Si todavía no ha tenido la oportunidad de viajar en el tiempo y caminar entre dinosaurios, el momento ha llegado, sólo debe comprar un boleto a Cuba, aterrizar en la segunda ciudad más importante de la isla, después de La Habana, y dejar que su imaginación vuele. El Valle de la Prehistoria en Santiago de Cuba le recibirá con tantas atracciones que seguro conservará en su memoria por largo tiempo.
Quedará maravillado con el escenario, donde le aguardan más de 200 esculturas de tamaño natural, ya sean dinosaurios, mamuts y otras especies que poblaron la tierra hace millones de años. Tómese su tiempo, el sitio tiene una extensión de aproximadamente 11 hectáreas. También debe saber que esa zona oriental es conocida como la Tierra Caliente, entre otras cosas porque el sol allí es abrasador. Lleve siempre consigo protector solar, ropa apropiada para ese clima y botellas de agua. De cualquier modo, el valle está diseñado para que, entre una y otra etapa del recorrido, pueda tomar un refrigerio y descansar.
Existe allí una imponente escultura del hombre de Cromagnon, de 12 metros de altura, siendo la más alta de todas. También se recrean escenas de caza entre animales y humanos. Todas las creaciones están hechas con la técnica del ferrocemento y por su envergadura es considerado un espacio único y posiblemente la mayor construcción de su tipo en el mundo.
Quizás a estas alturas haya pensado en la saga literaria y cinematográfica de Michael Crichton y Steven Spielberg, Jurassic Park, y que la idea cubana se relaciona de algún modo con esas conocidas y multipremiadas entregas. Pues nada más alejado de la realidad; el Parque Jurásico cubano (bromeemos un poco) probablemente inspiró a Crichton y Spielberg, pues abrió sus puertas en los años 80 y tanto las novelas como las películas datan de la década del 90.
Pero los dinosaurios caribeños se encuentran reunidos en una pequeñísima porción del gran Parque Natural Baconao, que, declarado en 1987 Reserva Mundial de la Biosfera por la UNESCO, ocupa unas 84 mil 600 hectáreas. Anímese y siga explorando. El parque tiene muchas atracciones que no debe perderse.
Otras atracciones muy cerca del valle
El actual Parque Baconao de Santiago de Cuba, además del Valle de la Prehistoria, su exuberante vegetación, montañas, refugios de vida salvaje y plantaciones de café, cuenta con otras atracciones que también le recomendamos visitar:
La Gran Piedra
Imponente roca de origen volcánico (51 metros de largo, 25 de alto y 30 de ancho), cuyo peso ronda las 63 mil toneladas. Posee 459 peldaños que es posible subir y ya en el tope, estará a mil 234 metros por encima del nivel del mar para disfrutar de una inolvidable vista panorámica. Se dice que en una noche bien oscura es posible divisar las luces de Jamaica.
Laguna Baconao
Con una superficie de 4 kilómetros cuadrados, está acondicionada para pasear en botes o bicicletas acuáticas. En ella se reproduce una villa de la tribu de taína y en la misma área un restaurante especializado en mariscos le invita a degustar sus más exquisitas creaciones.
Granjita Siboney
Se encuentra a 14 kilómetros de la ciudad y tiene en su interior un museo, en el que se muestra cómo fueron los preparativos de aquellos jóvenes que, encabezados por Fidel Castro, intentaron tomar el Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953. La instalación fue el cuartel general de aquella acción revolucionaria que junto a muchas otras conllevó al derrocamiento de Fulgencio Batista. Se exponen en el museo fotografías, documentos y artículos pertenecientes a los asaltantes, que construyeron gallineros, para ocultar autos, y pozos para armas, pues se habían instalado allí con el pretexto de utilizar la Granjita Siboney como criadero avícola.
Algunos consejos para cuando visite Santiago de Cuba
Si La Habana es un museo rodante de autos clásicos; Santiago es la capital de las motocicletas y es uno de los trabajos por cuenta propia aprobados allí: las motos son los taxis habituales de los santiagueros. Los recorridos dentro de la ciudad tienen un valor de 10 o 20 (CUP, moneda cubana), pero si son más largos podrían costarle entre 40 y 50.
Los santiagueros son muy buenas personas, amables, guaracheros (es que viven en la meca del Son) y siempre tendrán una sonrisa para regalarle. También se les tilda de grandes bebedores. Para ellos un trago es tomarse una botella completa y beber (a secas) implicará sobre la mesa al menos cuatro botellas o “rifles”, como les llaman algunos.
Sin embargo, una experiencia en Santiago de Cuba le deparará increíbles emociones que van desde un gigantesco dinosaurio hasta la incomparable belleza del mar besando los pies de las montañas.