Cuba es una isla verde, y no peco de romántico con esta afirmación. La división por provincias y la concentración de prácticamente toda la actividad económica en las urbes ha protegido, de algún modo, los montes de ese país. En el occidente, centro y oriente del país han quedado espacios naturales tan bellos y excepcionales como la Sierra del Rosario, la Sierra del Escambray y la Sierra Maestra, respectivamente. En la región central está Topes de Collantes y, justo en ella, el Sendero Vegas Grandes.
Geográficamente Topes de Collantes se encuentra en lo que se conoce como el grupo montañoso «Guamuhaya» o el Escambray. Es un escenario natural histórico que fue protagonista, después del triunfo de la Revolución Cubana, de la lucha contra bandidos y opositores al entonces nuevo sistema económico y social que se expandía por la isla.
Sobre la historia de cómo se fue poblando esa zona se cuenta que en los tiempos de la república, Fulgencio Batista ordenó la construcción allí de un hospital para enfermos de tuberculosis, en el año 1954. Con el advenimiento del sistema revolucionario la instalación pasó a ser una escuela recuperando, para los años 70, su uso original y convirtiéndose en lo que es ahora el Kurhotel.
El balneario de Topes de Collantes
Como centro para el turismo de salud y paraíso natural, en Topes de Collantes se localiza también un balneario donde se realizan tratamientos antiestrés, rehabilitación y masajes entre otros procedimientos para mejorar la salud y el confort de los visitantes. Cuenta, además, con opciones para el senderismo y el montañismo entre el verdor de la zona y los saltos de agua.
El Sendero Vegas Grandes en Topes de Collantes
El Salto del Caburní es uno de los más famosos de Topes de Collantes, pero el de Vegas Grandes no se queda atrás. Esta ruta se destaca entre las ofertas más interesantes para el turismo de aventura en la zona central cubana. La complejidad suele ser alta pues el terreno sobre el cual se camina tiene una inclinación de 45º que hacen del trayecto media caminata, media escalada hacia el segundo salto de agua más alto de Cuba. Podrá, además, aliviar el cansancio del camino en una poceta natural que será revitalizante.
¿Cómo llegar?
El río Vegas Grandes, desde el cual fluye el salto, queda al noroeste de Pico Potrerillo. Se puede acceder por dos senderos: uno norte que pasa primeramente por el Salto del Caburní y uno sur que lleva directamente al salto. El recorrido se realiza a través de un camino tropical sorteando piedras, pequeños lagos, afluentes del río y una altura aproximada de dos kilómetros sobre el nivel del mar.
La forma más fácil para llegar al punto de inicio del sendero es rentar un taxi desde el hotel, si está hospedado en Topes de Collantes; igualmente podrá hacerlo desde la propia ciudad de Trinidad si pasa sus noches en un hotel o «casa particular» en esta localidad.
Flora y fauna en el sendero Vegas Grandes
La vegetación durante todo el trayecto es exuberante, como suele ser en los campos cubanos. Los animales son todos inofensivos y representativos de la fauna cubana, como es el caso del Tocororo, una de las especies que habitan esta zona selvática.
Datos del sendero
Según Wikipedia el Sendero Vegas Grandes – Salto del Caburní tiene una distancia de 8,3 kilómetros y una duración de 5 horas por lo que se podría asumir que visitar solamente el salto Vegas Grandes sería la mitad del recorrido.
Otros amantes del senderismo recomiendan hacer la ruta a primeras horas de la mañana para evitar la aglomeración de personas y aprovechar que la influencia del sol, a estas horas, es más leve. Igualmente se recomienda llevar mucha agua consigo para para mantenerse bien hidratado.
Puntos interesantes
El Sendero de Vegas Grandes parece ser el «todo incluido» de los ofertados en Topes de Collantes. Allí encontrará una cueva, un mirador, cascadas, pocetas para el baño, aves y plantas que ilustran la fauna de la nación cubana, zonas inclinadas y pendientes que harán más complicada la subida y caminata a través de una especie de cañón selvático.
Lo más recomendable es unir esta ruta con la del Salto del Caburní. Al final de este sendero le espera, tal como si fuera un oasis, un bar para refrescar y recuperar las energías del viaje. Muy cerca está un pequeño poblado donde podrá tomar un taxi para el regreso.
Le aseguro será una experiencia totalmente natural y, por supuesto, inolvidable.
