Los cubanos beben mucho café, fuerte y azucarado. Es casi una marca de identidad, como el té para los británicos o el sake para los japoneses. No hay casa de familia hospitalaria, en los campos o las grandes ciudades, donde no se guarde un poco de polvo negro para brindar la infusión a los visitantes.
Hace algunos años el influyente diario Huffington Post incluyó a la Ciudad Maravilla del Caribe entre los destinos excepcionales, en los que el café es un emblema cultural. Recomendó a La Habana como una de las urbes donde mejor se bebía lo que se ha llamado “el néctar negro”, distinguida junto a otras como Estambul (Turquía), París (Francia), Tel Aviv (Israel), Seattle (Estados Unidos), Lisboa (Portugal) y Roma (Italia).
¿Dónde tomar el mejor café habanero?
Empezar una mañana en un café habanero, contemplando como se despierta la capital, o ver caer la tarde sobre su ecléctica fisonomía, es un regalo que debe darse si visita La Habana. Le recomiendo algunos de estos establecimientos, con las mejores vistas de esa ciudad.
Dos frente al Malecón
El Malecón ofrece un espectáculo visual, por el caprichoso juego entre el mar y las nubes, y también antropológico porque en este paseo confluyen muchísimos cubanos distintos a conversar, enamorar, pescar…
Los atardeceres en el largo muro de concreto son espléndidos, y por eso le recomiendo dos lugares, en distintas zonas de sus ocho kilómetros, donde se puede sentar tranquilamente a disfrutar un café en La Habana.
Malecón # 663 (su nombre alude a su dirección en Centro Habana) es un sitio fascinante que, además de cafetería, cuenta con un hospedaje y tiendas “vintage”. Su vista al mar es frontal e inmediata, se siente la brisa acariciante, y los fotógrafos lo tendrán entre sus lugares preferidos.
El 3D Café, en Calle 1ra entre C y D (Vedado), también está de cara al Malecón. Tiene un concepto distinto, más bullicioso moderno y divertido. Es muy céntrico y excelente como punto medio en un paseo que incluya el Teatro Hubert de Blanck, o las cercanas galerías de tiendas y los hoteles Cohíba y Riviera.
Es delicioso combinar algunos de sus “picaditos” de aceitunas, frituras de malanga, tapas de jamón serrano, con la amplia variedad del menú de café.
El Café Laurent
Aquí puede llegarse también a comer un delicioso menú de autor, pero hoy hablaremos del placer de comerse un brownie de chocolate con frutos secos, acompañado de un Café Cappuccino, o un Carajillo (con aguardiente).
En el Café Laurent (calle M # 257 entre 19 y 21, Vedado) el servicio es muy amable. Se ubica en un pent-house hermosísimo sobre el moderno barrio del Vedado, con una gran vista del mar y la capital. No olvidará un atardecer allí.
El Escorial en la Plaza Vieja
Una panorámica a escala humana de la fantástica arquitectura colonial habanera se obtiene sentado en alguna de las mesitas exteriores del Café El Escorial, ubicado en la Plaza Vieja.
Este es uno de los entornos más hermosos del Centro Histórico, rodeado de museos y otras atracciones como la cercana Cámara Oscura, el Planetario o la Fototeca de Cuba.
En la esquina de las calles Muralla y Mercaderes # 317 se puede descansar agradablemente de un paseo por la ciudad, paladeando un aromático café (hay más de 50 recetas), tostado allí mismo luego de un viaje desde las montañas centrales del Escambray.
En El Escorial se observa el trasiego de los habitantes, la cultura callejera de músicos, pregoneros y otros artistas ambulantes.
El encantador Café Arcángel
Si lo que quiere es echarle una mirada a la gente, el movimiento vivo de La Habana, más que al paisaje urbano, recomiendo también un establecimiento muy agradable que encontramos en los altos de una casona de Centro Habana. En la calle Concordia # 57, entre Galiano y Águila, se abre desde las 8:30 AM el Café Arcángel, donde si se asoma, se queda.
Posee el Certificado de Excelencia de Trip Advisor, y está ubicado en esa web de viajes como el negocio Nº 1 entre los que ofrecen café y té en La Habana. Desde allí, comiendo unas tostadas con mantequillas y jalea y un exquisito café con leche, se observa una vista de esa parte de la urbe, llena de tejados y casonas impresionantes, muchas de ellas convertidas en bulliciosas y pintorescas viviendas comunes conocidas como “solares”.
Recomiendo sus desayunos Arcángel, que incluyen ensalada de frutas, jugo, café, tostadas y huevos revueltos con jamón. Luego, mientras observa desde lo alto cómo se despliega la vida de la ciudad, viene bien pedirse otro café, esta vez Bombón o Mokachino.
Música en el Jazz Café de La Habana
Excelentes interpretaciones de jazz pueden escucharse en Galerías Paseo (tercera planta), entre Avenida Paseo y calle 3 (Vedado), mientras se disfruta una vista maravillosa. Cuando cae la tarde el litoral se tiñe de dorado, y el espectáculo se puede ver a través de los cristales del Jazz Café. El sonido y las imágenes le sugerirán una sinfonía tropical.
Allí escuché un testimonio de la pasión cubana por esta bebida, inmortalizada también en música, en la voz del legendario cantante cubano Bola de Nieve y que un diestro pianista interpretaba:
“Ay mamá Inés,/ ay mamá Inés,/ todos los negros tomamos café…”
Disfrutar un café mirando la belleza de La Habana
Lo más típico que se puede tomar en la isla es un delicioso y fuerte café negro, bien endulzado con azúcar morena, y portador del inconfundible sabor de la variedad Arábiga. En estos sitios que recomiendo viene con el plus de la vista a la que se accede, un paisaje urbano que combina distintos estilos arquitectónicos y un fresco de la sociedad habanera.