificaciones a partir de formas más simples.
Los arquitectos proponen basar los ornamentos en el empleo del hormigón, el vidrio o el acero, para lograr una estética expresiva más apegada a los nuevos tiempos que exigen mayor funcionalidad del espacio. La Habana no queda atrás en esta corriente, y entonces surgen inmuebles con penthouses, propiedades horizontales, hoteles y casinos que responden a tales demandas.
Ya hacia los años 90 de la pasada centuria, en Cuba se impone la construcción de hoteles de ciudad para fomentar el turismo como salida a la crisis económica en que se sumió la Isla luego de la desaparición del llamado Campo Socialista en Europa del Este.
Fue así como en La Habana se elevaron hoteles que responden al racionalismo arquitectónico moderno como el Meliá Cohíba y el Panorama, al oeste de la ciudad. Sin embargo, la construcción del Atlantic marcó el clímax de tal revolución arquitectónica en esa parte del mundo.
Maravilla arquitectónica
La avenida Malecón en La Habana se extiende por más de ocho kilómetros, ofreciendo un espectáculo donde mar, cielo y ciudad dialogan en armonía. Precisamente, también debe su fama a que en los alrededores alberga un conjunto de monumentos y edificios que embellecen el paisaje urbano de la capital antillana.
A sólo cien metros de esta concurrida arteria se localiza el edificio Atlantic, una sorprendente obra arquitectónica de 25 niveles que simula un rectángulo (por la vista lateral; realmente es un ortoedro) con base triangular (o piramidal) invertida y descansa sobre una plataforma cuadrada (cúbica) de concreto, en aparente desafío a las leyes de la estabilidad de los cuerpos, según la física. Con una fachada que aparenta la de un grácil rascacielos, el Atlantic fusiona líneas verticales y horizontales, conformando un entramado de formas geométricas poligonales colocadas con metódica exactitud.
Ese original diseño se debe a los proyectistas de la firma italiana MSC y su ejecución correspondió a la compañía cubana DCH. Ambos fueron contratados por la entonces joven sociedad cubano-italiana Azul Inmobiliaria para llevar adelante la descomunal obra. Los primeros cimientos se colocaron en el año 2000, y no fue hasta el 10 de febrero de 2007 cuando se realizó la inauguración oficial.
El Atlantic por dentro
La entrada principal del edificio se ubica en la calle D, entre 1ra y 3ra, muy cerca del conocido complejo de tiendas Galerías Paseo, de los hoteles Riviera y Cohíba, de varios centros gastronómicos y recreativos, de la calle Línea, en el sector entre las avenidas Paseo y G. Una corta escalera conduce al elegante lobby, potentemente iluminado en las noches y con enlosado de mármol blanco de Carrara, importado de los Alpes Apuanos de Italia. Este tipo de material se encuentra distribuido por todo el inmueble.
Un conjunto de rápidos y seguros ascensores nos transporta hacia los pisos superiores; pero antes, nos esperan cinco niveles de parqueos, mientras que en el sexto sorprende la existencia de una terraza con vista al mar y a la ciudad, así como una agradable piscina.
Los apartamentos independientes, que pueden ser rentados o comprados, y se clasifican según las categorías estándar o de lujo, inician en el octavo nivel. Se distribuyen en seis por cada piso hasta sumar 96. Amueblados según los códigos estéticos contemporáneos del diseño de interiores, cada detalle de estos espacios se elaboró con productos de la más alta calidad, pertenecientes a sellos europeos como el Ideal Standard para griferías, instalaciones de agua y servicios sanitarios.
Cada local de vivienda u oficina cuenta con otras comodidades que facilitan la vida de los habitantes y propietarios, como la climatización centralizada, teléfonos e intercomunicadores, televisión por cable, puertas blindadas contra posibles intrusos y ventanas con doble capa de vidrio para contrarrestar los presumibles efectos de huracanes que se forman entre julio y noviembre en el área del Atlántico rumbo al Caribe.
Otras piscinas se localizan en el piso 23; mientras el 24 y el 25 están destinados únicamente a empresas e instituciones. A un costado lo acompaña otro edificio que se eleva tímido, con cinco plantas, en comparación con las colosales dimensiones del Atlantic, donde existen tres centros comerciales y seis domicilios.
Sobran las razones entonces para resaltar al Atlantic como testimonio íntegro de la modernidad arquitectónica en la Isla. Su colosal belleza, originalidad y atrevido diseño, lo catapultan como un lujoso edificio de vanguardia que adorna y enorgullece a La Habana.
Más de la arquitectura moderna en La Habana
En la capital cubana existen paradigmáticos edificios que, por sus características, se integran a un todavía exiguo listado de ejemplos de la arquitectura moderna o racionalista, como también se le conoce. Pueden citarse el hospital Hermanos Ameijeiras, la Gran Logia Masónica, el Focsa y el Hotel Habana Libre, con amplio reconocimiento entre los profesionales especializados a nivel internacional.