La Gitana Tropical es un digno ejemplo de la renovación que experimentó la plástica cubana durante la segunda década del siglo XX, periodo que se conoce como «La Vanguardia». En esos años comenzaron a mezclarse las experiencias cubanas con lo que en materia de arte se estaba realizando en Europa. Existía un marcado interés en encontrar una visualidad que pudiera expresar la identidad nacional cubana.
Víctor Manuel, un artista de vanguardia
Es Víctor Manuel de los primeros artistas en acogerse a estas nuevas tendencias, de ahí que sea considerado una de las figuras más importantes de este periodo en la plástica cubana. Estudió en la Academia de Bellas Artes San Alejandro, pero pronto siente la necesidad de buscar un lenguaje propio. Marcha a París en 1925 donde es influenciado fundamentalmente por el movimiento postimpresionista, aunque también por obras clásicas que frecuenta en el Louvre. Allí comprende que los temas de su país, su paisaje y su gente, son también dignos de ser llevados al lienzo.
Así fue pintada al óleo la Gitana Tropical, en París, en el año 1929. Pese a sus pequeñas dimensiones (46 x 38 cm), es considerada como el primer clásico del modernismo pictórico cubano.
La Gitana Tropical: la Gioconda americana
Gitana Tropical es la obra más difundida de toda la producción que legó el pintor cubano Víctor Manuel. Las similitudes con la obra de Da Vinci son claras: la posición de la figura humana en la composición y su relación con el paisaje de fondo, que no es más que un pretexto. La manera en que sus brazos fueron dispuestos la asemejan con la mítica pintura del genio italiano, al punto de ser considerada como «la Gioconda americana».
También pudiera mencionarse lo enigmático del rostro que parece que interpela al espectador, pero que en este caso, es una combinación de mulata cubana con cabello y ojos propios de los descendientes de las culturas originarias. Ha sido muy difundido el comentario que al respecto hizo el pintor cubano:
«Es una mestiza, una mulata, pero le puse ojos rasgados de india del Perú, de México…»
¿Pero quién es esta mujer? ¿Existió en realidad? Pues este es un retrato atípico, porque no se trata de ninguna persona en específico. Es más bien la exaltación del ideal de belleza mestizo, propio de los pueblos latinoamericanos.
Contemplarla en Bellas Artes
La Gitana Tropical, recibe al visitante en la sala dedicada a la creación moderna en el Museo Nacional de Bellas Artes, específicamente en el edificio dedicado al arte cubano. Esta ubicación privilegiada se debe a que es Víctor Manuel el iniciador de «lo moderno» en la pintura cubana. Por tanto, esta pieza es considerada como la síntesis de los postulados ideoestéticos que asumirían el resto de los artistas del periodo.
Posiblemente sea la imagen más reproducida del arte cubano. Cubanos y foráneos la coleccionan en afiches, llaveros, sombrillas, abanicos, tazas o simplemente recortada de alguna revista. Las reproducciones y los objetos que llevan este retrato se pueden encontrar en la tienda ubicada en la planta baja del propio museo, que también comercializa catálogos y publicaciones especializadas en arte cubano.
Para acceder al museo se debe abonar 5 CUC y, si lo desea, puede utilizar su cámara fotográfica para llevarse un recuerdo de las joyas del arte cubano, desde la colonia hasta la contemporaneidad.
Una motivación para descubrir una obra
Al pintar su Gitana Tropical, Víctor Manuel se separaba del ideal académico que había predominado en la pintura cubana. No era el único en hacerlo. Los aires de la vanguardia llenaban las ansias de otras figuras que con el tiempo serían relevantes en la historia del arte cubano. Parte de esta historia la podrá conocer si visita el edificio de Arte Cubano del Museo Nacional de Bellas Artes, el sitio que resguarda lo mejor de la producción pictórica de esa isla antillana.
