Galería Carmen Montilla, un sitio para enamorarse de La Habana

Galería Carmen Montilla, un sitio para enamorarse de La Habana

En uno de los rincones más céntricos de La Habana Vieja, justo en la Plaza de San Francisco de Asís, se encuentra la Galería Carmen Montilla, un espacio asociado a la Dirección de Patrimonio de la Oficina del Historiador de La Habana. Es este un sitio ideal para hacer una parada en el camino y descansar a la sombra de su agradable patio interior. Allí podrá descubrir muestras transitorias y permanentes de pintura y escultura, a la par de hermosas piezas escultóricas que ambientan el distintivo lugar.

Una casa colonial que devino galería de arte

Antigua casa colonial hoy convertida en la Galería de arte Carmen Montilla

Es esta una de las galerías más visitadas del Centro Histórico de La Habana, pues se encuentra en una ruta muy transitada de la ciudad. Podrá encontrarla en una antigua casa colonial, exactamente en Oficios número 162, entre las calles Amargura y Teniente Rey. El inmueble fue restaurado para ser vivienda, estudio y galería de la artista venezolana Carmen Montilla, en la década del 90.

Después de la desaparición física de la pintora, el espacio ha seguido funcionando como galería de arte y acoge diariamente a los visitantes de la plaza y museos cercanos que realizan allí una parada agradable. Los horarios de visita son de martes a sábado entre 9:30 A.M. a 6:00 P.M. y los domingos de 9:30 A.M. a 1:00 P.M.

Antecedentes de una imponente casa colonial

Antigua casona que hoy acoge la Galería de arte Carmen Montilla

La antigua casona que acoge la Galería Carmen Montilla fue reedificada en el siglo XVIII durante el período colonial español en la isla de Cuba. De esa etapa son elementos característicos las grandes dimensiones de los espacios, el alto puntal, los arcos de medio punto, los balcones que se encuentran en la fachada y el decorado pórtico de entrada a la casa. En el siglo XIX se le agregó la planta alta, en cuyo frente se dejan ver tres puertas y balcón. Más tarde, en el siguiente siglo, se adecua la planta baja como almacén y la alta para vivienda.

La historia recoge el nombre de varios de sus moradores, uno de los primeros fue un comerciante llamado Josef Padrón. Para inicios del siglo XIX la casa fue adquirida por Félix Mantilla, un Capitán de Fragata y en el siglo XX el inmueble pasa a ser propiedad de Juan Goicochea.

Años más tarde el inmueble es adecuado a las funciones de Consulado de Paraguay y luego pasa a ser vivienda comunal, situación que posiblemente originó un incendio que llevó el lugar casi a la destrucción, dejando en pie solo su fachada. Después de este siniestro ocurrido en los años 90, el espacio fue asumido para su reparación y restauración por la Oficina del Historiador de la Ciudad de la Habana y por la artista de la plástica Carmen Montilla. Las obras fueron concluidas en 1994 y desde esa fecha, hasta el 2004, radicó allí la vivienda, estudio y galería de la mencionada artista latinoamericana.

Después de su desaparición física el espacio fue asumido por la Dirección del Patrimonio Cultural de la Oficina del Historiador de La Habana y pasa a ser la Galería Carmen Montilla, un sitio que privilegia la presencia de artistas venezolanos y del resto de Latinoamérica.

¿Quién fue Carmen Montilla?

Foto y obras de la artista de la plástica Carmen Montilla

Su segundo apellido era Tinoco y fue una pintora venezolana nacida en 1944, que muere en su tierra natal en 2004. Estudió artes plásticas en Venezuela y Argentina. Llevó su obra a través del mundo en muestras que realizara en numerosos países de América Latina, Estados Unidos, algunas naciones de Europa, Japón, y por supuesto Cuba.

A este último país la unieron fuertes lazos de amistad, por lo que decidió fijar su residencia en La Habana. Sus restos descansan en el jardín del antiguo convento de San Francisco de Asís, muy cerca de donde la creadora tuviese su casa estudio y galería

Llegar hasta allí es muy sencillo. Si está desplazándose en auto puede tomar la Avenida del Puerto y quedarse en la Plaza de San Francisco de Asís. Si está recorriendo a pie el Centro Histórico, puede tomar la concurrida calle Obispo hasta llegar a la Plaza de Armas, para luego abordar la calle Oficios. En esa esquina le recomiendo aliviar el calor tropical con una refrescante agua de coco. Siguiendo recto por la calle Oficios encontrará la galería a tres cuadras de la Plaza de Armas.

¿Qué ver en la Carmen Montilla?

Patio interior de la Galería de arte Carmen Montilla

Como espacio expositivo se integra de manera armoniosa a la Plaza de San Francisco de Asís, con su restaurada fachada de típicos rasgos arquitectónicos coloniales y sus luminosas salas de exposiciones. Su fresco patio interior, oasis para el caminante, hacen del sitio una parada obligada para quienes acuden a esa zona de la ciudad.

Dos amplias salas reciben de forma gratuita a todo interesado en apreciar el arte y un pequeño espacio entre estas y el patio interior, expone y vende obras de artistas cubanos.

Desde la calle se puede divisar el enorme mural de la autoría del reconocido artista cubano Alfredo Sosabravo, pletórico de texturas donde sobresalen formas naturales como hojas de plantas. Varias esculturas ambientan el lugar, algunas de orden abstracto, otras figurativas como el perrito de piedra o el busto de Wolfang Amadeus Mozart.

Visitantes de la Galería Carmen Montilla frente al enorme mural del artista cubano Alfredo Sosabravo

Resulta también llamativo el mural de tema colonial que representa a personajes decimonónicos, autoría del pintor cubano Andrés Carrillo. Notará la similitud con otro del mismo creador, ubicado en la calle Mercaderes, en las proximidades de la Casa del Marqués de Arcos y que ha sido denominado el Mural de las Personalidades.

Salta a la vista, también, el grafiti hecho a partir de una plantilla que representa un hombre con bombín, expresión plástica que denota el carácter contemporáneo de la galería. Desde el interior del patio se puede apreciar la torre campanario del Convento de San Francisco. La exuberante vegetación del patio, algunas sillas y mesas, y el fresco invitan a una necesaria e interesante pausa en el camino.

Un templo para el arte

Visitantes en el patio interior de la galería de Carmen Montilla

La Galería Carmen Montilla tiene varios espacios expositivos. Actualmente exhibe una muestra permanente de pinturas de la propia artista, acompañada de las esculturas del artista cubano Juan Quintanilla. Preside esa exposición y recibe a los visitantes una foto de la desaparecida creadora, junto a un pensamiento de su autoría que de alguna manera arroja luces sobre su obra pictórica; obra que está llena, según sus propias palabras, de fantasmas de la noche que, con miradas penetrantes y malignas, buscan entre la oscuridad y el silencio.

Junto a sus palabras, otras de agradecimiento del Doctor Eusebio Leal Spengler, en el año 2001, por el esfuerzo de Carmen Montilla por recuperar ese espacio del Centro Histórico.

Por estas fechas se exhibe, además, una muestra pictórica de la reconocida artista cubana Zaida del Río. La exposición titulada Por La Habana está dedicada a esa ciudad que recientemente cumpliera su medio milenio. Alrededor de una veintena de lienzos inspirado en la vetusta capital recrean con fondos de vivos colores y el característico entramado de líneas negras que recuerda un encaje, diferentes espacios y escenas habaneras. El Capitolio, la Catedral, la Giraldilla, el Malecón, así como ángeles y gallos integran la iconografía de la muestra.

Un entorno de lujo

Plaza de San Francisco de Asís

La Galería Carmen Montilla colinda con la acogedora Plaza de San Francisco de Asís, también conocida como Plaza de las Palomas. Allí se encuentra el cinco estrellas Hotel Marqués de Cárdenas de Montehermoso, la antigua Lonja del Comercio, el convento de San Francisco de Asís y en su jardín, la pequeña Iglesia Ortodoxa Griega.

En el convento funciona actualmente el Museo de Arte Religioso y su nave principal es empleada como sala de concierto, donde destacan el ambiente y la iluminación del lugar.

Junto a la Carmen Montilla se ubica el Estudio Galería Nelson Domínguez, perteneciente a ese reconocido pintor y escultor contemporáneo cubano, Premio Nacional de Artes Plásticas en Cuba. Allí se exponen actualmente fotos impresas a gran formato que el artista interviene como si fueran lienzos, además de sugerentes esculturas de su creación.

Muy visitadas son las diferentes piezas que ambientan la plaza y que han ganado notoriedad con los años. Entre estas destaca la escultura del Caballero de París, mendigo que se convirtiera en personaje imprescindible para esa ciudad, concebida por el artista José Villa Soberón.

Escultura del Caballero de París en la Plaza San Francisco de Asís

La del genio musical Frederic Chopin es otra de las obras, que hallará sentada en un banco, como invitando a tomarse una selfie junto a él. De estilo totalmente contemporáneo es la escultura La conversación, del artista francés Étienne Pirot, enclavada frente a la Lonja del Comercio y que aporta aires de modernidad a la plaza.

Escultura del genio musical Frederic Chopin en un banco en las cercanías de la Galería de Arte Carmen Montilla

Donado por la Fundación Iberostar se encuentra a un costado del convento de San Francisco de Asis la imagen de Fray Junípero Serra, alzando en su mano derecha un crucifijo y sujetando a un niño indígena junto a él. Esta escultura es una réplica de la original que se encuentra en la Plaza San Francisco de Palma de Mallorca, el autor de la original es el desaparecido Horacio de Eguia.

Se suman a todas estas creaciones, las antiguas y hermosas campanas colocadas junto al Caballero de París y la Fuente de los Leones, que sumadas a las simpáticas palomas le otorgan a la plaza un encanto especial.

Desde las ventanas de Carmen Montilla

Fachada de la Galería de Arte Carmen Montilla

El ritmo de la vieja ciudad se percibe con claridad desde los grandes ventanales de la hermosa galería. Ya no son comerciantes, ni monjas los que acuden a la antigua plaza, hoy cientos de viajeros de cualquier parte del mundo pisan esas piedras.

Los cubanos, que hasta allí se trasladan, encuentran en ese lugar el descanso de la vida agitada de la gran urbe, los niños persiguen a las palomas y alguna que otra quinceañera se retrata para la posteridad en el hermoso paisaje citadino.

Mulatas ataviadas con extrañas y coloridas modas pretéritas ofrecen a los visitantes su sonrisa para una foto y alguna propina. El fresco con olor a sal recuerda cuán cerca está el mar de la Bahía de La Habana, es entonces, ante la contemplación de ese tranquilo rincón que podrá comprender qué sedujo a Carmen Montilla.

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