Monumento a José Miguel Gómez

Monumento a José Miguel Gómez

Justo en la parte más elevada de la Avenida de los Presidentes, conocida por todos como la calle G, se halla uno de los monumentos más hermosos de cuantos adornan el largo y céntrico paseo. Es el conjunto dedicado al Mayor General José Miguel Gómez, quien fuese un alto oficial del Ejército Libertador en las luchas independentistas contra la dominación española y, posteriormente, presidente de Cuba entre 1909 y 1913, un personaje de gran influencia sobre todo en la sociedad republicana de su época.

Ascendiendo la calle G

Conjunto monumental dedicado al Mayor General José Miguel Gómez

Si estamos en La Habana, capital de la Mayor de Las Antillas, ascendemos la calle G desde Malecón. En su tramo final, en la cima de la colina asfaltada, un monumento a José Miguel Gómez sorprende y obliga a un alto en el recorrido. Majestuoso, impide el paso del visitante a la vez que le seduce para que se adentre en sus piezas y las conozca de cerca, al detalle.

Detalle del monumento al Mayor General José Miguel Gómez

Bordeado por un gran semicírculo, inmediatamente llama la atención el obelisco central, coronado por seis figuras en posiciones heroicas, representativas de las provincias en que estaba dividido el país en el momento de la ejecución de la obra. Resaltan las altas columnas, las pequeñas escalinatas, el jardín circundante y las palmas reales, en su función de Árbol Nacional de Cuba que se incorpora al conjunto como un elemento más.

En su centro emerge la estatua fundida en bronce claro del Mayor General José Miguel Gómez, que se alza tres metros y medio sobre una base de granito rosa proveniente de las canteras de Ravena, en Italia. En los costados de la base, en lados opuestos, pueden contemplarse dos bellas estatuas de mármol blanco que representan la fuerza y la magnanimidad, acompañadas de altorrelieves, también fundidos en bronce, donde se refleja la labor del otrora presidente durante la guerra de independencia y la República.

Calle G, Monumento Mayor General José Miguel Gómez

En lo alto, sobre cada uno de los extremos superiores del semicírculo, descuella un grupo escultórico de excelente factura. El de la izquierda contiene a la Historia, la Libertad y el Tiempo, mientras en el otro lado se representan el Derecho, la Paz y la Ley.

Estatuas en el Monumento Mayor General José Miguel Gómez

Una vez dentro, el conjunto arquitectónico ofrece terrazas a distintos niveles, bancos donde descansar y fuentes de mármol de Carrara. Todos exhiben colores claros que provocan un efecto de luminosidad a la obra y la hacen ganadora de la primacía en un contexto caracterizado por el verdor del follaje de los árboles circundantes.

El conjunto en datos y cifras

Bajorrelieve en el Monumento Mayor General José Miguel Gómez

El monumento a José Miguel Gómez se inauguró el 18 de mayo de 1936. Para entonces ya habían transcurrido 15 años del fallecimiento del Mayor General en Nueva York, y unos 23 de haber concluido su gobierno. Sin embargo, la simpatía popular que había ganado, más allá de que le señalaran algunos manejos turbios del erario público, hizo posible el homenaje.

Escultiras de bronce en el Monumento Mayor General José Miguel Gómez

Tampoco es de extrañar que la obra tuviese un costo extraordinario. Su construcción se calcula en 125 mil pesos, una cifra demasiado elevada para su época, que fuera sufragada por suscripción popular con, según recogen las crónicas, aportes individuales que rondaron los 20 centavos per cápita.

Algunas curiosidades

Hacia finales de la década del 20 del siglo pasado, fue necesario alargar por varios cientos de metros la Avenida de los Presidentes, construida ya en esa fecha, para garantizar que José Miguel Gómez contara también con su espacio perpetuo en la memoria pétrea de los cubanos. Su autor fue el escultor italiano Giovanni Nicolini, cuyo proyecto fue concebido para engalanar uno de los extremos de la avenida. En el otro, desde 1921 había una estatua de Tomás Estrada Palma, primer presidente de la República, aunque posteriormente la avenida también se alargó un poco en esa dirección.

Estatuas de marmol del Monumento Mayor General José Miguel Gómez

Cuentan que Nicolini se inspiró en el monumento erigido en Roma en 1910 al primer rey de la Italia unificada, Víctor Manuel II, de la autoría de Sacconi. Con este guarda innumerables puntos de contacto, aun cuando tiene menores dimensiones. Es por eso que a muchos les parece que el elogio consagrado al patriota cubano, es un fragmento de Roma que habita en las calles habaneras.

El Monumento Mayor General José Miguel Gómez desde la calle G

Otro dato curioso que se vincula a la realización del monumental conjunto, es que se presenta al Mayor General mirando al mar porque, a pesar de haber sido cubano, murió en el extranjero, siguiendo un código de la estatuaria que para algunos está superado, pero que se mantenía aún en boga durante la ejecución artística.

Figura de marmol en el Monumento Mayor General José Miguel Gómez

Además de los monumentos mencionados, existen muchos otros que convierten a la calle G en una galería de esculturas a cielo abierto que bien merecen una excursión. Para justificar su título de Avenida de los Presidentes, exhibe bustos y estatuas en honor a otras personalidades latinoamericanas como el cubano Calixto García, el venezolano Simón Bolívar, el ecuatoriano Eloy Alfaro, el mexicano Benito Juárez, el panameño Omar Torrijos y el chileno Salvador Allende.

Muy cerca de José Miguel Gómez

El monumento a José Miguel Gómez se encuentra ubicado en una zona de intensa circulación. Próximos a él, se erigen importantes hospitales de la capital cubana, el Castillo del Príncipe, la Quinta de los Molinos, la Universidad de La Habana y la calle 23, con sus múltiples atractivos.

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